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UNA HISTORIA MUY COMÚN [Mi poema]
Carlos de la Torre Reyes [Poeta sugerido]

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MI POEMA... de medio pelo

 

Es la historia de un muchacho que soñaba con ser libre,
se olvidó del cubalibre y a las letras se aplicaba
presumiendo que sumaba su esfuerzo al mayor calibre
y al futuro de ese aljibe a llenarse le ayudaba.

Terminada la carrera comenzó a buscar trabajo
y aunque fuera él a destajo, éste a él se le resistiera,
pasó invierno y primavera y nunca aparecía el tajo
y buscar mandó al carajo, nunca trabajar pudiera.

Y es en vista del fracaso que montó su propio estudio
soñando que era el preludio para explotar su carrera,
mas esa ilusión primera fue dando paso al repudio,
nadar en ese diluvio lo difícil que eso era.

Se arruinó el pobre muchacho y con él se fue aquel sueño,
de sí mismo no era el dueño y seguía siendo pobre
y en ese ambiente insalobre cual toro volvió pastueño
compungido, triste empeño, y así se secó ese roble.
©donaciano bueno

La vida es una carrera de obstáculos en la que nunca hay que darse por vencido y a la vista de lo cual aprender a valorar los éxitos que mediante su esfuerzo otros han conseguido.

MI POETA SUGERIDO:  Carlos de la Torre Reyes

EL OLIMPO VACÍO

(fragmentos)

Los dioses ¿expulsados? del Olimpo
¿dejaron de existir
en el orgullo incauto de los hombres
y en la memoria insomne de los dioses?

Se extravió el búho de la sabiduría
por ser fiel a la nuca de Atenea,
actualmente heroína
de casi todas las telenovelas.

Apolo hipotecó a plazos su lira:
ahora toca la guitarra eléctrica
en festivales de beneficencia
y muy poco convence a las matronas.

Pandora ya vendió su cofre abierto
en pública subasta sin postores:
la esperanza fugó desvanecida
y sólo nos quedaron los remedios
para curar los males que no existen.

Afrodita -salvada de las olas-
naufragó en la rutina y en las deudas…
Dionisios -encerrado en un convento-
se consume de gota y de cirrosis
añorando a Esculapio
que -antes de ser chulquero-
le curaba de agudas blenorragias.

Circe regenta una salchichería:
sus amantes -convertidos en cerdos-
son la materia prima
de una próspera industria de enlatados.
Se disolvió entre grasa y celulitis
su hechicera belleza
que al más sutil placer crucificara
entre vicios inéditos y dolorosos éxtasis.

Poseidón -marinero retirado-
para jamás dejar de ser pirata,
una flota atunera
dirige a base de computadoras.

Orfeo se ha dormido en los espejos
que reflejan la ausencia de las horas
y la atenta mirada de la muerte,
y el strip-tease de Eurídice
a los huéspedes ricos del infierno
les transporta a un extraño paraíso.

Pigmalión no pudo ser maestro,
de todos y de nadie,
porque su obra sublime (Galatea)
posa para revistas pornográficas

Después de quince cirugías plástica
Narciso abandonó los hospitales
y esconde el duro paso de los años
con afeites, condones y pelucas.

Leda, quien no ha encontrado nuevos cisnes,
cría pollos -pero en incubadoras-,
los despluma y los vende por centenas
a casi todos los supermercados.

Hermes -monopolista de estampillas
tiránico patrón de los carteros,
de los choferes y de los aviadores
se divierte perdiendo los mensajes
que los dioses envían a los hombres.

Calipso se ha olvidado ya de Ulises
porque se le ha escapado del recuerdo,
y desfiles de moda organiza
con sus once modistos maricones…

Penélope fabrica ropa en serie…
Ulises es agente de turismo
y hasta Helena alimenta con alfalfa
a un caballo de Troya imaginario.

Heracles fue noqueado por un negro
antes de terminar el primer round,
y Deyanira cayó en adulterio
con el perro que guarda los infiernos.

