VINO Y SE FUE LA LUZ [Mi poema]
Amalia Bautista [Poeta sugerido]
Amalia Bautista [Poeta sugerido]
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MI POEMA… de medio pelo |
De pronto me vi solo ante la puerta En medio de ese ambiente truculento, Yo a solas con la suerte en mi mochila De pronto vi del sueño una rendija Ocurre que ves una #luz y viene a taparla una #sabandija? Share on X |
Una muestra de sus poemas
- 1 MI POETA SUGERIDO: Amalia Bautista
- 1.0.1 HE SOÑADO LA CASA DE MI INFANCIA
- 1.0.2 Africanas (Inédito)
- 1.0.3 ¿Qué haces aquí? (De Cuéntamelo otra vez, 1999)
- 1.0.4 Siempre creí que solo las palabras (Hilos de Seda, 2003)
- 1.0.5 Vísperas I (Falsa pimienta, 2013)
- 1.0.6 EL DOLOR
- 1.0.7 VAMOS A HACER LIMPIEZA GENERAL
- 1.0.8 EL PUENTE
- 1.0.9 CUÉNTAMELO OTRA VEZ
- 1.0.10 ÍCARO
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MI POETA SUGERIDO: Amalia Bautista
HE SOÑADO LA CASA DE MI INFANCIA
He soñado la casa de mi infancia,
la galería, el vértigo del patio,
la escalera gastada, el pasamanos.
Me he visto ahora, con mis hijas,
enseñándoles cómo se podía
vivir en los espacios
que ellas sentían tan extraños.
Cómo cantar o saltar a la comba,
o cómo merendar con los abuelos,
o cómo, en la ventana,
esperar que mi padre volviera del trabajo.
Y allí estaban aquellos, los fantasmas
que antes de serlo fueron esa vida
y mi vida. Se acercan, me preguntan
cómo va todo. Y yo digo que bien,
miento y no les engaño, ellos saben
quién me quiere y quién no. Mis hijas miran
con esos ojos que son mundos plenos.
No entienden casi nada. Yo tampoco.
Salimos del portal, la nube se desgaja,
mis fantasmas siguen allí, sonríen.
Desde lejos me abrigan con su sombra.
Africanas (Inédito)
La luna está africana y yo también.
Esta noche se ha puesto
del color de las lámparas
de cuero de camello.
Yo, ajorca en el tobillo,
sudor en el escote,
tambores en las sienes.
¿Qué haces aquí? (De Cuéntamelo otra vez, 1999)
Creía que te había dicho adiós,
un adiós contundente, al acostarme,
cuando pude por fin cerrar los ojos
y olvidarme de ti y de tus argucias
de tu insistencia, de tu mala baba,
de tu capacidad para anularme.
Creía que te había dicho adiós
del todo y para siempre, y me despierto
y te encuentro de nuevo junto a mí,
dentro de mí, abarcándome, a mi vera,
invadiéndome, ahogándome, delante
de mis ojos, enfrente de mi vida,
debajo de mi sombra, en mis entrañas,
en cada pulso de mi sangre, entrando
por mi nariz cuando respiro, viendo
por mis pupilas, arrojando fuego
en las palabras que mi boca dice.
Y ahora, ¿qué hago yo?, ¿cómo podría
desterrarte de mí o acostumbrarme
a convivir contigo? Empezaremos
por demostrar modales impecables.
Buenos días, tristeza.”
Siempre creí que solo las palabras (Hilos de Seda, 2003)
Siempre creí que solo las palabras
salían de mi boca, y que eran ellas
las que lograban aplazar mi muerte.
Hoy sé que de mi boca sale un hilo,
transparente y tenaz como un insomnio,
que te ha atado a mi vida para siempre.
Luz del mediodía (Estoy ausente, 2004)
Ni tu nombre ni el mío son gran cosa,
sólo unas cuantas letras, un dibujo
si los vemos escritos, un sonido
si alguien pronuncia juntas esas letras.
Por eso no comprendo muy bien lo que me pasa,
por qué tiemblo o me asombro,
por qué sonrío o me impaciento,
por qué hago tonterías o me pongo tan triste
Si me salen al paso las letras de tu nombre.
Ni siquiera es preciso que te nombren a ti,
siempre nombran la luz del mediodía,
la fruta, el paraíso
antes de la expulsión.
Vísperas I (Falsa pimienta, 2013)
La Ciudad del Ombligo de la Luna
me espera con los brazos abiertos como un pájaro
que tampoco esta vez alzará el vuelo.
Malheridas quizá, plomo en el alma,
sangre en los ojos y en las plumas barro,
el ave y la ciudad quedarán juntas
cuando yo emprenda el vuelo de regreso.
Mi piel volverá a casa, y todos los colores
que eran la vida no serán capaces
de maquillar el plomo ni la sangre ni el barro
que eternamente cargaré conmigo.
EL DOLOR
El dolor no humaniza, no ennoblece,
no nos hace mejores ni nos salva,
nada lo justifica ni lo anula.
El dolor no perdona ni inmuniza,
no fortalece o dulcifica el alma,
no crea nada y nada lo destruye.
El dolor siempre existe y siempre vuelve,
ninguno de sus actos es el último
y todos pueden ser definitivos.
El dolor más horrible siempre puede
ser más intenso aún y ser eterno.
Siempre va acompañado por el miedo
y los dos se alimentan uno a otro.
VAMOS A HACER LIMPIEZA GENERAL
Vamos a hacer limpieza general
y vamos a tirar todas las cosas
que no nos sirven para nada, esas
cosas que ya no utilizamos, esas
otras que no hacen más que coger polvo,
las que evitamos encontrarnos porque
nos traen los recuerdos más amargos,
las que nos hacen daño, ocupan sitio
o no quisimos nunca tener cerca.
Vamos a hacer limpieza general
o, mejor todavía, una mudanza
que nos permita abandonar las cosas
sin tocarlas siquiera, sin mancharnos,
dejándolas donde han estado siempre;
vamos a irnos nosotros, vida mía,
para empezar a acumular de nuevo.
O vamos a prenderle fuego a todo
y a quedarnos en paz, con esa imagen
de las brasas del mundo ante los ojos
y con el corazón deshabitado.
EL PUENTE
Si me dicen que estás al otro lado
de un puente, por extraño que parezca
que estés al otro lado y que me esperes,
yo cruzaré ese puente.
Dime cuál es el puente que separa
tu vida de la mía,
en qué hora negra, en qué ciudad lluviosa,
en qué mundo sin luz está ese puente,
y yo lo cruzaré.
De Roto Madrid, Renacimiento, 2008
CUÉNTAMELO OTRA VEZ
Cuéntamelo otra vez, es tan hermoso
que no me canso nunca de escucharlo.
Repíteme otra vez que la pareja
del cuento fue feliz hasta la muerte,
que ella no le fue infiel, que a él ni siquiera
se le ocurrió engañarla. Y no te olvides
de que, a pesar de los problemas,
se seguían besando cada noche.
Cuéntamelo mil veces, por favor:
es la historia más bella que conozco.
De Cuéntamelo otra vez, La Veleta,1999
ÍCARO
Se derriten al sol
las alas que les pongo a los recuerdos:
a unos, para que vuelen hasta mí:
a otros, a ver si emigran para siempre.
De Falsa pimienta, Renacimiento, 2013