LA VIDA ES UN EMBARGO [Mi poema] Ángel Gracia [Poeta sugerido]
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MI POEMA… de medio pelo |
La vida es frágil, corta y se deshace Lo mismo que el vulgar azucarillo Si alguno hay que te invita a sus altares Despierta, no seas ciego, abre los ojos, |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Ángel Gracia
(XXVIII premio de poesía Santa Isabel)
SEÑOR DE LA DANZA
Borrar el principio, escribir
el fin. Crear signos,
nombrar números y edades.
Regresar a las primeras palabras
que el aire oyó.
Yo, que creí en el manantial de luz,
en la tierra recién hollada. Yo, que imaginé
la lluvia abrazando a las raíces.
Yo tuve la eternidad entera para celebrar el día.
Aquí yacerá el mundo, dije. Su alfabeto
de sílice. El poema de piedra. La canción
de las hojas de noche. Pero pronto brotaron
las lápidas, las agrias plegarias.
Dioses y hombres juntos sin saberlo,
negándonos, nombrándonos.
Un dios no es nada, pensé,
sólo un vacío inmóvil. ¿Soy, pues, la nada misma?
Un hombre no es nadie. Una nada que camina
hacia sí misma, hacia su centro desangrado.
Así, la fe torturada de la repetición,
así, el miedo por el sueño del vigía.
Yo os creé y yo os destruiré.
Vuestras voces hablaron
del silencio, de mi voz.
Pero yo aguardé en la roca,
nadé en la montaña y su nube,
dormí con el rumor de las explosiones.
Yo os creé y yo os destruiré.
Sin ira. Sin piedad. Uno a uno,
porque no sois infinito.
No pensaré en ninguno de vosotros.
No recordaré vuestros nombres.
No os daré tiempo, sólo el espacio
donde debéis desaparecer.
Principio y fin reunidos en mi mano.
La luz negra inunda la luz.
Las palabras abandonan las cosas.
Aquí yace el mundo.
El horizonte se acaba en esta línea.
FUENTE DE LOS MACHOS
Junto a la fuente,
bebo en las manos de mi padre.
El agua me sabe a tierra
entre las grietas antiguas de su piel.
Mi padre aparta sombras con el brazo,
y me sienta en un árbol caído.
Era muy viejo, dice, deshaciendo su ceniza.
Y me lava la frente con su pañuelo de nubes,
y veo en sus hombros arder el sol.
Abrimos mandarinas a la mañana.
Hundimos los dedos en sus cortezas vivas.
Comemos y comemos.
Las hormigas se llevan peladuras
hacia su pequeño agujero negro.
Cargan hasta sesenta veces su peso,
lo leí en un libro.
Las bicicletas duermen en la tierra fresca.
Mi padre y yo sabemos que la rueda
perdurará por los siglos de los siglos.
Comemos y comemos.
Mi padre cuenta las piezas que me da,
y yo, los gajos que caben en mi boca.
Los gorriones nos roban los más pequeños.
Son muy listos, dice mi padre, no necesitan caminar.
Bebemos más y más agua
en la fuente luminosa, pero el dulce sabor
agrio de las mandarinas permanece.
Los saltamontes caen sobre mi cabeza.
Me conocen de otros veranos.
Llevaré el que se deje atrapar al agujero negro.
El mundo está bien hecho porque lo hizo mi padre.
FIEMO AMIGO
Fiemo amigo,
tú que regeneras a los muertos,
que trabajas para darles vida,
bebe un trago de agua
y háblame de la muerte.
Fiemo fresco y vigoroso,
que engendras rosas tardías,
que engañas a las estaciones
con el aroma sudoroso de la mañana,
descansa en mi cabaña y háblame.
Fiemo amigo,
dame tu mano, reconcíliame
con las heces de la muerte.
ALEGRÍA
Cada día soy brizna de la alegría.
Cuando amo todas las cosas
y sólo puedo amarte a ti,
simiente cerrada, tallo sediento,
cuando quiero abrazarte, ahogarme
en cualquier forma de vida,
brote más alto que el cielo.
Amo y me traiciono
y ya no estoy conmigo
y se revientan mis venas
azotadas por la dicha,
me derramo sobre la lluvia
enclaustrada entre rayos,
a la deriva devoro la vida.
Por el aire arrojo amor,
por los acantilados
me arrojo para abrazarte,
abrázame.
FELIZ Y MORTAL
Aletea un instante,
deja hebras en el cielo
y muere lejos del sol.
Alza abismos
y se hunde en las dunas.
Huidiza,
fugaz.
Se agosta en las sombras
y duerme en el aire.
Ama la maleza,
los rastrojos, los sarmientos.
Ampara la flor del páram
y el alma de las alimañas.
Cae sobre los párpados
de los ciegos,
feliz y mortal,
la luz.
PAISAJE
La luz se despoja
de sus pecios.
El abejorro arranca
el ala ajada
del pétalo alto.
El pantano ama sin esperanza
a la luciérnaga y se ahoga
en su lecho
de tierra borrosa.
Los alisios
y los estorninos
cortan su lento aliento.
Todo paisaje
es obra de desbroce.
La tierra entera
es escritura que dura.
CINERARIO
Y de repente te descubres
ardiendo por los aires.
El meteoro ha mordido tu raíz.
Un incendio blanco te astilla.
Tu llama es árbol tembloroso.
Eres célula de sol vivo
en la carne de la nada.
Eres quemadura en el papel.
Los brotes de la tierra
consuelan tu ser de ceniza.
TODO LO QUE EXISTE
La alegría del aire
y el cansancio del viento.
El florecer de la nieve
y el agotamiento del agua.
Todo lo que existe
te convierte en lo que eres.
Tu mirar de abeja
se desparrama por los campos
enrejados del lenguaje.
Tu decir de gorrión
con las migas se comunica.
Ya no huyes,
te unes a la huida.
ALUMBRES
Tengo alumbre
para la labor del cielo,
alumbre impuro
para lavar la luz,
para evaporar el verso
que anida en el charco.
Tengo alumbre
para inflamar las llamas
mudo alumbre para morder la letra,
para disolver el poema.
Tengo alumbre
para aplazar la putrefacción
de los muertos.
Alumbres tengo
para tejer las sílabas,
para alumbrar el papel.
TEA
Los muertos son
una tea sólo visible
a nuestros ojos.
Una nada que alumbra
nuestras manos.
Los muertos son
todo lo que tenemos
cuando contamos las noches.