A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
LOS PUEBLOS TIENEN ALMA DE POETA [Mi poema]
Carlos Julià Braun [Poeta sugerido]

MI POEMA ...de medio pelo |
Los pueblos tienen alma de poeta, Los pueblos nunca cantan las cuarenta Los pueblos componiendo van estrofas Los pueblos son alegres, divertidos, Los pueblos son el alma de la tierra Los pueblos están llenos de inhumanos
|
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Carlos Julià Braun
SONETO
¡Que me place esta sarta de improperios,
nostálgicos elogios del pasado,
argumentos a cuál más enojado
y versos enojosos más que serios…!
Mucho más os valdría, celenterios,
dedicaros a oficio contrastado
y no a intentar fingir que no han dañado
a vuestro ingenio vuestros climaterios.
No me importa el dativo o el ablativo,
ni si Abascal es conde o condesa,
ni si Portas y Marcos secuestran vivos;
con san Benito os digo -él bien lo explica-
que quien ora y labora a Dios confiesa
y al Diablo el haragán que versifica.
Y os lo resumo sólo en dos plumazos:
¡poneos a cavar, so poltronazos!
OCTAVAS REALES MISÓGINAS
No hace falta que tú nos corrobores
«que se embotó el cerebro hace ya rato»,
que de tus versos muestran los horrores
que el tuyo, al tú nacer, quedó nonato.
Ocupa tu ocurrencia en las labores
más propias de tu condición y trato,
y no hagas como aquella sor Juaneja
que confunda el Señor: no seas hereja.
Llámaste damisela, cacho impúdica,
mas apestan tus sílabas a aldeana;
créeste, tan ilusa, musa lúdica
y tienes menos gracia que Zaplana;
a los pantanos debe la palúdica
lo que a tu estro infecto mi almorrana:
condenaraste al fuego de la hoguera
por impía, por fea y por hortera.
SONETO
Encontrome el Marqués dando en la sierra
la bienaventuranza al fiel serrrano;
agora me difama a salva mano
y a defenderme oblígame en vil guerra.
¡Jamás gasté florete, pues me aterra;
que mi daga es bastante a cortar sano!
¡Jamás rocé doncella, mal cristiano;
pues quien doncella juzga, fijo yerra!
Quién sabe con qué infiel me ha confundido
(quizá el que hollaba de su madre el nido),
y en público hame dado por rijudo;
mas si no se disculpa por su parte,
por mi fe en el Señor, que es mi baluarte,
que aquese bujarrón me como crudo.
POEMA DEL CONFESIONARIO
A mi Protectora,
Su Alteza Serenísima la Excelente Dama Fidelísima
Sra. Dª Norma Cecilia Acosta Manzanares,
princesa del Monte Parnaso
y duquesa de Santiago de León de Caracas
Bajada del altar de tu hermosura
pediste consolase tus desvelos;
mas eras tú, Princesa, quien podía
cuidar de quien ya solo cuida en celos.
La Virgen presidía nuestro encuentro
y en torno a nuestro diálogo extendía
su manto protector, pero sus ojos
con rubor de doncella retraía.
Oh, Princesa que tanto echo de menos:
cuál fuera la virtud de tu belleza
que, queriendo consuelo de mi parte,
a mí me lo prestabas con destreza.
Oh, Princesa lejana y tan cercana:
tus secretos me abriste, confesando,
y yo acabé, para tu penitencia,
mis aguas más benditas asperjando.