ACERCA DE MI OPINIÓN [Mi poema]
Hilario Ascasubi [Poeta sugerido]
Hilario Ascasubi [Poeta sugerido]
¡Gracias por leer esta publicación, ¿deseas comentar? haz click en el botón de la izquierda!
MI POEMA… de medio pelo |
Me gusta más aquel que no hace ruido, Me gusta el que es ingenuo e inocente Admiro de la vida la belleza, No quiero decir nada, no me mires, ¿Y a quién le importa a mi lo que me guste, |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Hilario Ascasubi
Advertencia a los uropeos cosquillosos
Van tres gauchos liberales
a quejarse, con razón,
de una floja y ruin aición
de dos gobiernos desleales.
Siendo gauchos, como tales,
se explicarán sin rodeos,
sin que dentre en sus deseos
ni un remoto pensamiento
de hacer en el fundamento
agravio a los uropeos.
Dedicatoria
Señor conde Palmetón:
a usté por lo bien portao,
y el haberse acreditao
¡tan lindo en su Intervinción!
Callejas, de refilón,
a nombre de la gauchada,
le dedica esta enflautada
celebrando entre otras cosas,
¡que en ancas le largue Rosas
por el Harpy una ensilgada!
¿Sabe lo que es ensilgada?
Es una vaina, patrón,
sin grano, y ¡con su perdón¿
que jiede a bosta quemada:
medio aceitosa, y buscada
en los pagos del Tandil
y propia para el candil
de cualesquier baladrón;
conque, atráquele, patrón,
esa mecha a Mistre Pil.
Isadora la federala y mazorquera (Fragmento)
Sabrán que esta moza al fin,
no es porteña, es arroyera,
pitadora y guitarrera
y cantora del tin tin.
Que vino de la otra banda
junto con los invasores,
y que sabe hacer primores
por todas partes donde anda.
Y que hace mucho papel
como güena federala
pues se refriega en su sala
con la hija de Juan Manuel.
La encuhetada
Hoy hará una trasnochada
apretando el imprentero,
y allá al rayar el lucero
piensa acabar mi versada.
Siendo ansí, a la madrugada
le echaré en la población;
pero antes hago intención
(se lo alvierto por si acaso)
de ir a pegarle un albazo
llevándosela, patrón.
Por ahora voy a largar
solamente el primer trozo,
y hay otro más cosquilloso,
que después le he de atracar
hasta hacerlo corcoviar
a ese conde Palmetón;
y le asiguro, patrón,
que no desprecio a otro inglés,
más que a ese maula, y después
a otro de un zaíno rabón.
Conque, va sabe, temprano,
mañana al venir el día,
me cuelo en la imprentería
de Hernández el Valenciano,
y me agarro mano a mano
a cimarroniar con él:
y en cuanto acabe el papel
dándomelo, de ahi mesmito,
me guasquiaré, patroncito,
a su casa de tropel.
Verá, señor, con qué esmero
ha pintao la estampería,
que le ha hecho a mi versería
Musiú Lebas, el santero.
¡Ah, francés, lindo!, ansí quiero
pagarle muy rigular;
y ansí tienen que alumbrar
los que pretiendan libritos,
con diez y ocho vintencitos
al tiro y sin culanchear.
Su amigo, Luciano Callejas.
La refalosa
Mira gaucho salvajón
que no pierdo la esperanza
y no es chanza
de hacerte probar que cosa
es «Tin Tin y Refalosa»
ahora te diré como es:
escuchá y no te asustés
que para ustedes es canto
más triste que viernes santo
Unitario que agarramos
lo estiramos o paradito nomás
lo agarran los compañeros
por supuesto, mazorqueros
y ligao con maniador doblado
ya queda coco con codo
y desnudito ante todo
¡Salvajón!
Aquí empieza su aflicción
luego después a los pieses
un sobeo en tres dobleces
se le atraca
y queda como una estaca
lindamente asigurao,
y parao lo tenemos
clamoriando y como medio chanceando
lo pinchamos y lo que grita
cantamos «la refalosa y tin tin»,
sin violín.
Pero seguimos al son
de la vaina del latón
que asentamos el cuchillo y le
tantiamos con las uñas el
cogote.
¡Brinca el salvaje vilote
que da risa!
……………
Finalmente:
cuando creemos conveniente,
después que nos divertimos
grandemente, decimos que al salvaje
el resuello se le ataje;
y a derecha
lo agarra uno de las mechas
mientras otro lo sujeta
como a potr de las patas
que si se mueve es a gatas
Entretanto nos clama por cuanto santo
tiene el cielo;
pero ahí nomás por consuelo
a su queja
abajito de la oreja
con un puñal bien templao
y afilao
que se llama quita penas
le atravesamos las venas
del pescuezo
¿Y que se le hace con eso?
larga sangre que es un gusto,
y del susto
entra revolver los ojos
……………
¡Que jarana!
Nos reímos de buena gana
y muy mucho
al ver que hasta les da chucho;
y entonces lo desatamos
y soltamos;
y lo sabemos
parar para verlo
refalar ¡en la sangre!
hasta que le da calambre
y se cai a patalear,
y a temblar
muy fiero, hasta que se estira
el salvaje; y lo que espira
le sacamos una lonja que apreciamos
el sobarla y de manea
gastarla De ahí se le cortan las orejas,
barba, patillas y cejas;
y pelao lo dejamos
arumbao,
para que engorde algún chanco,
o carancho.
……………
Con que ya ves, Salvajón
Nadita te ha de pasar
Después de hacerte gritar
¡Viva la Federación!