MATAR NO ES DE RECIBO [Mi poema]
Fernando Palenzuela [Poeta sugerido]
Fernando Palenzuela [Poeta sugerido]
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MI POEMA …de medio pelo |
Matar para comer, no es de recibo, Matar para comer, qué disparate, Si es cierto que fue Dios quien hizo al mundo Recuerdo fue Jesús el que nos dijo |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Fernando Palenzuela
PASAJERO INVISIBLE
Cuando un perro que ha oído campanas sin saber dónde
Se lanza hacia otros mundos que no están en éste
Describiendo un arco de cicatrices en el aire
En el verano de dedos prohibidos
Sólo yo me atrevo a andar descalzo
Por ese camino sembrado de promesas
Por donde cabalgan los recuerdos
La memoria y sus máscaras
Las tenebrosas arenas movedizas en las que alguna vez hundí mis ojos.
Más allá de las cartas náuticas navegadas de insultos
Nace el canto leproso del olvido
Crece también un árbol condenado a cadena perpetua
El árbol de las miradas sin cerradura
Que aconseja no tocar el vientre de la quimera
Si la pasión insiste en quemar sus naves
Mi último recurso será poner proa a las sombras
Con la esperanza de volverme invisible
Pues mi regreso a la razón se ha vuelto peligroso.
Aventurero menos del espíritu que de la vida
He recorrido la distancia incierta entre el hombre y sus sueños
Y he visto demasiada sangre correr entre los dedos
Del que dice sí queriendo decir no
Cuando inventa una mujer que araña el infinito
Mi alianza ha sido siempre con el vacío.
Las delicadas armas escondidas del llanto
Invitan a la degollación de las analogías.
(Del libro La voz por enterrar)
CAMINANDO SOLO
El poeta que sueña ver a un jinete dar
Una carrera a caballo sobre el filo de un cuchillo
La guillotina inválida detrás de la mentirosa memoria
Con fantasmas heridos de angustia casi mística
Almacenando atardeceres entre su dedo índice
Y los pergaminos que cierran las dudas
Avanza por el borde de las tinieblas
Antes de penetrar en el castillo de sus huesos
Un gavilán secuestra las condecoraciones militares
Inscritas en las páginas del silencio
La coma de los pobres en la escritura invisible
Es la señal esperada del otro lado del espejo
Para la embestida de la soberanía de los nombres
Que no permite el hábito ni la ilusión de las pequeñas verdades
Más crueles que el nacimiento escondido detrás del velo de las palabras
La fina arena de la muerte abdicando ante los manuscritos del vacío.
No hay que ayudar ni apelar a la vida
Si la indiferencia ante perder o ganar no abre puerta alguna
El encanto del juego resbala sobre las orejas del placer
Oh! la libertad de salir por cuenta propia
Con una maleta donde la muerte viaja de contrabando
La contrapartida al muro de las soñolientas espadas
El gusto por el riesgo acelera la eyaculación de la Nada.
Inmerso en las mezquinas trampas del amor y sus trajes
Abandonado como un gesto sin causa ni efecto
Los espejos se han olvidado de reflejarme
Y yo no quiero enmascarar los ceros
Encerrados en la cárcel de seda de los testimonios
Ni dejar mi cráneo abierto a los silogismos
A la inevitable ruptura con la verde llama que me une
Al círculo de las contradicciones de cabellos dorados.
El perro que pasa corriendo parece hecho de aire
O de una materia transparente similar al olvido
Después de todo hospedarse en la lógica conduce a la locura
A dientes aburridos bajo la lupa de los orígenes
Y el deseo es una de mis más queridas posesiones
Alejándome de todo ejercicio de simulación
Acepto que el solo hecho de escribir me acerca a los débiles
A esa arena vil de las confesiones
Pero continúo negando las cicatrices del lenguaje
Mi condena a muerte es un gran punto de partida
Hacia el final de las confusiones posibles.
(Del libro La voz por enterrar)
ALMA AUTOMÁTICA (fragmento)
1
Un palacio de hielo negro se ha formado en el aire
Multiplicando la algarabía de los relojes confusos
Las bellas piernas que salen de un hormiguero sin nombre
Se enroscan a la memoria del chivo expiatorio
De nada me sirve este color sin fusta
Para navegar en la pradera de tu espalda
El pan del mar acude a rescatarme
Un espacio mágico se abre en la ontología de tus muslos
De cara a las intuiciones apellidadas rosca de chocolate
Quisiera deslizarme hacia el abismo de terciopelo rojo
Que florece cada mañana en el parque donde las ardillas apuran
El juego de las almas en pena
Cuando
La tos de los minutos anula los vaticinios de los renglones torcidos.
