A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
DOS INTENCIONES [Mi poema]
María Ángeles Lonardi [Poeta sugerido]
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MI POEMA... de medio pelo |
La muerte siempre espera en mi zaguán Dos hechos por igual, dos intenciones, Ambos dos nos provocan emociones Cuida bien el empeño que tú pones |
Las equivocaciones forman parte del aprendizaje de las personas y sirven para mejorar. Sólo hay una cuyo error es fatal: la muerte.
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: María Ángeles Lonardi
PRIMAVERA
Estabas ahí y nadie podía hablar contigo.
Tu sabes reír y hasta desarmar una sonrisa.
Tu sabes perfumar y consumirte.
Estabas de paso, como quien va sin prisa.
En medio de los parques habitas,
en las románticas calles de la memoria
primavera festiva y exquisita.
Dejas que broten los verdes y cubran la piedra.
Dejas que los ríos fertilicen y la tierra se abra
como recién parida…
El polen vuela, irrespetuoso
de flor en flor, generando algarabía
y te derramas, te entregas
has hecho un pacto con la vida misma.
Las diosas te traen ruegos y reclamos
y tú, impávida, como quien va sin prisa,
sueltas una carcajada, apartas la verde hierba
por donde pisas, con tus blancos pies
y te deslizas como flotando
entre la ensoñación y una caricia.
Se huele a jazmín al abrir las ventanas
porque si vienes, tú me avisas.
VERANO
Se ha llevado mi ropa, ha vaciado el armario.
Ha esparcido las sombras, todas boca abajo.
Ha vuelto transparente el techo
y se columpia en el jardín eufórico.
Hasta los árboles mustios buscan donde esconderse
porque el calor los agobia, los quema
los consume por dentro…los desvanece.
Buscan también las flores la sombra y bajo el sol
se esconden ensimismadas perfumando
hacia adentro, bajo los toldos, en los patios,
tras las macetas…intramuros…
hasta bajo el cemento.
Huele a pescado frito cerca del mar…
y en la orilla, la espuma transgresora se retrae
encogida de hombros te hace un guiño
que te invita a lanzarte mar adentro.
Te bebes las olas, hasta la arena, a bocanadas,
pero nada alcanza para apagar el incendio.
Queman las venas, las entrañas y más adentro
y al mirar las huellas en la arena
una espiral de humo se levanta del suelo.
Se graban a fuego las huellas en este verano
de calor intenso…
Y por la noche, pides a gritos, entre sueños,
una manta que cubra tus despojos quemados
en carne viva y cada vez más sedientos.
OTOÑO
Perdóname le dije al viento
Pero, no eres bienvenido,
en este paisaje tranquilo.
Aúllas donde mis bordes
y delineas viejos miedos
amordazados, ocultos
bajo la piel de durazno.
Esta vez
llegas muy temprano.
Se despereza
el ojo avizor perpetuo,
notando tus cadencias
en el crujir de las hojas secas,
en el ulular del silencio.
Nada me dices. Nada me traes
Nada me pides.
Sólo dejas la soledad
de los árboles en el parque
y el mar con ese azul tan intenso.
Generoso te instalas mientras
el reloj acorta los días…
y de vez en cuando
le levantas la falda
a alguna incauta niña,
viento irreverente,
de otoño perverso.
INVIERNO
Ha venido
corriendo detrás del soplo
enfurecido del viento,
que arrastró las hojas secas del otoño.
Ha venido y se ha derramado
como un manto de escarcha
congelando las ganas
y la ilusión.
Ha venido hasta mí…
Ha flirteado con el aire
y se ha sentado a mi lado
para hacerme compañía
como quien pasa inadvertido
sin nada que hacer en esta tarde
pensé…
Ha venido para quedarse.
Ha venido
casi sin presentarse, como
un parpadeo repentino.
De pronto, lo vi encogerse de hombros
levantar el vuelo
y encaramarse furtivamente
a una bufanda desprejuiciada
que enredada en un extraño abrigo
se deshilachaba, en una danza provocativa.
Y lo vi alejarse,
huir despavorido
sin embargo, siento que dejó su alma conmigo
en este helor de huesos
de frío invierno…clandestino.
¿De qué depende?
Los juegos de hoy no son los de ayer.
Hemos perdido las ganas de jugar.
Hemos mandado a dormir al niño
que llevamos dentro
y nos hemos parado
en el primer peldaño del miedo
con toda la escalera por delante.
Y nos hemos mirado en el charco
más pequeño, antes de saltar…
y hemos aceptado que Ícaro
ya intentó y no pudo
llegar al sol, por eso,
¿para qué aventurarse?
Hemos aprendido a ser
quienes quieren los demás
pero, no somos los acróbatas,
los mimos, los arlequines,
los payasos, los soñadores,
los aventureros que llevamos
grabado a fuego en el ADN.
¿Sabemos en realidad
de qué depende nuestra existencia?
Por lo pronto, tengo claro
que hoy comeré sin culpa
y me miraré al espejo,
sin fingimientos, y le hablaré
a mi fiel almohada,
sin remordimientos.
Le confesaré que quiero jugar
como la niña que fui
y que echo de menos.
Aunque la vida no sea un juego.
(De Poemas para leer a deshoras, Letra Impar, 2017)
Ítaca
Cuando un día emprendas tu viaje,
más allá del sur encontrarás un baluarte
de recuerdos, de soles de nostalgia
contenidos en un abrazo
y podrás sentarte a contemplar sereno,
a la vera del camino recorrido,
los éxitos y los fracasos.
Inspirar profundo y contener el aire
hasta reconocerlo, hasta saberlo tuyo.
Abrirte y en cada revoloteo de palomas,
dejar que se te escape el alma
y sentir un escalofrío que sube por la espalda
para dibujarte en la boca una sonrisa.
Reconocerás entonces
esa Ítaca que estabas buscando…
Y al llegar la mañana,
el sol partirá en dos el horizonte,
te cegará los ojos, inclemente y vil,
pero podrás dejarte caer sobre la hierba
después de haberte comido el mundo,
después de haberte dejado la piel
en cada beso, en cada batalla, en cada llanto.
Podrás dejarte caer mientras el destino
se hace mueca, se hace cobijo
agazapado y sonreirás de espaldas al ayer.
Sabrás que has llegado,
oliendo a tu tierra, a ti mismo,
más allá del sur, más allá de una mirada.
(De Más allá del sur, Poetas desde Almería. Antología de Poetas del Sur. Letra Impar, 2017)