C’EST LA VIE [Mi poema] Atahualpa Yupanqui [Poeta sugerido]
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MI POEMA… de medio pelo |
Vivir es consumirse lentamente, La vida es estertor, escalofrío, Que vivir sin soñar no trae a cuenta, La vida sin amor, una cagada ¿Què decir del humor? una pedrada No pediste venir y aquí has venido |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Atahualpa Yupanqui
Destino Del Canto
Nada resulta superior al destino del canto.
Ninguna fuerza abatirá tus sueños,
Porque ellos se nutren con su propia luz.
Se alimentan de su propia pasión.
Renacen cada día, para ser.
Sí, la tierra señala a sus elegidos
El alma de la tierra, como una sombra, sigue a los
seres
Indicados para traducirla en la esperanza, en la pena,
En la soledad.
Si tú eres el elegido, si has sentido el reclamo de la
tierra,
Si comprendes su sombra, te espera
Una tremenda responsabilidad.
Puede perseguirte la adversidad,
Aquejarte el mal físico,
Empobrecerte el medio, desconocerte el mundo,
Pueden burlarse y negarte los otros,
Pero es inútil, nada apagará la lumbre de tu antorcha,
Porque no es sólo tuya.
Es de la tierra, que te ha señalado.
Y te ha señalado para tu sacrificio, no para tu
vanidad.
La luz que alumbra el corazón del artista
Es una lámpara milagrosa que el pueblo usa
Para encontrar la belleza en el camino,
La soledad, el miedo, el amor y la muerte.
Si tú no crees en tu pueblo, si no amas, ni esperas,
Ni sufres, ni gozas con tu pueblo,
No alcanzarás a traducirlo nunca.
Escribirás, acaso, tu drama de hombre huraño,
Solo sin soledad …
Cantarás tu extravío lejos de la grey, pero tu grito
Será un grito solamente tuyo, que nadie podrá ya
entender.
Sí, la tierra señala a sus elegidos.
Y al llegar el final, tendrán su premio, nadie los
nombrará,
Serán lo “anónimo”,
Pero ninguna tumba guardará su canto ..
Caminito del indio
Caminito del indio,
sendero coya
sembrado de piedras.
Caminito del indio
que junta el valle
con las estrellas.
Caminito que anduvo
de sur a norte
mi raza vieja
antes que en la montaña
la Pachamama
se ensombreciera.
Cantando en el cerro
llorando en el río,
se agranda en la noche
la pena del indio.
El sol y la luna
y este canto mío
besaron sus piedras,
camino del indio.
En la noche serrana
llora la quena
su honda nostalgia.
Y el camino sabe
cuál es la coya
que el indio llama.
Se levanta en la noche
la voz doliente
de la baguala.
Y el camino lamenta
ser el culpable
de la distancia.
El Poeta
Tú piensas que eres distinto
porque te dicen poeta,
y tienes un mundo aparte
más allá de las estrellas.
De tanto mirar la luna
ya nada sabes mirar,
eres como un pobre ciego
que no sabe adónde va…
Vete a mirar los mineros,
los hombres en el trigal,
y cántale a los que luchan
por un pedazo de pan.
Poeta de tiernas rimas,
vete a vivir a la selva,
y aprenderás muchas cosas
del hachero y sus miserias.
Vive junto con el pueblo,
no lo mires desde afuera,
que lo primero es ser hombre,
y lo segundo, poeta.
Si una guitarra triste me dijera
Si una guitarra triste me dijera
que no quiere morir entristecida,
me pondría a rezar sobre su herida
con tal de recobrar su primavera.
Si un triste trovador hoy me pidiera
un poquito de luz para su vida,
toda la selva en fuego convertida
para su corazón yo le ofreciera.
Mas, de poco valió la proclamada
pujanza de mi anhelo, si callada
la muerte te llevó, Daniel Reguera.
Pasa tu zamba por la noche oscura,
y el eco de tu voz en la llanura
sigue buscando luz y primavera.
El Grito (poema)
El corazón es un arco.
Casi no cabe en el pecho.
Y vuela quebrada arriba
El grito de los arrieros.
Peligro, marcha, atención.
Coraje, pena, despecho.
El grito salta en las piegras
Atropellando el silencio.
Alegrías pasajeras.
Sombras que duelen adentro.
Angustia de cien caminos
Tienen los gritos del cerro.
Poncho azul y colorado.
Buen caballo y buen apero.
El corazón, como un arco
Que ya no cabe en el pecho.
Y en la mitad del camino
Un grito que llena el cerro,
Diciendo cosas distintas
Aunque parezcan lo mesmo.
La vida a veces” – Jaime Gil de Biedma
La vida a veces es tan breve
y tan completa que un minuto
– cuando me dejo y tú te dejas –
va más aprisa y dura mucho.
La vida a veces es más rica.
Y nos convida a los dos juntos
a su palacio, entre semana,
o los domingos a dar tumbos.
La vida entonces, ya se cuenta
por unidades de amor tuyo,
tan diminutas que se olvidan
en lo feliz, en lo confuso.
La vida a veces es muy poco
y tan intensa -si es tu gusto-
Hasta el dolor que tú me haces
da otro sentido a ser del mundo.
La vida; luego, ya es nosotros
hasta el extremo más inmundo.
Porque quererse es un castigo
y es un abismo vivir juntos.