(Del libro Esfera Inacabada, inédito)
AMULETOS DEL SUEÑO (fragmento)
1
La música de cabellos más blancos que el sol
Perfora el brazo los vitrales
Las mariposas que flotan en tus ojos
Se posa en tu mirada hacha
Como un reptil acude lentamente
Muriendo ante la flor azul de la mañana
Esa música de dientes que borran las palabras
Siempre será las venas del agua detenida
Ante la sombra de un Adán tenebroso
Luchando por avanzar hacia lo oscuro
La lentitud con que la piedra existe
Es enfrentar un resplandor incierto
Saltar sobre mi abismo en llamas
Tinieblas de amor besar entre papeles
Embalsamados tiernos que se van de viaje con las hojas
De mis antepasados menos crueles
Esa música es sombra de mi lengua
Para levantar el velo de Isis los dormidos
Bueyes de la verdad y del destino
Hasta las comarcas reales de la saliva
Y sus cabellos de locomotora infinita
Y flecha que siempre da en el blanco
Donde los fantasmas se disuelven en puños como flores
Cuando el hombre de lágrimas de hierro
Condenado
Al plomo de su sombra
A la conclusión de sus muslos
Siempre a la exacta medida de sus testículos
A la posteridad minuciosa de su naufragio
Extrae el hueso más reciente del verano
Un pez o sol se rompe hasta donde le alcanza su dinero
Independientemente que mis ojos siempre estarán abiertos o cerrados
Me alimento de un suelo sólido de llamas
De una realidad que me visita joya
Agua viva naciendo de lo alto
Y de palabras rompiéndose por dentro
Amando mintiendo deseando
La soledad caníbal de las guillotinas amputadas
Y la rosa tigre de ojos como la niebla
Que mi vida se funda con el sueño
Como la ventana con el aire
Y ya no haya más aire ni sueño ni vida ni ventana
Sino sólo una materia única
Del otro lado del ser y de las cosas
Una sola música sin moscas ni cenizas
Dando cuerda al tambor adiós del silencio
Como un amuleto de salvaje sueño
De frente de cristal de roca
Por donde empieza la palabra.
(Del libro Amuletos del sueño)
LIBERTAD COLOR DE HOMBRE
André Breton
(fragmento)
I
Mi mirada es un árbol mordido por los números
De un agua permanente que no me escucha
Como un río hecho para ocultar lo oscuro
O un lago de alondra viva que regresa
Al centro del círculo que se devora
Comprendo que lo que está arriba y lo que está abajo
Son una y la misma cosa
Y que en Toscana sea posible prever lo porvenir
Alojando un licántropo ciego en el espejo que la sangre bate
Pero mis dedos se hinchan como un sol líquido resonante
Para empuñar la eficacia inmediata de los cuchillos
Aunque todavía me incline ante la totalidad de la rosa
Estos ojos que se disuelven ahora con el fuego
Con el violento y subversivo nocturno cristal de las acciones
No añaden ni descifran ningún nuevo misterio a mis palabras
Ellos sólo son un viejo alcohol furioso en la botella
Donde mi lengua junto a mi corazón y mis entrañas late
Junto al color primero y último del hombre
¡Oh libertad! Como un oro solar en las arterias.
(Del libro Amuletos del sueño)
AZOGUE NEGRO (fragmento)
Esa impaciente ceniza que te aguarda
Como la mano derecha de un ahorcado
En los hoteles rayos de tus mejillas
Entre tu pelo de hormigas y la tarde
De cerraduras vírgenes golpea
Mi tambor bebe tu sangre
Sale por las calles se me pierde
Con las llaves que llevo
En el bolsillo para amarte
Como un huracán de flechas que nadie ve y levanta
Hacia el amor todos sus párpados en llamas.
(Del libro Amuletos del Sueño)
RITOS (fragmento)
Frente a la pared borrada
Como mis manos por un lápiz de fuego
Hiendo mis palabras mi lengua
En el fondo de flechas o lámparas
Para sentirlas como un acero fundido a las entrañas
Del gallo que escruta las profecías que se sueldan
Al horrendo bramido del candelabro
A ese hueco de sombras
Que el poeta ha dejado
Sobre el papel en blanco.
(Del libro Amuletos del Sueño)