LA DICTADURA DE LA INCOMPETENCIA [Mi poema]
Marcos-Ricardo Barnatán [Poeta sugerido]

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MI POEMA …de medio pelo

 

Ansían ser los reyes de la pista,
se mueven como peces en el agua,
se ponen los primeros en la lista
pues hierro nunca habrá que se resista
pesados como herreros en la fragua.

Se sabe en todo oficio o profesión
se debe demostrar que uno es el apto
excepto si es Gobierno en la Nación,
que aquí vale el más lego del montón
que surja consecuencia de algún pacto.

Los votos son las balas que ellos tienen
que saben disparar con precisión,
si algunos a sus normas no se avienen
pues solo ellos sabrán qué les convienen
según dicta su santa inquisición.

El pueblo ¿qué es el pueblo? monigotes
en manos la ambición de unos sabuesos
que alcanzan el poder brindando besos
mas nunca han de admitir son unos zotes,
de filias y de fobias que están presos.

Después vendrán las lágrimas y llantos
mas ellos seguirán contando cuentos
al día ya en que soplen malos vientos.
Pues otros llegarán con nuevos cantos
más lelos, sin cacumen ni cimientos.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Marcos-Ricardo Barnatán

Arte poética, de El oráculo invocado

By this, and this only, we have existed.
T .S. ELIOT

“La letra más que marcar llamea
Desgarra la esteparia faz del papel
Para ser cuerpo en el tiempo
Madura gacela palpitante.

Un silencio transparente hiere
Es el blanco vacío derramado
El rayo que en vano nombra.

Ahora el fuego ha encendido luces
Para dar significado al eclipse
y desvelar el misterio escrito.

La torpe oscuridad se fatiga.
Siete veces el esplendor dará batalla.
Y la vida y la muerte serán del poeta. “

EL LUGAR DEL POEMA

No está el poema
Más allá de la palabra
Lo encierra el fuego del verbo
Late en el rayo violáceo que recibimos
Para ablandar la noche
Para entender la oscuridad del mundo.

En los arduos cristales del silencio
Brotó la rosa y nos dio la vida
El alto poder de poder nombrarla.

No está el poema
Más allá de la palabra
Se forja como el hierro y es ceniza
Aún caliente en el hueco de la tierra.

Está vivo en la letra que sangra
Estampado en nuestra memoria plural
Y el aire sabe arrastrarlo como un astro fugaz
Mostrando su bifronte cuerpo hecho
De gozo y de doliente despedida.

Somos los que se van.
Quizás sólo somos agua y tiempo
Y lenguaje.
Consulado general, 2001.

ALEJANDRA PIZARNIK VIVE EN LA CALLE MONTEVIDEO

Es gris arena la tarde argentina,
y hay ceniza en el aire húmedo de su escalera.

Es un mes de vahos y de otoños,
un día sin fecha del sesenta y nueve.

Cuatro mujeres hablan de muñecas,
tras un ventanal que empaña el horizonte.

La ciudad es azotea y bruma,
pero también es fulgor de vela,
mantel de hilo para el té y tinta china.

Soy el soldado rubio que trae poemas
a la calmada mesa de las niñas,
el intruso que aceptan subterraneas,
sin renunciar a su caliente juego.

Y en ese gris de plata yerma había
anilos claros en los sabios dedos.
El ojo azul, la esrella en el espejo,
y un temblor de muerte casi de vida.

Sobre doce rocas

La Roca, su obra, es perfecta.
Es verdad, y perfecta es la ortiga
Que crece secular entre las rocas.
Perfecta es la ciudad que se levanta
Sobre las doce rocas engastadas.
Laúd para celebrar la fuerza de su nombre,
Y para invocar al que la hizo así.
¿Guardas acaso el cadáver de la flor,
herido azahar de perfumada muerte?

“Wound”

Pregunta en los inquietos espejos
En la soledad mortal de los cristales
la niebla neblina mancha de humo
grabará sin quererlo sin sentirlo.
El Nombre
Flor cincelada o selva de pétalos
Entre las sombras que inflamadas surgen
cofas de navíos sumergidos
gritos inútiles
sonrisa crispada o nube.
Él creció en el silencio
de las estatuas mutiladas
y en el lívido verano de los muertos
se hizo príncipe de luz
ópalo encendido por amorosas brasas.
Los galgos blancos y helados
correrán hacia ti
como venenosas panteras
azuzadas por el olvido.
Qué húmedos cuerpos pueden detenerte
Si tu destino fue grabado y tiembla (1-21).

Piedra de soledad

(fragmentos)

Como un ciego
nazco en otro
y prosigo sin cuerpo
escribo a solas
no hay nadie
piso mi sombra
en busca de un instante
escritura en el desierto
el ser sin nombre
se contempla en la nada
sol de soles
nunca somos
sino vértigo y vacío
sol.

***
Voy entre galerías de sonidos,
fluyo entre las presencias resonantes,
voy por las transparencias como un
ciego,
un reflejo me borra, nazco en otro,
mi sombra despeñada me destroza,
recojo mis fragmentos uno a uno
y prosigo sin cuerpo, busco a tientas,
busco sin encontrar, escribo a solas,
no hay nadie, cae el día, cae el año,
piso mi sombra en busca de un instante,
escritura del viento en el desierto,
lo que llamamos Dios, el ser sin
nombre,
se contempla en la nada, sol de soles
bien mirado no somos, nunca somos
a solas sino vértigo y vacío
cara de solitario colectivo.

Ha Neelam

Y en instante todo está perdido
El cuerpo húmedo y nebuloso sangra
Radiante brilla en sí mismo
Ilumina impasible eternidad.
Un movimiento renueva el arco
La luz difunde vértigos y fiebres
De densas y tempestuosas aguas
Surgió ya tallado y príncipe el secreto
La misma esencia del profundo abismo.
De la Escritura del vidente

Elegía

(Tercera parte)

Habrá en la brisa encendido un relámpago
Persiguiendo al recuerdo fugitivo,
Violento sueño de amor en boca de ángel
abrazándose inocente a la vida.
¿Por qué callar ahora, si adivinas
la intensidad del huracán que viene
a desnudar los cuerpos y lanzarlos
hacia el secreto instante del placer?
Se agitarán por ti,
por nuestra exaltada lealtad,
por aquellas tercas rosas que cubrían
con inútil desvelo la indigencia.
Habrá robusto sollozo en tu cabello,
triste caricia rozándote las lágrimas
y un desvestido aplauso revelado
la serena ebriedad de la pureza.
Se agitarán por ti, ¡abre las puertas,
abre todas las ventanas de la casa! (9- 27).

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Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

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