»GLORIA FUERTES [Mi poema]
Mis Maestros [Poeta sugerido]
Mis Maestros [Poeta sugerido]
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Gloria Fuertes fue una escritora española, nacida en Madrid el 28 de julio de 1917 y fallecida en la misma ciudad el 27 de noviembre de 1998. Colaboró con diversas revistas, como ser la infantil Maravillas (ofreciendo historietas, cuentos y poemas), Chicas, Postismo y Cerbatana.
Entre los libros de su autoría encontramos los poemarios «Isla Ignorada», «Antología Poética», «Aconsejo beber hilo» y «Poemas del suburbio», así como la obra de teatro en verso titulada «Prometeo». Gloria recibió el Premio Guipúzcoa de poesía, el «Lazarillo», la Beca March para Literatura Infantil y fue diplomada honorífica del Premio Internacional Andersen, también por obras para niños. Fundación Gloria Fuertes
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LA PATA METE LA PATALa pata mete la pata -¡Grua!, ¡grua!, ¡grua! El cerdito le dijo: Por la granja pasean EL COCINERO DISTRAÍDO(Chiste en verso) |
LOS DOCE MESESEn enero, |
LOS REYESEl león es el rey de la selva. SE SUICIDÓ LA ESTAMPA DEL DICTADORSe suicidó Sólo las gaviotas la echaron de menos. |
ISLA IGNORADASoy como esa isla que ignorada, |
TODO EL PASADOTodo el pasado se quiere apoderar de mí No me asustan la soledad y el silencio, Mi eterna gratitud a los que me quieren, No puedo detenerme, EL CORAZÓN DE LA TIERRAEl corazón de la Tierra La Tierra no está para muchos trotes |
ParejasCada abeja con su pareja. Los juguetes son para jugar (de verdad)No para Jugar a Matar (de mentira) |
En el árbol de mi pecho
En el árbol de mi pecho
hay un pájaro encarnado.
Cuando te veo se asusta,
aletea, lanza saltos.
En el árbol de mi pecho
hay un pájaro encarnado.
Cuando te veo se asusta,
¡eres un espantapájaros!
Al borde
Soy alta;
en la guerra
llegué a pesar cuarenta kilos.
He estado al borde de la tuberculosis,
al borde de la cárcel,
al borde de la amistad,
al borde del arte,
al borde del suicidio,
al borde de la misericordia,
al borde de la envidia,
al borde de la fama,
al borde del amor,
al borde de la playa,
y, poco a poco, me fue dando sueño,
y aquí estoy durmiendo al borde,
al borde de despertar.
Autobiografía
Gloria Fuertes nació en Madrid
a los dos días de edad,
pues fue muy laborioso el parto de mi madre
que si se descuida muere por vivirme.
A los tres años ya sabía leer
y a los seis ya sabía mis labores.
Yo era buena y delgada,
alta y algo enferma.
A los nueve años me pilló un carro
y a los catorce me pilló la guerra;
A los quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía.
Aprendí a regatear en las tiendas
y a ir a los pueblos por zanahorias.
Por entonces empecé con los amores,
-no digo nombres-,
gracias a eso, pude sobrellevar
mi juventud de barrio.
Quise ir a la guerra, para pararla,
pero me detuvieron a mitad del camino.
Luego me salió una oficina,
donde trabajo como si fuera tonta,
-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.
Escribo por las noches
y voy al campo mucho.
Todos los míos han muerto hace años
y estoy más sola que yo misma.
He publicado versos en todos los calendarios,
escribo en un periódico de niños,
y quiero comprarme a plazos una flor natural
como las que le dan a Pemán algunas veces.
EL REGALO QUE YO QUIERO
Yo no deseo un reglo
que se compre con dinero.
He de pedir a los Reyes
algo que aquí no tengo:
pido dones de alegría
y la canción de un jilguero,
y la flor de la esperanza
y una fe que venza el miedo.
Pido un corazón muy grande
para amar al mundo entero
Yo pido a los Reyes Magos
las cosas que hay en el cielo:
un vestido de ternura,
una cascada de besos,
la hermosura de los ángeles,
sus villancicos y versos,
y una sonrisa del Niño.
El regalo que yo quiero.
CUANDO TE NOMBRAN
Cuando te nombran,
me roban un poquito de tu nombre;
parece mentira,
que media docena de letras digan tanto.
Mi locura seria deshacer las murallas con tu nombre,
iría pintando todas las paredes,
no quedaría un pozo
sin que yo asomara
para decir tu nombre,
ni montaña de piedra
donde yo no gritara
enseñándole al eco
tus seis letras distintas.
