A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
EL DÍA EN EL QUE EL SOL MURIÓ [Mi poema]
Sandro Luna [Poeta sugerido]
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MI POEMA... de medio pelo |
Fue una tarde de abril pálida y fría Tarde triste y plagada de misterio Fue esa tarde de abril parda y sombría Y de pronto produjo un apagón, Espero que este #suceso nunca se cumpla, o si, qué pasaría? Share on X |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Sandro Luna
POLVO
A Orland Grapí
De todo cuanto tengo tengo el polvo,
una suerte de polvo
que mirado al trasluz
da el milagro: el silencio.
Porque he negado todo cuanto tuve,
porque has dado mis ojos al asombro.
¿Qué flores plantaré en este jardín?
Estoy ardiendo aquí,
sin consumirme,
en el mismo sepulcro de las flores.
(de: ¿Estamos todos muertos? – Ed. Pre-Textos, 2010)
CIGARRA
Bajo la luz del sol
me ha prendido el cantar de la cigarra.
Amar,
amar así.
Ardiendo con la luz
en pura nada.
CONCIENCIA
Hoy me habla una voz que parece muy vieja.
Es igual que una nube, que la primera nube
que cruzó el universo
y atravesó la luz.
Esa gota de aceite, el pan que digo,
me recuerda a mi padre y a mi abuela
y al silencio del cielo antes de hacerse.
TIERRA PROFUNDA
He cerrado los puños.
Tu rostro está en mis manos.
Tierra profunda, dime:
¿Adónde van los muertos?
ROCÍO
Entonces no entendía
lo hermoso de la muerte.
¿Cómo puede la muerte ser hermosa?
Pero vi la belleza
cuando cerré tus ojos.
Si antes amé,
fue nada.
EL FRUTO QUE CAE
Qué hermoso es este cuento,
esta vida de nadie.
Y son así las cosas,
como magia.
No me engaña la muerte,
solamente sucede
igual que esa naranja a media tarde.
Mirando tus dibujos
Para mi hija Ana
Jugabas de mañana, cuando niña,
ante una luz naciente
con la arena y el agua,
deshacías castillos.
Las murallas de Troya
no habían sido aún
ni siquiera pensadas,
niña Homero,
ni imaginado Aquiles,
Esparta, Ulises, Héctor…
Mirando tus dibujos,
cuando escribo,
pienso si yo también,
con tanta devoción,
alguna vez tracé con tan pocos colores
palabras más exactas que ese cielo.
Y si supe escuchar ese galope
yo ya llevaba en mí
ese caballo en llamas más que el sol.
Ariadna
(Una elegía para mi padre muerto)
A María Moya Fombellida
Miro la catenaria
como si tú aún
tomaras el tranvía.
Y miro, sin mirar, el cielo; huele
a pájaros y a nube,
a tabaco, a café.
Y me queman los ojos
y pienso en esos trenes de carbón
y en avivar el fuego y en Ariadna,
como si ella pudiera,
ahora que eres pan para la tierra,
mostrar el laberinto con un hilo.
La pobreza
(Lágrimas)
A José Luis Vidal Carreras
El aire es un maestro
que no admite contrarios.
Cada noche,
en silencio,
entrego mi oración
al vacío que somos.
¿Es ésta la pobreza?
Gota viva y atroz,
haz que todo se pare.
Claro espejo del ojo,
dime ahora.
¿Cómo hacer el nudo de una horca?
(A medianoche)
El cerebro está oscuro cuando arde.
CARLOS EDMUNDO DE ORY
Mi escritorio soy yo:
una regla sin dueño, cien exámenes,
un verso emborronado, la libreta
de notas, ese lápiz
encima de un dibujo de mi hija,
el cargador del móvil,
un paquete de kleenex,
un vaso de cerveza, el cenicero,
Resurrección de Tolstoi,
un mail en la pantalla,
el Walden de Thoreau como una mariposa
de par en par abierto,
la baraja del Uno aún por barajar,
la impresora encendida,
restos de marihuana, la taza de café
de ayer por la mañana,
los libros de semanas apilados
igual que Il Campanile,
la llamada perdida del amigo al que amo,
lo que busqué en el Google la otra noche.
Niña pequeña
A Lara Paredes
Si yo no puedo verme,
me miraré en ti;
niña pequeña
que no sabes contar
aunque en los dedos lleves
el misterio del mundo.
Tonto
A mis alumnos
Hablé a mis alumnos de Tonto el otro día.
Tonto es un gato
perezoso y feliz.
Eduardo Jordá le dedica un poema.
Ellos desconocían
qué quería decir
alféizar o cortejo funerario
y, sin embargo,
por esos nubarrones que llegan desde el sur,
supieron que la muerte,
de algún modo,
ardía en las palabras que ignoraban.
Siento que dejan de ser felices,
que la vida, con su verdad a medias,
les obliga a otras cumbres más ruinosas.
Me parece entender a mis alumnos
lo mismo que a ese gato del poema…
Y por eso deseo
que Tonto permanezca
eternamente vivo en su memoria:
feliz, tumbado en el alféizar
mucho antes de la lluvia.