¿DE QUÉ SIRVE EL RECUERDO? [Mi poema] Óscar Hahn [Poeta sugerido]
¡Gracias por leer esta publicación, ¿deseas comentar? haz click en el botón de la izquierda!
MI POEMA… de medio pelo |
¿De qué sirve el recuerdo a la memoria Tumbarme y observar, eso es lo mío Seguir acomodado junto al río Poniéndome a soñar a mi albedrío |
Una muestra de sus poemas
- 1 MI POETA SUGERIDO: Óscar Hahn
- 1.0.1 Cafiche de la muerte
- 1.0.2 Canis familiaris
- 1.0.3 Ciudad en llamas
- 1.0.4 De cirios y de lirios
- 1.0.5 El hombre
- 1.0.6 En una estación del metro
- 1.0.7 Escrito con tiza
- 1.0.8 Estrellas fijas en un cielo blanco…
- 1.0.9 Gladiolos junto al mar
- 1.0.10 Hipótesis celeste
- 1.0.11 Invocación al lenguaje
- 1.0.12 Lee, Señor mis versos defectuosos…
- 1.0.13 Mal de amor
- 2 Autores en esta página
MI POETA SUGERIDO: Óscar Hahn
Cafiche de la muerte
Cómo carne de cóndores hirvientes
o de tordos quemados como cresta
del rojo al negro se cambió la fiesta
y en silencio se fueron los clientes.
Se nos vació no más todo el prostíbulo
se vaciaron las camas y los bares
y todas las que estábamos de a pares
sollozamos de a una en el vestíbulo.
Por el pasillo viene la señora
siempre tan maternal siempre a la hora
con su taza de té y un trago fuerte.
Para qué te moriste desgraciado.
Mira mi pobre cuarto desolado
tipo traidor: cafiche de la muerte.
Canis familiaris
Llegará. Siempre llega. Siempre llega puntual
el sin cesar ladrido del perro funerario.
Entra por la ventana y repleta tu cuerpo
con puntiagudos ruidos.
Es una larga máquina de escribir, con cabezas
de perro como teclas. No te deja dormir
el tecleo canino de ese perro canalla.
El sin cesar ladrido del perro funerario
llegará. Siempre llega. Siempre llega puntual.
Ciudad en llamas
Entrando en la ciudad por alta mar
la grande bestia vi: su rojo ser
Entré por alta luz por alto amor
entréme y encontréme padecer
Un sol al rojo blanco en mi interior
crecía y no crecía sin cesar
y el alma con las hordas del calor
templóse y contemplóse crepitar
Ardiendo el más secreto alrededor
mi cuerpo en llamas vivas vi flotar
y en medio del silencio y del dolor
hundióse y confundióse con la sal:
entrando en la ciudad por alto amor
entrando en la ciudad por alta mar.
De cirios y de lirios
El lirio azul el lirio fucsia el lirio
de color colorado el lirio triste
con pétalos de cera se reviste
y va a la fiesta convertido en cirio
En cirio gris en cirio negro en cirio
de las aguas sin luz en cirio triste
que al llegar de la fiesta se desviste
y vuelve a ser en el jardín un lirio
O este espejo se está poniendo viejo
o lo que estoy mirando es un delirio
dice la flor hablándole al espejo
Adentro del azogue brota un cirio
y al tiempo que se enciende su reflejo
al fondo del jardín se apaga un lirio.
El hombre
Emergió de aguas tibias
y maternales
para viajar a heladas
aguas finales.
A las aguas finales
de oscuros puertos
donde otra vez son niños
todos los muertos.
En una estación del metro
Desventurados los que divisaron
a una muchacha en el Metro
y se enamoraron de golpe
y la siguieron enloquecidos
y la perdieron para siempre entre la multitud
Porque ellos serán condenados
a vagar sin rumbo por la estaciones
y a llorar con las canciones de amor
que los músicos ambulantes entonan en los túneles
Y quizás el amor no es más que eso:
una mujer o un hombre que desciende de un carro
en cualquier estación del Metro
y resplandece unos segundos
y se pierde en la noche sin nombre.
Escrito con tiza
Uno le dice a Cero que la nada existe
Cero replica que uno tampoco existe
porque el amor nos da la misma naturaleza
Cero mas Unos somos Dos le dice
y se van por el pizarrón tomados de la mano
Dos se besan debajo de los pupitres
Dos son Uno cerca del borrador agazapado
y Uno es Cero mi vida
Detrás de todo gran amor la nada acecha.
