ESTE MUNDO ES UN PAÑUELO [Mi poema]
Gaby Sambuccetti [Poeta sugerido]
Gaby Sambuccetti [Poeta sugerido]
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MI POEMA… de medio pelo |
Se dice de este mundo es un pañuelo, Sucede que avanzando en el desierto Resulta que nadando entre dos aguas Ocurre con frecuencia, a mi me ocurre, |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Gaby Sambuccetti
La pandemia que no vino
Me imagino una pandemia sin televisión:
canales de noticias cerrados,
Netflix cancelado,
Amazon en quiebra.
Me imagino una pandemia sin políticos:
Partidos que se parten.
Fondos sin usar.
Discursos para no manipular.
Me imagino una pandemia sin estadística mundial:
sin divisiones entre países,
sin anotar goles de muertes,
sin utilización de cuerpos para tapar.
Me imagino una pandemia sin redes sociales:
sin batallas de likes,
sin imponer la reacción,
sin esa inútil discusión.
Me imagino una pandemia sin capital:
sin que se pierda la inversión,
sin tener el control,
sin la fragmentación.
Sin estafadores, charlatanes, psicópatas, idiotas, superficiales…
El problema
de esa pandemia
es que el virus no tendría
a quién matar:
Ya no quedaría casi nadie
en esta ensombrecida tierra,
plagada de cuerpos sabios,
y mentes
sin
razón.
Mis sueños
Estoy tan cansada
de la gente que nos llama soñadores
por todo lo que hicimos bien.
Tenemos tantos problemas: las emisiones,
y la tala,
o ambas cosas,
o comer las partes de animales que no necesitamos,
mientras se llenan los periódicos con las caras no tapadas
*Anónimo son siempre los mismos.
El río está hecho de deshechos,
el desierto ya no es el Sáhara:
está en nuestras venas.
Hay una brisa en nuestra garganta
que desaparece lento.
Y la ciencia ya no puede más con nuestro desastre.
Un día soñar con lo que está bien va a ser tan humillante
que ya no nos van a llamar soñadores,
van a buscar nuevas formas de torturarnos.
Cerrar nuestros ojos va a ser tan ilegal,
que no vamos a poder ir a ningún lugar,
ni siquiera con los ojos cerrados.
Nos vamos a ver como una especie de Cristo,
separándose de la astillada cruz:
seremos su premio.
Y nuestros sueños nos van a atravesar las manos
como clavos de oro,
pero la sangre no va a caer esta vez desde esa corona de espinas.
Algo más va a caer.
Algo invisible se derramará.
Pero quién quedará en pie
para sentirlo…
De The Good, the Bad & the Poet (2020)
Mi narciso
Narciso
se
hunde
lento
Y resucita.
Entre
periodistas
desilusionados.
Levanta sus pies
azules,
en el mañana.
Narciso junta los fragmentos.
Arma una luna nueva.
Los mitos son reflejos
calcinados.
Narciso
tiene mil
espejos.
Nada perece. Nada permanece.
Narciso
fuga entre
las alas
de un
rompecabezas
d e s a j u s t a d o.
Y esos niños ciegos no pueden armarlo.
Ese es el final. Oficial
o reciclado.
Del narciso en diez
televisores
asesinado.
En una
noche
oscura
de ninfas
y bosques
no
identificados.
De la antología Letters on Paper (2013)
Mi guerra
Esta soledad
tiene piel de lobo
y corazón de cordero.
Estoy muerta,
pero tengo este esqueleto
lleno de calcio,
que se va a convertir
en sal,
y esa sal se va a volver burbuja,
y esa burbuja va a desaparecer
justo después de explotar.
La línea oscura en la orilla se secó,
pero yo sigo viva.
Alguna vez compusimos melodías,
pero hoy estamos en la trinchera.
Sé que recibiste un entrenamiento
para olvidar mi nombre
y aniquilarme sin piedad.
Yo me enteré que después de desaparecerme
no te van a dar mis tierras.
Quizás llores como yo cuando lo sepas.
Todos los días vivo tu estrategia
como si fuera el último soldado de esta guerra.
Sé que vas a ganar esta batalla
porque yo no voy a poder superar el shock
de verte apuntándome con un arma.
Me vas a matar antes de encontrarme,
y lo vas a hacer de espaldas.
Pero prefiero morir en la gloria
de esta nevada cordillera
antes que dispararte
en esa estepa seca.
Tengo malas noticias:
tienes un mapa incompleto.
Y además
una
gangrena
que te hace
la sangre
espesa.
Del libro The Good, the Bad & the Poet (2020)
Mis ídolos
Les voy a contar el secreto de muchos artistas consagrados:
Algunos están demasiado deprimidos, demasiado locos,
demasiado blancos,
demasiado ricos,
demasiado egocéntricos.
Incluso demasiado pedófilos o demasiado dealers.
Todos lo saben, pero muchos los siguen consumiendo,
como parejas disfuncionales de un crimen secreto.
Lo siento –No sabía que estaban ahí,
No me crean lo que estoy escribiendo. No es cierto.
Los artistas son talentosos.
Si seguimos usando las palabras correctas.
Si seguimos elaborando discursos perfectos…
Nadie va a ver los cuerpos.
Las piedras en sus manos.
La furia de las moscas.
Voy a tomar esa maldita flor del invierno,
Se la voy a dar a ese nene del metro,
ese que me pide una moneda.
Él vio el disfraz.
Él sabe que esto es falso.
Él sabe.
Del libro The Good, the Bad & the Poet (2020)
Mi final
El final es el corazón de los versos.
Es el arte de bajar el volumen.
Si el espectáculo valió la pena,
deberías estar de alguna forma involucrado:
porque ahora somos amigos,
despidiéndonos.
Espero ser más que una hoja gris de la calle,
caída y pisada,
y a punto de dejar de ser visible en tu vida.
Esto es el final.
Adiós.
Del libro The Good, the Bad & the Poet (2020)
II
Si fuese un político,
me conformaría con cosas pequeñas.
Pero, no.
Los colgados no hacen política.
Marea demasiado esta cosa:
Izquierda, derecha.
Derecha, izquierda, derecha.
Los colgados tienen que acomodarse bien la soga.
Si la manteca
está
en el techo,
Los colgados tienen que sacarla.
Si nos portamos bien:
nos dan más soga.
(de Los vidrios aman quebrarse)