Mi locura sería,
enseñar a las aves a cantarlo,
enseñar a los peces a beberlo,
enseñar a los hombres que no hay nada,
como volverme loco y repetir tu nombre.
Mi locura sería olvidarme de todo,
de las 22 letras restantes, de los números,
de los libros leídos, de los versos creados.
Saludar con tu nombre.
Pedir pan con tu nombre.
– siempre dice lo mismo- dirían a mi paso, y yo, tan orgullosa, tan feliz, tan campante.
Y me iré al otro mundo con tu nombre en la boca,
a todas las preguntas responderé tu nombre
– los jueces y los santos no van a entender nadaDios me condenaría a decirlo sin parar para siempre.
LOS PÁJAROS ANIDAN
Los pájaros anidan en mis brazos,
en mis hombros, detrás de mis rodillas,
entre los senos tengo codornices,
los pájaros se creen que soy un árbol.
Una fuente se creen que soy los cisnes,
bajan y beben todos cuando hablo.
Las ovejas me pisan cuando pasan
y comen en mis dedos los gorriones,
se creen que soy tierra las hormigas
y los hombres se creen que no soy nada.
YA VES QUÉ TONTERÍA
Ya ves qué tontería,
me gusta escribir tu nombre,
llenar papeles con tu nombre,
llenar el aire con tu nombre;
decir a los niños tu nombre,
escribir a mi padre muerto
y contarle que te llamas así.
Me creo que siempre que lo digo me oyes.
Me creo que da buena suerte.
Voy por las calles tan contenta
y no llevo encima más que tu nombre.
SOMOS TAN…
Somos tan… crueles
que prefieres estar unas horas con quien quieres
que toda una vida con quien te quiere,
– o al revés -.
DESDE QUE NACÍ EN LOS DIARIOS SIEMPRE VIENE UN PARTE DE GUERRA
No sé por qué… recuerdo,
que hace años por la noche,
yo rezaba un padrenuestro
para no soñar cosas de miedo.
Después cuando la guerra,
rezaba para que no sonara la sirena…
Después seguí rezando
para que no nos detuvieran;
luego, para que Equis me quisiera;
para que mi análisis no diera leucemia,
para que se acaben los líos de fronteras,
para que este país… y vuelta y vuelta.
(Desde que nací en los diarios siempre viene un parte de guerra.)
Variando la retahíla,
mezclando personales peticiones con otras peliagudas y extranjeras,
(que si este amor que si la paz que si la pena)
sigo y sigo pidiendo con la fe de una pieza.
Temo tener a Dios cansado de monserga.
H
H es para hortensia.
Hortensia la horripilenta,
la horrible maleducada,
fea glotona, pasmada…
Se comió cuarenta plátanos
en una fiesta invitada.
…Y dejó una alfombra de tonos dorados
para que se escurrieran los invitados.
SOY ALEGRE
Soy alegre y afable en el invierno,
en el verano piso por la playa,
en el otoño pliso los visillos,
estoy como una cabra en primavera.
La ciudad me da asco.
No así el río.
Los ojos mudos de los hombres pasan.
Sólo se cose a mí este silencio
que disfruto cuando las bestias duermen.
Soy más bien buen carácter,
y nadie dice
que desde que nací yo duermo sola.
HEMOS DE PROCURAR NO MENTIR
Hemos de procurar no mentir mucho.
Sé que a veces mentimos para no hacer un muerto,
para no hacer un hijo o evitar una guerra.
De pequeña mentía con mentiras de azúcar,
decía a las amigas: «Tengo cuarto de baño»
-mi casa era pobre con el retrete fuera-.
«Mi padre es ingeniero» y era sólo fumista,
pero yo le veía ingeniero ingenioso!
Me costó la costumbre de arrancar la mentira,
me tejí un vestido de verdad que me cubre,
a veces voy desnuda.
Desde entonces me quedo sin hablar muchos días.
AUTOBIO
Nací a muy temprana edad.
Dejé de ser analfabeta a los tres años,
virgen, a los dieciocho,
mártir, a los cincuenta.
Aprendí a montar en bicicleta,
cuando no me llegaban
los pies a los pedales,
a besar, cuando no me llegaban
los pechos a la boca.
Muy pronto conseguí la madurez.
En el colegio,
la primera en Urbanidad,
Historia Sagrada y Declamación.]
Ni Álgebra ni la sor Maripili me iban.
Me echaron.
Nací sin una peseta. Ahora,
después de cincuenta años de trabajar,
tengo dos.
