A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
TRAMPAS SADUCÉAS [Mi poema]
Pedro Licona [Poeta sugerido]
¡Descubre, sigue y comenta haciendo click en el botón de la izquierda!
MI POEMA... de medio pelo
Si un día mando yo, cuando alguien muera
prometo ha de cobrar una pensión,
me ocupo de guardarla en un cajón
cuidando para hacer lo que prefiera.
Así sin cotizarla tan siquiera,
por tanto sufrimiento es un regalo
que viene a compensar el varapalo
que impuso a obedecer el que antes fuera.
Haré una ley instando al parlamento
que tenga validez en mi mandato
firmada por detrás de mi retrato
en prueba y demostrando que no miento.
Si no, ya sé que nadie creería
dudando al aceptar lo que prometo,
mas yo no soy así y acepto el reto,
y alguno pensará que me reía.
Mas sepan que no hay nada sin trabajo,
acuérdense del día de votar,
que tienen una paga por cobrar
no vayan a olvidar por su relajo.
Y luego a mi me vengan a llorar.
Es líder, mentiroso es convulsivo.
El pueblo en general se chupa el dedo.
Se deja engatusar por algún credo
promesas que después no habrán cumplido
o engaños que acompañan con un pedo.
©donaciano bueno
Es posible llegar a ser #político sin mentir? Share on X
Una muestra de sus poemas
- 1 MI POETA SUGERIDO: Pedro Licona
- 1.0.1 ÁFRICA
- 1.0.2 RAIZALES
- 1.0.3 LA ILUSIÓN
- 1.0.4 CUANDO CORRE EL VIENTO DESCOCIENDO EL AIRE
- 1.0.5 CIRCULA AVANZA CIRCULA
- 1.0.6 COMO EL CAMINANTE
- 1.0.7 SORPRENDIDO POR EL ROCE DEL MILAGRO
- 1.0.8 LA CANCIÓN DE LAS LUCIÉRNAGAS
- 1.0.9 LA VIDA EN FÁBULA
- 1.0.10 NO INSTALES NOMEOLVIDES EN EL FONDO DE LA CASA
- 1.0.11 CAMINABA POR EL CENTRO DE LA CALLE
- 2 Autores en esta página
MI POETA SUGERIDO: Pedro Licona
ÁFRICA
Si escuchas el romance del sol y la tierra
Si sientes el llamado del sol canicular
Imagina que alguien, algo, avanza, feliz;
Para desafiar las voces, las leyes del destino.
Un concierto de tambores hace el reclamo,
Comunica las querellas del hombre,
Tendido sobre los altos y bajos del camino,
Escucha los ecos dormidos en la bóveda,
En la casa.
África avanza, llama, se endereza,
Levanta la cerviz y no calla,
Soberbia,
Imparable.
África sabe que si se acaban los ardores de la partida,
Hay refugio seguro en los sonidos brasileros,
En los sentidos que buscan siempre una explicación,
Entre las luces de cada día.
Del libro Ilusión
RAIZALES
En estas montañas profundas,
En el apéndice del mundo,
Nacimos, crecimos, correteamos,
Hijos de negros, hijos de mestizos
Y de cuanta criatura quiso dios tuviera existencia.
Sin creer en tantas historias escritas en las páginas olvidadas
Nos dijeron estábamos abandonados a cualquier sueño,
hasta la hora en que la mente pudiera medir los desastres.
Mentira, nadie nos habló del caos provocado por la necedad
Cuando insiste con sus tentáculos apoderarse de otros silencios.
Ahora que la oscuridad ha partido
Sabemos que el universo es más sabio
Que el aire de esta deliciosa humedad.
LA ILUSIÓN
Como la roca que emerge del océano
Limpia, sublime,
Imponente,
Mostré la cara al sol que estrellaba sus fauces en el acantilado.
Sólo un chapuzón de confianza
Y la tierra engulló la arena
Se llevó el agua
Silenció al viandante.
En vano quise ser halcón
Girar desde lo alto
Irrespetar el vacío.
CUANDO CORRE EL VIENTO DESCOCIENDO EL AIRE
Suda la frente del árbol desnudo en medio del bosque sediento
Al lado el lago y su mirada suave, indeleble.
Una nube de ramas retuerce los alientos
Cuando corre el viento descociendo el aire
Y los hombres soliviantados por la natura piden perdón:
Calla la voz de la justicia.
Cada fuente natural guarda las historias
Donde las carreras y la alegría disimulan los amores
Donde la barbarie sosegada disimula las afrentas.
En el celaje del relámpago
hallé el camino de la infancia
un corredor apacible
un patio súbito de encantos
el escondite secreto de esos días
cantados en la algarabía de la tarde
Infancia ungida con hierbas y asombros
en el filo de la luz
con una ronda de pocas voces
Sólo éramos tres
anudando miedos en el reclamo del trueno
en la desolación de los espejos
en los baúles y su abandono
Sólo éramos tres en medio de la tarde
en el corazón de la noche.
