A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
Solo poesía
¡Oh, muchacha apenada que en la arena,
-el lugar donde el mar peina las olas-,
vas soltando la broza de tu pena
para así liberar de su condena
sentándote a sufrir con ella a sólas!
Las ideas trozos son de pensamiento
y de imaginación
cortados de raíz a cuchilladas
para después despanzurrar
en un muro de lamentaciones
con sus vísceras saltando hechos trizas por los aires
para uso y disfrute de insaciables vampiros
que desde las múltiples Transilvanias
han de venir a chupar la sangre
y si así fuera
en sus flemas ahogarse de placer.
Se fue aquel hombre que todo lo sabía,
que asesoraba él mismo al ignorante,
el que era ingenuo y el que era un petulante,
agnóstico, el ateo, el que creía
de la verdad supina un fiel marchante.
Ya sabe que es mayor, mejor, que es viejo,
la muerte va pisando sus talones,
que escaso anda de vicios y pasiones,
y de cerca precisa un catalejo
para trazar renglones.
Pongamos que yo soy un comediante,
que gozo fabricando mil enredos,
un tipo inaguantable, petulante,
de mal genio, carácter mal talante,
que va tomando el pelo con sus credos.
Daría mi alma al diablo si el diablo lo admitiera
partiendo del supuesto que el alma sirve de algo,
si poco es lo que queda, coger lo que quisiera
o con piedad pidiera decirme nada valgo.
Bienvenido de San Pedro al paraíso
do brilla por su ausencia allí el pecado,
al que entrar no se admite sin permiso
a menos que se encuentre caducado.
He oído decir a alguien que sabe,
que dice, que conoce o que él ha oído,
ignora o no recuerda, o que ha leído
y cree que de dios tiene la llave
a fuer de ser iluso o descreído.
Ha jugado al solitario y ha ganado y ha perdido
y en un beso se ha escondido, y en las cuentas de un rosario
y en el show de un calendario y en el soplo de un olvido
que retándole al mal fario a sus flemas se ha comido
y alguna vez él ha sido un farsante solidario.
La vida te da fuerte, te golpea,
con un rugido cruel y despiadado,
te mira y se mantiene así a tu lado
e impulsa a sucumbir en la pelea.
Hola, yo soy Donaciano, y tú?
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