Estrellas fijas en un cielo blanco…
Estrellas fijas en un cielo blanco,
son los bellos sonetos pues no giran
en torno de orbe alguno
ni han rotado sus densas masas de catorce cifras
No reflejan la luz del sol tampoco
pero irradian su propia luz de adentro
Y en el albor parecen en reposo
o muertos cuyas tumbas son sus cuerpos
Y sin embargo las estrellas fijas
a veces bienhechoras o malignas
siempre de harta energía están cargadas
Y aunque hace miles de años extinguidas
su fulgor todavía nos alcanza
sea por vista o por astrología.
Gladiolos junto al mar
Gladiolos rojos de sangrantes plumas
lenguas del campo llamas olorosas:
de las olas azules amorosas
cartas os llegan: pálidas espumas
Flotan sobre las alas de las brumas
epístolas de polen numerosas
donde a las aguas piden por esposas
gladiolos rojos de sangrantes plumas
Movidas son las olas por el viento
y el pie de los gladiolos van besando
al son de un suave y blando movimiento
y en cada dulce flor de sangre inerte
la muerte va con piel de sal entrando
y entrando van las flores en la muerte.
Hipótesis celeste
I
Las catedrales azules del cielo esplenden en la noche
sin fin
y sus vitrales de colores dejan pasar la luz de otros
mundos
Tu locura mi cielo brilla en la noche estelar
De tu frente sin orden
se alza un arco iris que acaba en mi frente
Mi doncella de singular hermosura
duerme a la orilla de un arroyo celeste
Recostado en la hierba espacial
yace un joven de risueñas formas y colores
Su figura de ojos instantáneos
se eleva sin mancha a plena luz
Y convertido en lluvia de oro
dora el cuerpo de la hermosa doncella
II
Tu cuerpo parecía moverse hacia cualquier lugar del
espacio
En medio de lo perecedero navega este astro sin luz
El cuerpo dio una vuelta completa alrededor de sus
polos
Diste un gran círculo alrededor del sol
según el orden de los signos
Las estrellas fijas parecían mecernos
pero se mantenían inmóviles
La tierra giraba contigo junto al aire circundante
Es preciso que el Cielo permanezca inmutable mi cielo
Es absolutamente necesario que no te muevas
ni un segundo-luz
El Sol real y el Sol irreal son uno y el mismo
me dijiste al oído
Retornan los astros a sus antiguas posiciones
y vuelven a alejarse querida
Repugna al orden del mundo que las cosas
estén fuera de su lugar natural
replicaste arreglándote el pelo
A los cuerpos simples
conviene un movimiento simple
murmuré penetrándote
En esto las esferas empezaron a rotar
en el aire vestido de hermosura y luz primera
Hace mucho tiempo que la tierra
saltó en pedazos mi amor
III
Ahora somos la luz
que se difunde en todas direcciones
y atraviesa los cuerpos opacos
Va fluyendo hacia el centro del universo
porque es la perfección de nuestros cuerpos
Cuando tu luz se multiplica un número infinito de
veces
mi materia se extiende en dimensiones infinitas
Nuestro cuerpo es llamado firmamento mi amor
Así procedió la luz en el principio
A extender la materia arrastrándola con ella
Nuestro amor infinito
es más largo que otros infinitos.
Hotel de las nostalgias
Música de Elvis Presley
Nosotros
los adolescentes de los años 50
los del jopo en la frente
y el pucho en la comisura
los bailatines de rock and roll
al compás del reloj
los jóvenes coléricos
maníacos discomaníacos
dónde estamos ahora
que la vida es de minutos nada más
asilados en qué Embajada
en qué país desterrados
enterrados
en qué cementerio clandestino
Porque no somos nada
sino perros sabuesos
Nada
sino perros.
Invocación al lenguaje
Con vos quería hablar, hijo de la grandísima.
Ya me tienes cansado
de tanta esquividad y apartamiento,
con tus significantes y tus significados
y tu látigo húmedo
para tiranizar mi pensamiento.
Ahora te quiero ver, hijo de la grandísima,
porque me marcho al tiro al país de los mudos
y de los sordos y de los sordomudos.
Allí van a arrancarme la lengua de cuajo:
y sus rojas raíces colgantes
serán expuestas adobadas en sal
al azote furibundo del sol.
Con vos quería hablar, hijo de la grandísima.
Lee, Señor mis versos defectuosos…
Lee, Señor mis versos defectuosos
que quisieran salir pero no salen:
ya ves que poco valen mis esfuerzos
y mis desdichas ay qué poco valen
Con tu ayuda saldrían universos
de palabras preñadas pero salen
débiles moribundos estos versos:
deja que el último suspiro exhalen
Ayúdame, Señor: que no zozobre
en la mitad de este terceto pobre
mira estas ruinas: palpa su estructura
dónales lo que tengas que donarles:
y la vida que yo no supe darles
dásela tú, Señor, con tu lectura.
Mal de amor
No seas vanidosa amor mío
porque para serte franco
tu belleza no es del otro mundo
Pero tampoco de este.