SI EL MUNDO FUERA COMO QUIERO [Mi poema]
Miguel Casado [Poeta sugerido]
Miguel Casado [Poeta sugerido]
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Si a la verdad se uniera un requisito Si el hombre se mostrara más humano Si el mismo fuera honesto y campechano Si Dios un día diera un paso al frente Si todo fuera así, y es mi deseo,
MI POEMA …de medio pelo
haciendo que haya gente que la quiera,
y no que siga siendo una quimera,
robándole insaciable el apetito
a la maldad severa.
dejando ya de dar golpes de pecho,
obviando los rencores y el despecho,
amando a los demás como a un hermano
de frente y por derecho.
dejando y aparcando el egoísmo,
pensando en los demás, no en uno mismo,
y a todos agarrando de la mano
cual dice el cristianismo.
dejando de esconderse y se mostrara
tan sabio, tan audaz e inteligente
haciéndoles felices a la gente
y el miedo no sembrara.
el tiempo que el azar nos asignara
no habría quien al mismo lo ensuciara,
ni ncluso que al amor le hiciera un feo
ni un dios que lo fundara.
©donaciano bueno
Una muestra de sus poemas como en el árbol, desnuda, de una pasta esponjosa que su hermano, al que lleva en brazos del hombre flaco abiertas, respira la brisa la lluvia violenta de ayer, Si te gusta #Miguel_Casado... Share on XMI POETA SUGERIDO: Miguel Casado
LA RAMA en el ojo,
que el viento bambolea.
Sube y baja con el viento,
azota, misteriosamente
se la ve desde un sótano,
al pie de una escalera.AHORA QUE la cabeza está llena
y continua, en que nada
toma luz, se mira las manos
y encuentra el extraño callo de escritor:
hendido y rojo un momento
por la presión de la pluma. Y lee
sin entender la grafía negra,
esa forma plana del deseo,
plana y estéril.LA MADRE urge a la niña, le dice
-con más de treinta meses le cuelga doblada
la cabeza-, pesa como un muerto.
Y las palabras resbalan por el cuerpo dormido
y caen al suelo entra las dos;
la niña mira, con cuidado de no pisarlas.
De Tienda de fieltro, DVD poesía, 2004Autorretrato ante el espejo
y ya mayor, impreciso
de formas, completamente
cano. Pudo pintar
la miopía mirándose con esos ojos
hundidos y velados, con esos
ojos de no ver, toda la vida
mirando y sintiendo
el sentimiento de la vista.Tendido a oscuras, con las ventanas
de los árboles, ve la sombra
más negra de la habitación
de las ramas del moral, y la extraña
luz que se difunde en el cielo.
Luz de la noche,
equilibrio de verdad y mentira,
corriente sin manantial. Oye
el leve goteo del agua en la acequia,
tan rato desde hace años.
Oye lo que sabe y lo que no sabe
resuena en sus tendones. Luz
de la noche, no sabe si queda tiempo.La niebla absorbe en forma de nube
aplaca el color por unas horas,
aísla estos vecinos árboles del resto
del mundo. El carbonero viene
a la acacia y picotea la rama
casi exenta con leves cabezazos,
los grumillos verdes.
Veo crecer las hojas día a día,
se aplica cada especie
a su proyecto, tiene su ritmo,
su particular fiebre. El pájaro
repite el silbido como una evidencia
mecánica, la máquina de vivir.
MI POETA INVIRADO: Gabriela Villa
Laberinto
La jaula se vuelve pájara revuelto
cuando se desnudan sus manos
y me pregunto cómo
no castigar al viento si se respira
un delirio nuevo y repentino:
apenas un amor vuelto pájaro
aullando la muerte,
un sonreír detrás de la puerta
que se antoja inmarcesible
y baila sobre una nube
de tiempo (inmemoriado).
Es el exhalar que nos condena
a gritar —en silencio—,
este miedo que nos consume.
ROJO LUNAR
La luna ya no es luna,
sino reflejo repentino
de voz delirio que gobierna
sobre nosotras,
es el rojo sacrificio
del ojo marino indómito
con forma de mujer
y estrías de luz,
apenas el rito de la otra vida
de la copiosa selva,
exultante ¿esquiva?
IMPAR
Lanzar los fragmentos
al aire y mudarse
a lo profundo de la historia,
un hombro acerca la mano
traicionando la muerte
y el innegable
paraíso titubea el adiós:
el único abandono
(de tenernos)
por tan solo una vez.
MATERIA INVISIBLE
Encontré mi playa sola
por creer en el átomo
y en aquello que —sin verle—
se reconoce como propio
y existente.
Quizá la mar vacilante
que acepta la materia
que se asoma
desde lo profundo,
todo por asumir
que sin ver es imposible
y, por la noche (y a ratos)
no me queda más
que creer y creer llorando.
YOEIDAD
Se asoma tu sombra
al miedo del animal
que ya fui.
INFANCIA
Arrojar todas
las preguntas
que durante la infancia
se nos arrebataron
para que,
en cada gesticulación,
se nos diluya el temor
de la danza salvaje
que nos devoraba
el corazón de niñas.