ANDAR PERO POQUITO A POCO [Mi poema]
Natalia Esquivel Benítez [Poeta sugerido]

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MI POEMA …de medio pelo

Pues cuanto más oscuro es el camino
a ambos lados se debe de mirar,
tropiezos hay que debense evitar
usando de las dotes de adivino
o siendo más prudente al caminar.

Que andar si éste es un ciego es peligroso
sin una referencia a que agarrarse,
andar por esta vida haciendo el oso
pensando que lo que hace es muy gracioso
sin nada ni un espejo en que mirarse.

Andar poquito a poco, despacito
y no como un caballo desbocado
corriendo sin control de uno a otro lado
haciendo del cerebro un requisito,
prudencia es la virtud que dios le ha dado.

De tanto y tanto ver si se ha cansado
la vista pues no para de mirar,
recurso, la memoria a recordar
que al fin de ese trayecto hay un cercado
y nadie se lo puede ya saltar.

No sirven ni las fiestas de guardar
pues todo ese camino habrá acabado
los ojos, la memoria echando a un lado,
e incluso la costumbre de soñar
se irán con los enseres del finado.
©donacianobueno

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MI POETA SUGERIDO: Natalia Esquivel Benítez

La canción de la lluvia

¿Quién toca el arpa de la lluvia?
Dulce María Loynaz

Con la lluvia sueña la tierra
cantos del río,
cantos del mar,
cantos de hojas
que por el viento van.

Con la lluvia, los sonidos,
son tambores de cristal
y se esparcen en arados
y en los ecos de un trinar.

Con la lluvia canta el ave,
canta el niño
y el rosal.

Con la lluvia los sonidos,
son cadencias de humedad.

Con la lluvia sueñan todos
con crisálidas de agua,
aguas del río,
aguas del mar,
aguas de un arpa
que canta al compás.

Con la lluvia, los latidos
son rumores, nada más
de los montes cristalinos,
de horizontes de agua
y sal.

Tesoros del Sahara

El viento silba
por mi barrio
con voz aguda
llama a la puerta.
Dicen que trae nubes
del desierto,
colores pintones
y bruma seca.

El viento pasa muy de prisa
recorre las aceras,
pregona tesoros del Sahara,
sopla secretos
de otras tierras.

Yo lo escucho desde la ventana
con asombro, conmovida,
que a puro golpe de tambor
¡a lo mejor canta
en africano
una poesía!

El mundo es una canción

“El mundo es una canción”
Rodolfo Dada

Sueña y vuela entre colores,
tan extensa como el mar.
Cantarina y risueña.
Nota a nota
o al azar.

¡Ay, el mundo rueda y canta!
Canta y rueda en un sinfín.
La tonada, alta en el día
y en la noche un serafín.

Lleva voces como encantos
y alegrías en la piel.
Su memoria es como un viaje
de sonidos y pincel.

¡Ay, el mundo rueda y canta!
Canta y rueda en sinfonía.
En la lluvia, una tonada.
Y en el sol, una poesía.

Corazón Jilguero

“Todos los niños pueden ser pájaros cantores”
Fernando Chávez R.

Mi corazón jilguero
revolotea en los cerros.

Se va lejos,
muy lejos
y regresa en los brazos de las flores
y el viento.

Mi corazón jilguero
tiene su nido en mi pecho.
Sale de mañana,
muy temprano
a rociar los cantos
de sonidos y versos.

Mi corazón jilguero
en sol,
en mi,
salta y juega en el jardín,
mientras sueñan las canciones
a ser pájaros de luz.

II

Difícil es desbocar
mi corazón en tu lecho.

Ya no sé si quiera quién eres
ni hacia qué neblina vas.

Hacia los fragmentos de mi cuerpo
viaja este dolor de hojas secas.

Quisiera hollar tu silencio y simplemente amarte.

Con profundidad de raíz
excavar la aurora…,
pero ya no logro retenerte.

Te vas desdibujando, día a día
como el latido de la muerte
que resuena,
viajero en los ocasos.

No me lleves contigo,
es muy tarde y me esperan.

V

Deshabitar la casa que nunca fue nuestra.
¡Cómo me muevo en ella con torpeza!

Inmóvil frente a la cocina,
me arrinconan las paredes de cal,
me desborda el mar en las pupilas
y octubre reafirma su sed en las ventanas.

En la concavidad de cada segundo
hay un murmullo: es la grieta del tiempo
que desgarra mi afán.

Hoy vivo en una caracola
y el sonido de mi pecho,
ancestral como las olas,
me golpea.

Sí, ya me voy de esta casa
que nunca honramos con flores ni melodías.

Me llevo su silencio,
su eterna nitidez
y el retumbo de mis pasos
en la arena.

Ya he empacado todo
lo que no pudimos ser.
Del poemario Andamios de lluvia

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MI POETA INVITADA:  María Auxiliadora Álvarez

EL ACANTILADO

madre
quisiera que nuestro dolor fuera un barco
dándose golpes contra un acantilado

y quisiera
madre
oír
el estallido final
de este cuerpo indivisible
en agua
sangre
y madera de sal

y sentir el acantilado
incrustarse en nuestro pecho
con un sólo martillazo
sordo y definitivo
esparciendo el aire de nuestros pulmones
como ronquidos de silencios
mucho más frágiles
que el inmenso tamaño aparente
que llevan los barcos
como los nuestros
por el medio de esta desgracia
inacabable del mar

y quisiera
madre
que de una vez
se abrieran en pleno las compuertas
y entraran y salieran
todas las aguas detenidas
y todas las partes podridas y perdidas
de esta embarcación compartida
que se nos ha dado por vida indeseable
y engorroso trajinar
de Páramo solo, 1999

PÁJARO DE SED

No de toda lágrima desciende un cuerpo de agua cristalina

no toda lágrima es un pájaro de sed No toda lágrima es lluvia de reverdecer:

algunas flores poseen un aroma de náuseas.
de Las regiones del frío, 2007

el hueso de la apuesta

el regreso de la excavación trae los cartilagos rotos El hueso de la apuesta
es una tela corta
colgando en tiras
mas en la distancia se siguen contando los granos secos de la harina
que no alcanza
–el enfermo no atendido en el paisaje desierto– La sed que no aplaca
pero ofrenda
Su sequedad
piedras de reposo
todo lo que quiero decirte hijo Es que atravieses el sufrimiento
Si llegas a su orilla si su orilla te llega Entra en su noche
y déjate hundirque su sorbo te beba que su espuma te agobie Déjate ir
déjate ir

Todo lo que quiero decirte hijo Es que del otro lado del sufrimiento
Hay otra orilla
encontrarás allí grandes lajas Una de ellas lleva tu forma tallada
con tu antigua huella labrada Donde cabrás exacto y con anchura
no son tumbas hijo son piedras de reposo
con sus pequeños soles grabados y sus rendijas.
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Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

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