Cupido a nadie hiere con sus flechas,
la vejez le llegó sin puntería,
ya ni siquiera apuesta al tiro al blanco
pues cada vez le tiembla más la mano.

Al Olimpo visitan los turistas
y ni siquiera necesitan guías,
pues a nadie le interesa descifrar
el eterno lenguaje de las ruinas.

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MI POETA INVITADO:  Avelino Dominguez

Mi tierra

Es un lugar en la Tierra
donde las montañas
se funden con las nubes
y solitarios cóndores
danzan un vals en el celeste.
Armonía…
tensas cuerdas sonoras
vibran en el sereno silencio
de sus noches estrelladas.

Dicen que, en ese valle,
donde la razón era el desierto,
tierra yerma, aridez, sequía,
el realismo mágico
de sus inspirados habitantes
pintó un oasis de vegetal simetría.
Una excelsa sinfonía de verdes
que realza el intenso colorido
del multiforme paisaje natural.

Cuando esta tierra ignoraba
su futuro de vino y de guitarra.
Mendoza era el valle de güentota,
patria de agrelos y de huarpes,
territorio del puma y el matuasto.
el agua remansaba en las lagunas
o se perdía mansamente en el desierto.
Ahora con prolijidad discurre
por miles de acequias y canales,
con un rumor que semeja una tonada
y cambia de ritmo cuando,
alguna pendiente la acelera en cueca.
Es donde ahora,
los álamos hablan con la luna
y el sol es una presencia permanente
que todo lo aclara, que todo lo ilumina.

Es la tierra donde las uvas
son más grandes, son más dulces.
Los racimos superan los dos metros
y sus granos llegan a ser como melones.
Dicen que sus habitantes,
hacen del amor y la amistad
un rito mágico que asombra al visitante.
¿Será cierto que, el imponente paisaje
parece una gran ocurrencia humana,
con higiene rigurosa y aire climatizado?

A mí me parece que exageran.
No creo que las uvas
tengan granos del tamaño de un melón
ni sus racimos superen los dos metros.
Lo de las acequias,
puede ser un truco de audio
con artefactos y cables escondidos.
No imagino a la luna
hablando con los álamos,
ni un paisaje con aire acondicionado.
Pero Mendoza,
y esto sí que podría hasta jurarlo,
es un lindo lugar para vivir
o por lo menos visitar de vez en cuando.

El río cambió de nombre

Un estruendo de improviso
estremece las montañas,
se prolonga por el valle
tremolante y misterioso.
Los forasteros se asustan,
se quedan tensos, callados,
mientras los huarpes de allí
siguen tranquilos, serenos
como si nada ocurriera.
Tuni an dice uno de ellos,
Tuni an repiten otros.
Tuni an; almas caen,
les traduce el lenguaraz
y señala la silueta
del gigantesco volcán.
Los huarpes creen que el ruido;
estertor ahogado y denso
que ha inundado todo el valle,
son las almas de los muertos
que caen por el volcán.
Y todos, cerca de río,
cuando estalla aquel estruendo
lo explican de esa manera:
tuni an, tuni an; almas caen.
El volcán se está apagando,
el hielo lo ha adormecido
y ese ruido impresionante
son sus últimos quejidos,
bramidos de despedida
del gigante que agoniza.
El río Malon Putú,
que baja de las montañas,
es vecino desde siglos
del volcán Tupungatito.
Ya no es más Río Amarillo,
antiguo Malon Putú.
Hoy su nombre es Tunuyán.
Las aguas que ahora riegan
viñedos y manzanares
se estremecieron entonces
con un retumbar de almas
cayendo por el volcán,
eran tuni y eran an,
tuni an, tuni y an.
Es tan larga la edad de un río
que hasta puede mudar de nombre.
Por su tono sulfuroso
y los ocres que refleja,
se llamó Malon Putú,
es decir; río Amarillo.
Y por la unión de dos palabras
que un misterio en la montaña
pretendían explicar;
el tuni an de los huarpes
se convirtió en Tunuyán.
Editorial Argenta

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Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

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