A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
AGUADORES DE GUAYAQUIL [Mi poema]
Jesús Picota Carrillo [Poeta sugerido]
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MI POEMA... de medio pelo |
Eres, Guayas, el río sin igual Tienes alma de enseña señorial, Yo ante ti me descubro hoy, Guayaquil, Y aprovecho que estamos en abril, |
Guayaquil es una ciudad moderna espléndidamente bella. Nada que se le parezca a aquella que yo visité hace más de 40 años. En realidad fue la primera ciudad-estado en independizarse de la Colonia, España. Antes del llamado grito de Quito inicio de la creación de la Primera Junta de Gobierno Autónoma. Los aguadores pululan por sus calles a fin de aplacar los calores de su clima tropical.
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Jesús Picota Carrillo
TU AUSENCIA
Me cuesta mucho aceptar tu silencio
y sentirte ausente en tu presencia.
Es como ver a la naturaleza,
pero sin poder sentirla, ni escucharla.
Es como una agonía, no estar a tu lado,
y saber que juntos,
reíamos y soñábamos,
aquellas noches, y aquellos días.
Que triste es que tu tierna naturaleza,
no logre entender,
lo importante que eres en mi vida,
como sería para una planta,
que sin su sabia moriría.
Que cruel es el destino,
permitir encontrarte y deleitarme,
para después sin escrúpulos,
de mi existencia arrebatarte.
Que triste es sentir tu ausencia,
pero más triste sería,
sentirla en tu presencia.
LA FLOR ESCONDIDA
Geisha polvoreosa,
mariposa de raudo vuelo,
de mirada insinuosa,
y de aterrizaje severo.
Anfitriona de visitas pasajeras,
y en cada una, tu mente viajera.
Luciérnaga de la noche,
que alumbras calles y senderos,
de pisos fríos y duros,
duros, como la vida misma,
germinando entre escombros,
como una flor escondida,
a la que le hace frente a la vida,
y se alza en su reto,
por sobrevivir, de los infortunios callejeros,
donde cada moneda,
su tronco endereza,
y al amanecer,
nuevas hojas nacen,
con cara de indescriptible tormento,
escuchándose el gemido,
de un doloroso lamento.
CALLE VACÍA
La calle está desierta,
transpira la avenida,
y a lo lejos un farol,
que opaco alumbra por la vía.
Del cielo las estrellas,
llovieron sus escarchas,
luciendo Eva Dolores,
los colores de su falda.
La luna riela en su cabellera,
lo más intenso de sus rayos,
que al pasar de primavera,
de nieve se visten sus años.
Sembrada está su sombra,
que se cansa por la vida,
ahogando la tristeza,
y su dolor en la bebida.
Recuerda que en su casa,
la inocencia durmiendo espera,
en un sueño de esperanza,
que despertar nunca quisiera.
TIEMPO Y VIDA
Las horas pasan como el viento,
sin detenerse en estación alguna,
para determinar el tiempo.
Y el hombre en su andar,
nota los años al pasar,
al pasar y volver la vista atrás,
observando un camino trillado,
que no se ha de volver a pisar.
Mas la mente, soñadora y viajera,
se aparta de la cruda realidad,
recordando lo que ayer,
quizás hoy pudo pasar.
UNA PATRIA EN AGONÍA,
Sangras Panamá querida,
por los malos hijos que abren tus heridas,
sin respetar a los mártires que sangraron por ti un día,
por verte libre, murieron en su agonía.
Hoy exhiben tus murales callejeros,
la avaricia de vampiros politiqueros,
prometiendo con mentiras al pueblo entero,
y con ansias de robar al campesino y al obrero.
Fueron manchados tus lindos tricolores,
por manos asesinas, de infames dictadores,
ultrajando con sangre de un pueblo traicionado,
cruelmente perseguido, abatido, y censurado.
Se escucha un lamento de tus entrañas,
por el demagogo político, con sus artimañas,
y se ha elevado hacia los altares,
el pesar de mi pueblo, en los barrios populares.
AGUADORES DE GUAYAQUIL [Mi poema]Jesús Picota Carrillo [Poeta sugerido] Share on X
MI POETA INVITADO: Carlos Manuel Gómez Pérez
Las balas
La policía
de mi país
mató a balazos
a un niño
y los periódicos dijeron
haber matado al demonio.
¡Muerte al demonio!
¡Desangren al demonio!
¡El demonio no!
Y los casquillos de las balas
cayendo,
como moscas,
sobre
las sucias botas.
El Diablo ha muerto.
Los policías lo han matado.
¡Honores!
¡Aplausos!
¡Vítores!
Han matado a un niño.
Nos están matando
como perros
los perros asesinos.
Estos abusadores
de profesión
con
sus bastones de mando
amansan
su pastel de carne
y de harina de hueso.
Yo he visto al país
levantarse
como Lázaro
con el hedor a libertad
característico de los muertos.
Pero
al final del día
los muertos vuelven a dormirse,
como perros,
porque
ningún periódico los resucita.
La tierra
Cuando Cristóbal Colón
llamó Juana a
la Isla de Cuba
siendo la isla,
isla,
y no mujer ni madre,
le atribuyó
cualidades de persona
como lo son
la traición y la locura.
Ojalá mi país
no se llame nunca como mi madre
porque la tierra
cuando abriga,
mata.
Las madres
no abrazan a sus hijos.
Madre,
tu abrazo me destruye,
madre muerte,
no me tapes con la tierra.
No tires
mi corazón
a un país oscuro,
porque allí
no echará raíz
ni dará flor
ni fruto.
La belleza
Polvo.
Hay demasiado polvo
en la casa del poeta.
Telarañas y libros…
Hay polvo
en la casa
y las sillas
se acuestan en las camas,
y los paraguas
se desayunan los sombreros,
y una viejita ha muerto
y su sillón
se está meciendo todavía.
Ha muerto y su sillón
se está meciendo todavía.
Polvo.
Hay demasiado polvo
en la casa del poeta.
Quien limpia la casa
destruye la belleza.