EL COTORRO DE CASCORRO
El cotorro de Cascorro
nació en Madrid,
hijo de una cotorra
de Guayaquil.
La dueña del cotorro
de Cascorro
le cortó las uñas
y le hizo un gorro.
El cotorro de Cascorro
era de lo que no hay,
decía:
Contra lo «chungo»
lo «guay».
Contra lo «chungo»
lo «guay».
Así lo dijo,
porque era más chulo
que un botijo.
Cuando llegó a mayor
le metieron una cotorra
en la jaula.
El cotorro feliz dijo:
-Tengo una alumna en el aula.
La cotorra por la jaula
trepa que trepa.
Y el cotorro recitando:
-Viva la Pepa! ¡Viva la Pepa!
EN MI JARDÍN
SOBRE el césped los árboles me hablan
del divino poema del silencio.
La noche me sorprende sin sonrisas,
revolviendo en mi alma los recuerdos.
* * *
¡Viento! ¡oye!
¡espera! ¡no te vayas!
¿De parte de quién es? ¿Quién dijo eso?
Besos que yo esperé, tú me has dejado
en el ala dorada de mi pelo.
¡No te vayas! ¡alegra más mis flores!
Y sé, tú, viento amigo mensajero;
contéstale diciendo que me viste,
con el libro de siempre entre los dedos.
Al marcharte, enciende las estrellas,
se han llevado la luz, y apenas veo,
y sé, viento, enfermo de mi alma;
y llévale esta «cita» en raudo vuelo.
…Y el viento me acaricia dulcemente,
y se marcha insensible a mi deseo…
AUNQUE NO NOS MURIÉRAMOS AL MORIRNOS
Aunque no nos muriéramos al morirnos,
le va bien a ese trance la palabra: Muerte.
Muerte es que no nos miren los que amamos,
muerte es quedarse solo, mudo y quieto
y no poder gritar que sigues vivo.
Adivina, adivinanza…
Adivina, adivinanza…
Adivina, adivinanza…
Adivina, adivinanza:
va montado en un borrico
es bajo, gordo y con panza,
amigo de un caballero
de escudo y lanza,
sabe refranes, es listo.
Adivina, adivinanza…
¿Quién es?
(Sancho Panza)
15 de MAYO
San Isidro, estoy cansada,
Yo te dejo mi herramienta.
Tú, que nunca fatigado estuviste
-ni en tormenta-,
tú, que todo lo rezabas
lo labrabas
lo sembrabas
tú, que hablabas
con los santos
con el trigo
con el ave.
Toma, planta mi bolígrafo,
A ver qué coño son sale.
San Isidro, estoy cansada.
ORACIÓN
Que estás en la tierra, Padre nuestro,
Que te siento en la púa del pino,
En el torso azul del obrero,
En la niña que borda curvada
La espalda, mezclando el hilo en el dedo.
Padre nuestro que estás en la tierra,
En el surco,
En el huerto,
En la mina,
En el puerto,
En el cine,
En el vino,
En la casa del médico.
Padre nuestro que estás en la tierra,
Donde tienes tu gloria y tu infierno
Y tu limbo; que estás en los cafés
Donde los pudientes beben su refresco.
Padre nuestro que estás en la tierra,
En un banco del Prado leyendo.
Eres ese viejo que da migas de pan a los pájaros del paseo.
Padre nuestro que estás en la tierra,
En la cigarra, en el beso,
En la espiga, en el pecho
De todos los que son buenos.
Padre que habitas en cualquier sitio,
Dios que penetras en cualquier hueco,
Tú que quitas la angustia, que estás en la tierra,
Padre nuestro que sí que te vemos
Los que luego hemos de ver,
Donde sea, o ahí en el cielo.
YO EN UN MONTE DE OLIVOS
Como un volcán dormido de mentira
-parezco al parecer tan descansada-.
Un ocio agotador que así me enciende,
Brotan de mi costado las palabras.
Sudo tinta y tengo sed, sed tengo,
Mucha sed de manos enlazadas.
Por la punta del monte de mis senos
Por la punta del lápiz va la lava.
Va balada a tus pies o bien protesta,
En una piedra al sol, arrodillada
Y la pasión del hombre se me representa:
Veo celdas con rejas, hospitales sin camas,
Sabios con atómicas, analfabetos con ayuda de cámara,
Viudas con marido, casos sin casa,
Niños crueles, perras apedreadas,
La traición de un amigo, la destrucción de un alma.
¡No puedo más!… Me levanto y dicen:
-Ahí va Gloria la vaga.
