PERROS SARNOSOS [Mi poema]
Luisa Futoransky [Poeta sugerido]
Luisa Futoransky [Poeta sugerido]
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MI POEMA …de medio pelo
Son fatuos, prepotentes, presumidos,
escasos de principios o amorales,
algunos hay bastante carcamales
que sueñan con mandar cuando aun dormidos
presienten que han logrado sus avales.
Capaces de matarse aun entre ellos,
adictos al veneno del poder,
ajenos a quien deban de joder
soñando deslumbrar con sus destellos
mirando hacia su Dios y hasta más ver.
Algunos hay mediocres, chupatintas,
negados para hacer con un canuto
incluso ni la O, pues que a algún bruto
así sea aparente buenas pintas
si un título hay que dar, ese es de puto.
¿Creer en un político? ¡inocente!
¿creer en lo que cuentan? ¡mentirosos!
Sujetos son obsesos, belicosos
dispuestos a matar porque la gente
se deje engatusar. Perros sarnosos.
©donaciano bueno
Para los #políticos, el fin siempre justifica los medios? Share on X
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Luisa Futoransky
Circería
A estos hombres
los transformé en versitos
y los confiné en libros y revistas
porque, con los tiempos
que corren, no es cosa
de andar encima procurándoles bellotas
ni margaritas, para los días
de guardar.
En cuanto al Ulises, ése, de Ítaca,
díganle que de áspides, sapos
y mastodontes como él
tengo llena la sartén.
Además, el juego (circense)
de las resurrecciones
no es más una especialidad mía.
Yo ahora, tejo.
Créanme.
De: La sanguina
Foto sepia
Así debimos de haber permanecido
con una pequeñísima imperfección que nos haría sublimes, inmarcesibles: el volado del calzón desparejo
un levísimo fruncimiento del ceño
la piel tan tersa
rivalizando con el primer durazno de estación
En algún firmamento, así somos.
La casa hermosa, el jardín pulcro
La rueda de la vida brinca, reina
la flecha de la aguja trucada, desde el vamos
pero tanto desmayabas por jugar que girabas la manivela con fruición
a sabiendas que los prodigios no eran ni de tu voz ni de tu tiempo
un mundo de abrazos y humores exangües fue tu lote
y confundiste géneros, meteoros con planetas,
derroche y derrota, tan vecinos.
Entre los pliegues vagamente celestes zurcidos de la burqa
Detrás de las escarificaciones anidan destellos de soberbia
Aquí y ahora
mi desvencijada máquina de vivir.
Lik, la de la foto
Un animal inquieto en su radiante madurez
un manojo de luz que se derrama con intermitencia de faro,
de estrella tan remota.
Y te duermes, nena, con tus juguetes acariciados con largueza
los nombres de ciudades ultramarinas donde pierdes leyes y ceñidores
ebria de absoluto en zoológicos y bazares donde impera desconcierto
Sobria, la foto retiene y revela la escueta timidez
en la arrogancia de algún gesto
En cambio tus lágrimas que nunca dejan presa
asoman detrás de la sombra, las perras
van así, de peñasco en peñasco, construyendo nido
en la comisura alzada de tu sonrisa
y alojándose en tu repentino desfallecimiento
Un escalofrío inextricable revelará, a deshoras
tu melancolía,
sin remedio.
Repican los grillos en los llanos del sur.
La más cálida aguarda el brazo de su abrazo y tiene dispuesto para el asombro, cree, el más secreto amor.
Desde la otra orilla el remolino parece un sistema solar.
Pajitas, troncos, serpientes de río, ahogados, bagres y viejas, bronca, esperanzas, marcos desquiciados; en el estuario, todo vale.
Hasta los hoyos negros del firmamento que no te ofrezco.
Te desgrané en las aspas de loas y blasfemias, de crónica y cantigas. Atrapando nada.
Reseña
Soy de otra parte, otro cuerpo, otro golfo
Para que me entiendan
para que no me entiendan demasiado
por atajos y digresiones
escribo.
A mano limpia. A campo traviesa.
Vivo por circunloquios, espirales, pidiendo disculpas, permiso. Demasiado.
Tropiezo, desentono, me repito,
adiciono prótesis, me encorvo
heteróclita, minuciosa, descuidada
descartando a manotazos, boqueando
con notas a pie de página
inverificables.
