HACIENDOME PREGUNTAS [Mi poema] Silvia Tomasa Rivera [Poeta sugerido]
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MI POEMA… de medio pelo |
Hoy triste, estoy muy triste, ¿por qué triste? Hoy sueño, tengo un sueño, ¿por qué sueño? Hoy vivo, por qué vivo, ¿qué es vivir? Hoy sólo estoy haciéndome preguntas Quisiera ya afilar todas las puntas, |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Silvia Tomasa Rivera
El deseo
El deseo: pájaro negro en la noche,
abre sus alas y golpea.
Muerta el alma el deseo la hace espuma,
los caballos del mar ya no están quietos,
se exaltan y pierden.
El hombre se mueve, en esa marea
ahoga sus sentidos.
El deseo, no es un sentir apenas,
yo lo he visto
enrojecer los labios de los muertos.
Fin de fiesta
Porque no tengo necesidad de hablar
estoy callada.
Suena triste pero es más verdad que el silencio.
Anoche hablé hasta que me dolió la comisura
de los labios.
Pero anoche era un tigre.
Ahora soy aquella, la hija del hombre:
sin mañana
sin semilla
sin voz.
Sólo una idea perdida
entre la ropa sucia.
La ciudad
I
De la ciudad
no puedo decir nada
porque llegué dormida
como quien llega al mar
a no pensar.
II
Vivir en la ciudad
es como un sueño largo
uno no sabe nunca
cuándo va a bostezar
y empieza el despertar.
III
La ciudad
es una vaca echada
nadie la vio pasar
pero llegaron a sus ubres
a aprender a mamar.
IV
De la ciudad
no amo a los que dicen
que quieren regresar
la ciudad se hizo para hablar
el mar para callar.
V
La ciudad
tiene el alma de todos
en un hilo invisible
que estrangula las ganas
de llorar.
VI
En la ciudad sólo viven
los que tienen valor
para no regresar
a morderse los sueños
en el mar.
COMO LAS UVAS
Ese hombre que se fue
ahora es mío.
He apostado
sobre los bajos fondos
de la noche
la vigilancia artera
de sus ojos.
Desde los altos bosques
que me habitan
vengo acechando
la música voraz
que sube por sus piernas
inundándolo todo:
los espacios más breves,
los campos más abiertos
donde nacen los ríos
que sólo desembocan
en el centro
dorado de su vientre.
Ese hombre es para mí
como las uvas,
como el pan y el vino.
Es pura realidad
como sus manos.
EL ÚNICO QUE DIO
en el banco vital
de los sentidos.
Ahora es mío,
para todas mis bocas
derramado
de la noche hasta el alba.
Es decir:
existe para mí,
desnudo en mi memoria,
bajo la eternidad
de los instantes.
LUNA CAUTIVA
Luna que se alza
en lo alto del cielo.
Rotunda
con sus propios latidos.
Mírala desde aquí,
donde la voz no es canto
de los hombres;
solamente ondas de luz
que se trasmiten
como el vaho caliente
del deseo.
Ondas que permanecen
rotando sin parar
en una órbita cautiva
infinita y perfecta.
Nada como eso
es la luna sin ti.
Antes de ti, nada.
Sólo el baldío del cuerpo.
Con el alma.
ME HUNDÍ EN TI, SUAVE,
como un durazno que resbala
de las manos de un niño.
Como agua
en la resequedad
de la tierra
de los viñedos del norte.
Sin miramientos,
limpia y húmeda,
entré en tu boca
como un racimo de uvas.