AGUAS TURBIAS, AGUAS CLARAS [Mi poema]
Cecilia Álvarez [Poeta sugerido]

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MI POEMA …de medio pelo

 

Agua turbia, encharcada, sin futuro,
de cuerpo simulando estar presente,
por mucho que lloréis dais contra un muro,
en cambio el agua fresca, transparente
que invita a uno a mirarse en el espejo
gozando del favor de su reflejo
se muestra complacida y complaciente.

Aguas turbias, fecales, aguas duras
contrarias al brotar de manantiales
vestidas tan graciosas con sus chales
desnudas con heridas sin suturas,
vosotras sois cual rosa a los rosales
lo opuesto a las que sufren de angosturas
más propias de becerros y animales.

Que abundan hoy las aguas pestilentes,
las ansias por medrar, los sinsabores,
los odios, las rencillas, los rencores
que inundan, contaminan los ambientes,
las mismas que incomodan a las gentes
con sapos en su charcas, con censores,
las aguas putrefactas, malolientes.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Cecilia Álvarez

CARICIAS DE ESPUMA

Se mide la distancia por ausencias,
por todas esas huellas que habitan en el aire
abandonadas por los sueños
en un limbo de niebla
donde sólo recala una memoria hendida,
unos pasos borrados por la lluvia,
unas palabras hilvanadas
con caricias de espuma y de llovizna.
Y las horas se te colman de preguntas
y a tu lado descubres
una hilera de respuestas
que esperan
ante la coraza infranqueable de tu alma.
No hay respuestas,
sólo queda una vorágine de pretéritos
ocasos y azules que tiñen tus recuerdos,
esos que te salvan o destruyen
te aniquilan o te viven. Y mientras dudas
caes en la cuenta de que, al menos,
puedes seguir dejando tus huellas
en el aire,
libres e imperfectas,
a salvo de la furia del mar y de las olas
del bullicio que ahoga y los silencios.
A salvo, definitivamente, de ti misma.
(De El lento suspirar de la aurora)

LA SOLEDAD QUE TE ENCUENTRA

“Mi soledad termina en tu latido”
Luis Rosales

Hay una soledad que buscas
y otra que te encuentra, al doblar
la esquina de tu propio silencio.
Es esa soledad tan llena
de nada, tan saturada
de voces que no te pertenecen,
tan vacía de tacto, tan carente de latidos.
Es esa tan ausente de palabras,
tan sobrada de paréntesis
en blanco, sin verbos, sin comas
ni adjetivos, sin sílabas
que unan la frase de tus días.
Es esa soledad tercamente ungida
de ausencia, extraviada
entre crepúsculos sin soles.
Es esa soledad tan desolada,
tan cruel al recrearse
en tus ayeres, tan reacia
a llenarte de mañanas.
(De El alma deshabitada)

MANOS QUE ENMUDECEN

“He sentido que la vida se ha apagado
sólo viven los latidos de mi pecho”
Juan Ramón Jiménez

Calladamente se van las ilusiones
calle abajo, entre arboledas sin nombre
en medio del silencio de la tarde.
Apenas hay palabras coherentes
sólo unas manos que enmudecen
en medio del invierno, solitario y gris
apagado y ausente.
Se va la vida calle abajo, lentamente,
paso a paso entre lejanas sombras
dejando huellas ilegibles, rotas
bajo la escasa luz de mis lágrimas.
(De Palabras al alba)

INFINITO SILENCIO

“Hablo conmigo misma, conmigo solamente, aislada”.
Sylvia Plath

Te abarca un infinito silencio que te apuñala
que te estruja el alma hasta vencerla, hasta
romper el aire que penosamente respiras.
No hay palabras que te colmen, que te vivan
sólo un profundo silencio que te envuelve
que, sin remedio, se va alojando en tu pecho.
Hiere el amor y el vano vacío de las horas
hiere el mar y el aire salobre que te cubre.
Hiere la vida cuando sólo el silencio te vive.
(De Adagio del silencio)

AUSENCIA

Es esa palabra tan ovillada
a la presencia, tan colmada de silencio.
Es esa palabra encadenada al vacío,
al tiempo huido y lágrimas contenidas,
es la memoria atrapada en un instante
que se racima al caer la tarde, cuando
llueven recuerdos sobre tu piel dormida.
Es ese hechizo sin conjuro que te abarca
y te latiga, un veneno con sabor a miel
que recorre tu savia y no te salva, que hurga
en tus heridas y te saja los latidos.
Es la ausencia un caudal de aromas
que diluvian, un mar de tactos trasnochados
que se llevó la brisa al limbo del pasado.
No es una palabra. No.
Es la vida que condena.
(De El lento suspirar de la aurora)

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MI POETA INVITADO: Boris Rozas

JAMAICA PLAIN

Soy el sueño de Gerardo Diego,
que aún le tiene miedo al mundo
mientras se debate por una almohada
con su padre,
como a veces soy la lluvia
de Jorge Luis Borges,
que oye caer a los hombres
por precipicios que no existen.
Soy Sylvia Plath
recordando con un nudo en la garganta
los suburbios de Jamaica Plain
antes de quitarse la vida,
como a veces siento que soy Jim Morrison
a los 27,
acariciando dócilmente a Pamela Courson
mientras la gota de lluvia de Borges
otra vez se detiene apacible
en su ventana.

BÂTON-ROUGE

Recién sentado en su silla de mimbre
en la terraza abierta a la calle,
el poeta imagina la belleza
como segada
por un hacha invisible,
convertida en gafas de sol de marca
y largas propinas.
Luego se levantará de allí
teléfono en mano
y echará a correr de nuevo
mientras trata de escuchar el rumor de los
barcos
que recorren el río
en un último trance.
Su corazón es un suspiro
sobre una mesa de café vacía.
Eolas Ediciones

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[Autor invitado]
Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

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Yo, no quiero ser uno más, simple abeja…
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