Desenraizada como tronco de plátano
a merced de la borrasca, puro cráter, pura fragilidad
sin saber echar raíces pero voy
poniéndome en escena, fuera de foco,
por lente cóncavo o convexo
nunca el del arcoiris nunca el del amor correspondido menos furtivo.
El mínimo denominador común del dolor es universal
y su raíz cuadrada esta nuez, este rubí,
que aún alumbra, soberbio, secreto, aunque airado
la palma de mi mano.
Llanos del sur
los calmos bergantines las flores más sangrientas los lienzos
de la discordia los panes del milagro
adjetivos y ritos profusamente iluminados
por la luz mala, fosforescente de lo corrupto
se yerguen de la llanura atrás del acero oxidado de sus armaduras
allí donde el ganado abona el suelo
pero las simientes olvidan crecer
extensión de la condena soledad es tu nombre
los vientos fatigados se detienen a contemplarse en tus riachos
pampa de la desesperanza
sólo tu feroz tenacidad hace que entres
por la puerta grande de la tragedia
llano enrojecido
llano del atardecer donde la palabra descubre el secreto
y los pájaros enloquecen de temor
hora en que los elementos son un haz vandálico
un estremecimiento prolongado en el espinazo de los vivos
hora en que los hechiceros soplan las narices de los enfermos
pero no logran felices resultados
hora en que la lejanía y la vecindad de los estrechos
confunde aguas y tierras
únete viento
ven basilisco que es tu turno
huye unicornio por las altas gramíneas
refúgiate en los tapices de las damas
que ya las maderas del presagio
arden en razones de cuidado
y el silencio es un enigma que no predice
un solo día venturoso
entre la cima y el valle
el menor esfuerzo, nada agotador
nada que turbe la indiferencia de las tierras llanas
ciudad cuyo medio propicio es la humedad
pulpo extendido, ambiguo y perezoso
tu abrazo es el ahogo febril que impones a los otros
ansiosa ciudad gris
a la que es necesario ganar palmo a palmo la alegría
ciudad de artilugios y espejismos
con su poder agazapado en las tinieblas
contigo los pactos de honor
están destinados al fracaso
ciudad perdida en estéril oratoria
y en la retórica infernal de los posesos
predispuesta de antemano a la condena
cuando las algas se adueñen de tu estridencia
y el limo se solace en tus bodegas
cuanto te sumerjas en la noche sin espejos
¿quién tendrá piedad por tu arrogancia?
cuando los peces retiren sus ovas
de los recovecos de tus construcciones
otra vez un ingenuo, un loco, un guerrero
un fanático, un ambicioso, o todos ellos juntos
o alguien con todos y más de estos defectos y virtudes
erigirá un fortín en el desierto
y te llamará de alguna nueva o vieja manera
buenos aires
Poda severa
Amor trota con pies de légamo
chapoteamos,
Sancho
Eso, polvo de estrellas
y nada más que vanidad.
De ortigas y lianas
sangre derramada y vinos de la tierra
mero espejismo
la mi vida
esta larga marcha
hasta perderte
mi íntimo diluvio
vos.
Rima reincidente
canturrea
vocaliza
se golpea el pecho
relata baladas
sempiternos
adioses y fusiones
el paseo marítimo
los acordes
los murciélagos pasan rasantes,
no los ángeles.
¿Quién me referirá que no quiero verme
en “el grito” de Munch?
Para existir la pasión exige un testigo
un pasante
la caníbal
arma de otoño es
la estrepitosa lucidez
Villa Imperial de Potosí
El adobe, tendido a desgano,
recupera los hermosos rostros
pobladores de este suelo
historiado en ignominia.
El orgullo se pierde en las manos
y sólo subsiste la tenaz comunión
del vender y regatear.
Potosí, gran cementerio
afila sus hierbas.
Huid de su aire enloquecido
es demasiado tarde
para devolver a sus ruinas
la antigua y limpia
dignidad que les pertenece.
*
Este aparato de andamiajes extranjeros
me ha agotado hasta el dolor.
Las palabras
se pierden.
Una masa viscosa
me prende los hombros.
Aquí
la Comedia y la Cena
son rituales
sin apóstoles posibles.
Arte poética
1
El pescador conoce de aparejos, sedales, tanzas,
cañas, anzuelos y plomadas.
El pescador sabe tirar al agua
las palabras
que no sirven.