Del libro Fronteras
CIRCULA AVANZA CIRCULA
Calles arriba viene el río rompiendo cementeras
Atrapa casas, ganado, cultivos, hombres:
Dios ha desnudado las intenciones.
La tierra se mece para seducir al humano dentro de su guarida
El miedo por los abismos azules circula, avanza, circula
Dentro de sonidos de horror y el desquite.
La naturaleza sonríe.
El hombre y la tierra han desgastado la paciencia de los elementos
Cada vez que la luz de abajo precede a la de arriba
Mientras circula, avanza, circula.
COMO EL CAMINANTE
He regresado a ti
Como el caminante a las márgenes azules del peligro
Crecido el pecho como el mar de leva
Ansioso de lamentos y alegrías que salpican el alma.
He regresado desde el otro lado del sol
Para contemplar la placidez oculta en las tardes del Río Grande
Memoria exacta donde en las noches habita el frío
Que muerde las entrañas del poeta
Que aligera los vuelos placenteros
De las palabras comprometidas con la nada.
Del libro Río Grande
SORPRENDIDO POR EL ROCE DEL MILAGRO
A lo largo de las fangosas aguas del río
Se aproximan las grises sombras de la ceguera
Escondidas entre grandes moles de arena y de cemento.
El hombre prepara el sacrificio diario a la tierra prometida
Entierra los rayos de sol para animar la comedia
Goza entre el delirio de la posesión
Así el hermano mienta, asesine
Sorprendido por el roce repentino del milagro.
Del libro Receta para Llamar el Amor
LA CANCIÓN DE LAS LUCIÉRNAGAS
Olía a río malherido, algarabía de visitantes entre el Samán,
Cantaban los muchachos historias difíciles de entender,
imposibles de olvidar
mientras la ciudad prestaba los recuerdos entre la confusión de las calles solitarias.
El agua se sometía a la historia de los árboles, como los cerros
Huía a los embates de la soledad, a los golpes del silencio.
Todos lo sabían desde el nacimiento, como el breve paso de las luciérnagas
Que enredadas en alas de amor, cegaban su canto para siempre.
Los hombres decían escuchar el canto del amor entre las piedras,
Las luces reflejaban el juego de todos los días;
El tallo del árbol encerraba el secreto del misterio tejido en la noche,
Con largos hilos de savia,
Olorosos a rezagos de concupiscencia.
LA VIDA EN FÁBULA
Juega a la claridad.
El mar juega a que no importa el invierno y la sequía,
El mar se mueve en las lejanías, lo que parece imposible,
El mar sabe llegar a todas las orillas,
Pero el mar no puede esquivar a la luna y sus desaires.
El lomo del mar brilla bajo el imperio del sol,
Todo es verde,
A lo lejos azul,
Piensa quitarse uno a uno los leños donados por corpulentos ríos.
Antes solía guarecerse debajo de los armarios,
Lo asustaron la borrasca y el desierto,
Se movía creyendo que jugaba al fugitivo.
Ha jugado el mar a cambiar de colores en la tarde,
A que no importa la luna,
A que el sol no duele;
Pero continua abrasado por la sal
Sin poder hacerse invisible porque siempre hay orillas
Y se acaba su sabio vaivén
Y se mecen los troncos en su lomo,
Y se hace más fuerte la ida y el regreso
Y cae atrapado en manos de dios.
Del libro Receta para llamar el Amor
NO INSTALES NOMEOLVIDES EN EL FONDO DE LA CASA
No instales Nomeolvides en el fondo de la casa
Los vientos del desierto se acercan,
A despertar a las hormigas con su aliento de matorral.
Entre los escombros el deseo sube y se derrama,
Como el río crecido azotado por la borrasca,
En procura de la soledad del mar, para sembrar los silencios.
No instales Nomeolvides en el fondo de la casa,
El hombre ha incendiado con sus latidos las luces de la tarde;
Para atropellar una y otra vez el canto del amor.
Del libro De cuerpo entero
CAMINABA POR EL CENTRO DE LA CALLE
Esa mujer ansiosa del asfalto, del ladrillo, del cemento,
A quien le importaban poco los latidos del reloj,
Las enseñanzas de los viejos,
Los ladridos de los perros,
Y las imágenes que le brindaba una mañana rebosante de alegría,
La música de cuerdas y la danza de la nube virginal.
Esa mujer, por el centro de la calle, celular en mano,
Soñaba con más datos, más aplicaciones;
Con más tiempo para sumergirse en la web,
Que genera las sombras de otro paraíso
Donde no existe el hambre, el dolor y los compromisos.
La alegría del carnaval le rodeaba la cintura
Ella sonreía y volvía a una realidad que le estropeaba el sueño,
Por la negligencia de la batería número 112455, vacía
Y con la marca descontinuada,
Sometida a la galaxia más perfecta que existe.
Del libro En otra calle