A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
DE NIÑO ME ENSEÑARON A REZAR [Mi poema]
Alicia Silvestre Miralles [Poeta sugerido]
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MI POEMA… de medio pelo |
De niño me enseñaron a rezar, Rezaba en la comida al comenzar Que el pan, también había que besar Admiro y agradezco le enseñanza Que el mundo es un inmundo lupanar Pues Dios, ni aunque quisiera, ha de cambiar, #Desconfía de los que dicen que #saben lo que dicen Share on X |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Alicia Silvestre Miralles
MATEMÁTICA OCULTA
Tú, matemática oculta, billar determinado,
tú, ordenada estrella, misterio sólo para nuestros ojos,
sol que cae indiferente al caer humano,
único, contra la multitud diversa.
Antes de conocerte fui inflexible y tuve principios.
Ahora creo en ti, ley del azar, y basta.
Dedo divino que no alcanzo pensando,
causa que intuyo a posteriori, efecto,
estación final siempre, marca a fuego.
Con tu mano inmensa, como olas,
amor y muerte, uniones y escisiones,
principio y fin, dolor y nacimiento
manejas a placer.
En nuestras irrisorias caracolas
tu designio desencadena tempestades,
tu más leve rayo nos calcina,
una de tus miradas nos recupera.
Para mi bien, te espero.
Para mi bien, te temo.
CONCEPTUS
Y Dios se apareció como una luz
verdosa entre las hojas de los árboles.
Una alegría decisa era en el canto
del agua con las rocas.
Desde la alta estrella descendía
un deseo de eterno
posándose como una mariposa
en su fisiología.
Una muchacha en la orilla musitaba:
«para tenerte siempre y no perderte»
sola creyéndose, y el anhelo caído
dentro de sus ensueños le anunciaba
que es en el tesoro prometido
donde el fruto habita.
PARTE I. PASADO
Era el principio de todas las cosas
La génesis de mi universo
Y ya existías
Para darme el aliento de la vida.
A ciegas palpo
Con manos imperfectas
El perfil de tu adentro
No quiero adorar otro dios
Ni nadar en un seno ajeno al tuyo, suave y blando
Semilla adosada a la fortaleza de tu tronco
Creceré con la sombra protectora de tus ramas
Como abrazos de otoño
II
En ti se reflejaba el mundo entero
Como en una amplia balsa de azul cielo
Te oía recitarle cada noche
Y la ternura de tu voz grave
De avellana
Me hacía estallar internamente.
Eran canciones las palabras.
¡Ay, padre, padre!
Tus ojos de luna taladran
El vientre materno y me deslumbran.
No socaves el valle de su cuerpo
Que hoy es mi morada.
No busques aun el oro en sus entrañas.
Ámala en silencio como sabes.
En la espera guarda tus versos
Y cuando nazca,
Grábalos en mi piel como un tatuaje.
III
¡Qué nuevo sol tan cegador
cubre mis párpados!
Calor. Frío. Calor.
El tacto de mi desnudez
contra tu carne
me da la certeza de que existo.
Hasta entonces no había sido yo.
Mi ser…
ábrese como una flor al llegar la primavera
porque dormida en tu arena
mi voluntad de sentir
cuando a ti te oye reir
amanece como estrella.
De tus pechos tibios maternales
se derrama el licor de la existencia,
una lluvia de pétalos de rosa
tus caricias.
Me llamo Leia,
huelo a jazmín y violetas.
IV
Solías al andar volver la vista
Por si mis pasos, todavía tan torpes
Hubiéranse perdido tras tus huellas.
Es hora de dormir.
Apenas rozan tus labios mi mejilla,
Mas se que me has besado
Porque el aroma de sándalo y cedro
Con que te alejas
Flota en la habitación como una estela
De diminutos brillantes.
Tus labios diciendo mi nombre
Cuyo eco se prende entre mi pelo
Como una flor de agua.
V
Habéis sido los dioses
Del templo de mi infancia.
Moldeasteis con sueños
De libertad mi espíritu.
La fe que nos ha unido,
La alegría y las penas
Y tantas cosas buenas
Que a expresar no se alcanza…
Sois mis raíces, mi timón,
Mis cuatro vientos,
Porque mi esencia
Se compone de las vuestras.
Algún día acabará
Porque la vida es finita,
Mas no limita el amar.
Yo pienso y pienso luchar
Para llevar más allá
De la tumba vuestras risas.
PARTE III FUTURO
Sangre de vuestras sangres
Os prolongo en el tiempo
Os eternizo
Y serte, padre
Y serte, madre
Y seros.
Y serme a mí misma
En vuestro recuerdo.
AMOR AMOR
Amor, amor,
¿quién tras haber probado tu Pan
regresará a la carne?
¿quién habiendo probado tu Fuego
regresaría al sol?
Porque el que bebe tu Sangre
Vida Eterna aspira
y el que respira tu Aire
Amor será.
No temas pues quemarte
y ofrece dócil como un cachorro
tus garras débiles
y juega y entrégate confiado
porque en Verdad en Él se descansa.
De tus flechas otro cuidado no tengo
que el poder llevarlas o el ser
herido varias veces
hasta que cese tu hambre.
De tus flechas, Hermano, sólo espero
el dolor que salva y que transmuta
y abandonarme a lo que en ellas acontece.
Vacío, ser la flecha, ser la herida
ser la sangre, ser dolor y ser la muerte
para luego alzar la mano y no detenerte
sino acercarme a Ti para abrazarte.