QUIÉN ENSEÑO A LOS VIRUS A MATAR [Mi poema] Ramón García González [Poeta sugerido]
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Quien enseñó a los virus a matar, Quién el que haciendo fue la vista gorda ¿De donde surgió el bicho tan malsano? O acaso fuera un dios que despechado
MI POEMA …de medio pelo
quién hizo que haya gentes que murieran,
y obviando que pudieran suplicar
un día decidió tirar al mar
y tantos inocentes se perdieran.
pues tuvo que mirar hacia otro lado,
al ver que esa malade había llegado
tirando la esperanza por la borda
y al hecho maldiciendo resignado.
Si es cierto que algún hombre lo inventó
debieran de amputarle, digo yo,
la mente con la que hizo a ese gusano
que tanto fue el dolor que nos causó.
quisiera en un momento así vengar
del hombre al que trataba apaciguar.
Quien fuera que lo hiciera no es cristiano,
le mando hoy a la mierda a pasear.
©donaciano bueno
Una muestra de sus poemas A Joaquín Rodrigo, dueño de esa luz No sé si este Sol nacido Decir, Mujer, es decir: Si alguna vez no sintiera ¿Quién puede saber del viento Para mí, la Poesía, Soñaba que compartía Estaba José María, No existe un sueño de amor No te dejaran vivir Hay una oculta verdad No me asombré al ver tu verde, Si te gusta #Ramón_García_González... Share on XMI POETA SUGERIDO: Ramón García González
Faro de Cullera
entre naranjas y mar,
llegará en su caminar
a ver nada parecido.
Ni si al ponerse ha perdido
la gracia y se desespera.
Sólo sé, que cuando muera,
si es que el Sol puede morir,
volverá para latir
sobre el Faro de Cullera.Mujer
Manantial de la Belleza.
Natural Naturaleza
que nunca puede morir.
Decir, Mujer, es abrir
el labio al amor primero
y sentirse prisionero
en un verbo de pasión,
donde aprende el corazón
por primera vez: ¡Te quiero!Mediterrania
frente a mis ojos el mar.
Si no pudiera soñar
despierto por su ribera.
Si mi tumba no tuviera
tierra de su litoral…
dejaría el manantial
de mis ojos, siempre abierto,
para ser, después de muerto,
cenizas, pero de sal.¿Quién puede saber del viento…?
lo qué la veleta sabe,
ni quién poner como el ave
la gracia en un movimiento?
¿Quién pone más sentimiento
cantando qué un ruiseñor,
ni quién como un soñador
más verdad en sus quimeras?
Todo y más, si tu quisieras,
decirme una vez: ¡Amor!Interior
es un jardín inventado
donde sembrar lo soñado
es el pan de cada día.
Pequeña filosofía
de mi manera de ser.
Pues más vale embellecer
lo que nunca se ha tenido,
que dejar en el olvido
el último amanecer.Soñador
contigo un sueño de amor
y que te llamaba flor
el arcángel de María.
Soñaba, ¿qué soñaría?,
entre cantos gregorianos
y estos sueños artesanos
de alcanzar lirios ajenos,
que al despertarme tus senos
aun perfumaban mis manos.A José María Pemán
el de «El Divino Impaciente»
con los ojos como ausente
frente al mar de su bahía.
En qué verso pensaría
y en qué nombre de mujer,
que rodaron sin querer
dos perlas por sus mejillas,
tristes como las semillas
del sol al atardecer.Sonata a Rubén Darío
sin un nombre de mujer,
ni existe un amanecer
que no despierte una flor.
Todo es posible, Señor,
para el que piensa y medita
que el poeta necesita
del amor para vivir,
como, Rubén, el decir:
Margarita… Margarita…Generacional
como quieres, ni soñando.
Vivirás amortajando
tu verdadero sentir.
Y un día habrá de venir
en que al mirarte al espejo,
no encontrarás ni un reflejo
de tu primer ideal:
Perla sobre el lagrimal
de tu corazón ya viejo.Oculta verdad
en un ser recién nacido
y en ese débil latido
de un corazón sin edad.
Es cuando en la oscuridad
transforma su cuerpo en nido
y en el se queda dormido,
esperando ese momento,
en que le sale al encuentro
por primera vez Cupido.Encuentro con la mar
ni tu azul, ni tu esmeralda,
ni la espuma de tu espalda
que enamorada se pierde.
No sentí, que yo recuerde,
tus atardeceres rojos,
ni recogí los despojos
de alguna desilusión.
Sólo dije: «Soy Ramón»
y te subiste a mis ojos.