A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
LO RAZONABLE [Mi poema]
Alonso Quesada [Poeta sugerido]
¡Descubre, sigue y comenta haciendo click en el botón de la izquierda!
MI POEMA…de medio pelo |
Razonable es decir lo que uno siente La verdad no concibe otra salida Decir, abrir la boca, y opinar, Pues que dios con la boca nos ha hecho, Cuestión bien distinta es imponer |
Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. Neruda
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Alonso Quesada
UN TENEDOR DE LIBROS
Este es un tenedor de libros, bueno;
un inglés muy pacífico, que mira
distraído el amor.. . Frente a mi mesa
él trabaja consciente. -Es la oficina
de una entidad británica, severa,
donde pagan ¡mis números! con libras…
Hay un claro de sol sobre la testa
del inglés y él lo siente y se suaviza
aquel mirar tan mercantil que tienen
los ojos grises… pero no termina
la operación de cálculos que sigue
la recta ruta, bajo el sol, precisa…
Todos trabajan menos yo, que miro:
¡mi alma en todo minuto está propicia!
Y este es el mal de mi futuro de hombre.
¡Esta es mi enfermedad desconocida!…
El inglés ha parado, por fumarse
un cigarrillo de opio; una sonrisa
tiene en los labios y una gracia inglesa
me dice en tanto el cigarrillo lía…
Y entonces, la discreta entonación
de este adorable míster, finaliza,
y al verme como ayer, puestos los ojos
en lugar diferente al que me obligan,
clama: -¡Señor poeta, muchas nubes
para ganar con claridad la vida!…
¡Pero me cuenta de la Amada, lejos,
en los fríos hogares!…
Una cita
de patriotismo, que orgulloso siente
su corazón,
todo teneduría.. .
Y mi alma puesta en ocasión de plática,
al alma inglesa a platicar invita,
con la recordación de aquella aurora
en la que alondra y ruiseñor porfían…
Y el entusiasmo del inglés florece,
como una flor exótica, divina,
que sólo han visto nuestros buenos ojos,
en un caliente invernadero, un día…
EL BALANCE
A Tomás Morales
Estos cuarenta ingleses esta noche se juntan
para hacer un balance porque termina el año.
El trabajo nocturno, si es trabajo de números,
tiene para estos hombres un voluptuoso encanto.
Van llegando puntuales. Sobre las altas mesas
van uniformemente los libros colocando;
luego sacan sus pipas; reposados encienden
y antes de dar comienzo beben un whisky agrio.
La oficina está plena de luz, y yo he venido,
como todos los días, con bastante retraso…
Ellos, que no toleran la indiferencia mía,
en su lengua, a mis modos, ponen un comentario…
Y el más viejo de todos, el tenedor primero.
-¡ jaranero divino! a mi entrada alza el vaso
y con una postura de orador de Hyde-Park
grita:- iBrindo, señores, por el amigo Byron!
Los demás se sonríen -una burla británica-.
Yo sigo a mi pupitre y empiezo mi trabajo…
Soneto para pedir el desencanto de su persona a una señora de ojos negros, briosos y fatales como nunca él los había visto.
Por ver ojos azules, dueña mía,
dictó mi encanto la Divina Hada:
La seca humanidad que yo lucía
en manso corderillo fue tornada.
Así la pena fue; y en el lejano
jardín de los Ensueños heme ahora
sintiendo en mi vellón pasar la mano
de la Princesa Azul, que es mi señora…
¡Oh, encanto del dolor, suave y divino,
como lo triste que del alma vino
para volar al alma de la Amada…!
¡Y sé que acabará el hechizo mío,
de aquel manso mirar, si todo el brío
de tus ojos me das en tu mirada!
(De Las discretas emociones. )
(Soneto para pedir el desencanto)
Por ver ojos azules, dueña mía,
dictó mi encanto la Divina Hada:
la seca humanidad que yo lucía
en manso corderillo fue tornada…
Así la pena fue, y en el lejano
jardín de los Ensueños heme ahora
sintiendo en mi vellón pasar la mano
de la princesa azul, que es mi Señora…
¡Oh, encanto de dolor suave y divino
como lo triste que del alma vino
para volar al alma del amada!
¡Y sé que acabará el hechizo mío,
de aquel manso mirar, si todo el brío
de tus ojos me das, en tu mirada!
CAMINOS DOLOROSOS, VII
(Domingo. Camino solitario de la aldea.)
Este niño está solo en el camino.
El niño es como yo, que tiene miedo.
Se va a perder y yo no puedo nada.
No tengo voluntad ni sentimiento.
Los infelices ojos me acarician
y llegan hasta dentro
pero no me remueven el alma…
Se han perdido, solos,
como en el mar los míos se perdieron.
El niño dice: ¿Dónde va el camino?
¡Siempre empieza este camino
sin acabar el comienzo!
Yo le respondo:
Es un camino nuevo,
a cada instante empieza misterioso
sin llegar nunca a ser camino viejo.
El niño llora, pero yo sonrío.
Y es que el dolor del niño está muy lejos
de mi dolor, que es un dolor cortado,
frío dolor sin sombras y sin eco…
ALIVIO DEL ALMA, I
(Pascua de Resurrección. Camino de la clara aldea.)
¡Otra vez el amor…! Yo no sabía
que era el amor. El corazón alerta
dejó el recuerdo y despidió los sueños.
Luego cerró para el amor la puerta.
Mas ayer noche yo sentí que abrían
hollando el alma con graciosa huella,
trayendo sueños al recuerdo antiguo
de un nuevo aroma en juvenil esencia.
Hurto piadoso al corazón le hicieron,
quedó en el alma rota la Promesa;
docta en el arco del muchacho ciego
certeramente disparó la flecha.
Y en el silencio yo espere el pasado;
no era la misma la que hirió certera.
¡No era la misma! El corazón reía:
dos claros ojos infantiles eran…
Toda mi vida se juntó a tus sueños.
Domada el alma, ¿qué has de hacer con ella?
¿No será tarde para mi retorno,
temprano aún para tu edad pequeña…?
¡Oh, nueva moza del Amor! Mañana
yo no sabré si mi dolor se aleja,
mas no te lleves esos años niños
ya que han estado junto a mí, tan cerca.
Si es tarde para mí, no importa nada.
Tu desamor ni lo veré siquiera:
cuando tu corazón se olvide, el mío
será un oculto corazón de tierra…