-Ahí va la loca de los versos, dicen,
la que nunca hace nada.
DON PATO Y DON PITO
(Cuento «patoso»)
Don Pato y don Pito
dan un paseíto.
-¡Qué suerte, don Pito,
me encontré este güito!
Y los dos le quiere
y los dos se hieren.
Y todos se extrañan
de ver que regañan.
Y mientras se zumban,
bailando la rumba…
Viene el dueño, otro patito,
y éste se lleva su güito.
¡No discutid, muchachitos,
no discutid por un güito,
para que nunca os suceda,
lo que a don Pato y don Pito!
DOÑA PITO PITURRA
Doña Pito Piturra
tiene unos guantes,
Doña Pito Piturra
muy elegantes.
Doña Pito Piturra
tiene un sombrero,
Doña Pito Piturra
con un plumero.
Doña Pito Piturra
tiene un zapato,
Doña Pito Piturra
le viene ancho.
Doña Pito Piturra
tiene toquillas,
Doña Pito Piturra
con tres polillas.
Doña Pito Piturra
tiene unos guantes,
Doña Pito Piturra
le están muy grandes.
Doña Pito Piturra
tiene unos guantes,
Doña Pito Piturra
¡lo he dicho antes!
LAS TRES TONTAS
Por el pueblo ceniza,
van las tres tontas.
La una lleva una piedra,
un jarro lleva la otra
y la tercera va a misa,
lleva un rosario de moscas.
-Ponerlas la zancadilla-,
los chicos les tiran cosas.
-¿Quieres ser mi novia, Elisa?,
se sonreía la m·s boba.
-Es mentira que me quieres,
dice la m·s habladora,
no podemos ir al baile,
somos tontas.
Van cogidas de la mano,
-a por conchassobre
el río van andando,
las tres tontas.
ELGALLO DESPERTADOR
Kikirikí,
estoy aquí,
decía el gallo
Colibrí.
El gallo Colibrí
era pelirrojo,
y era su traje
de hernoso plumaje.
Kikirikí.
Levántate campesino,
que ya está el sol
de camino.
?Kikirikí.
Levántate labrador,
despierta con alegría,
que viene el día.
?Kikiriki.
Niños del pueblo
despertad con el ole,
que os esperan en el «cole».
El pueblo no necesita reloj,
le vale el gallo despertador.
SUCESO
Marinero sin tierra
náufrago sin velamen
huérfano de puerto
nave sin timón.
Rodeado de agua y sediento
rodeado de pescado y hambriento
rodeado de olas y sin saludos
rodeado de dólares y desnudo.
AUTOEUTANASIA SENTIMENTAL
Me quité de en medio
por no estorbar,
por no gritar
más versos quejumbrosos.
Me pasé muchos días sin escribir,
sin veros,
sin comer más que llanto.
LA GENTE DICE
La gente dice:
«Pobres tiene que haber siempre»
y se quedan tan anchos
tan estrechos de miras,
tan vacíos de espíritu,
tan llenos de comodidad.
Yo aseguro
con emoción
que en un próximo futuro
sólo habrá pobres de vocación.
EN LOS BOSQUES DE PENNSYLVANIA
Cuando un árbol gigante se suicida,
harto de estar ya seco y no dar pájaros,
sin esperar al hombre que le tale,
sin esperar al viento,
lanza su última música sin hojas
¿sinfónica explosión donde hubo nidos?,
crujen todos sus huecos de madera,
caen dos gotas de savia todavía
cuando estalla su tallo por el aire,
ruedan sus toneladas por el monte,
lloran los lobos y los ciervos tiemblan,
van a su encuentro las ardillas todas,
presintiendo que es algo de belleza que muere.
MI CARA
En mi cara redondita
tengo ojos y nariz,
también una boquita
para hablar y para reír.
Con mis ojos veo todo,
con la nariz hago achís,
con mi boca como como
palomitas de maíz
Jesús, María y José
Jesús, María, y José
estaban junto al pesebre.
El niño tenía frío.
María tenía fiebre.
Al Niño Jesús Bendito,
le entretiene un angelito.
Se arremolina la gente,
Vienen los Reyes de Oriente.
Se acercan los mensajeros.
El Niño hace pucheros.
No le gusta el oro fino,
prefiere pañal de lino.
Los pastores van en moto,
y se arma un alboroto,
las ovejas asustadas,
corren hacia las majadas.
Los pastores dan al Niño
bollos y queso, y cariño.
José, María, y Jesús,
nos dan vida y nos dan luz.