A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
CHIQUILLA [Mi poema]
Verónica Jaffé [Poeta sugerido]
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MI POEMA... de medio pelo |
¿Qué prisa por crecer tienes chiquilla, Tan dulce y graciosísima, pequeña, Con tiempo para andar, larga es la senda. Para rosa comience a florecer El #tiempo avanza a su ritmo, a qué viene querer correr? Share on X |
A mi nieta Martina en la fecha en que cumplió 4 meses de su venida a este mundo
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Verónica Jaffé
Cuadro de mujer en otoño
La distancia hacia la isla
se diluye un poco en los grises
de la noche iluminada:
es reflejo de ciudad txtrema,
lleva el nombre
de un indígena amable, Seattle
le otorga cuerpo a las nubes.
La marea sube.
Pequeño es el ruido de las olas,
el lamento
de algún ganso o gaviota.
Nada más ocurre en esta playa
donde llueve lenta,
apaciblemente.
Dormidos los niños,
los pinos retienen
la mesura
de una costa otoñal
en tu mirada
hermana
mujer.
para E: E: Olympia, 26/10/1989
PREFERENCIA PELIGROSA
Solo hoy prefiero
la teoría del no saber,
de la duda temblorosa,
del ni sí ni no, es que no sé,
del demonio sincero
y la locura a ratos
por la sola razón propia,
no vaya a ser
que meta la pata otra vez
y tenga que volver
por la cuerda floja, esa
que espero no ver más
nunca, con el favor de todos
los dioses juntos,
los de nosotros los buenos,
nosotros los malos,
aunque me repita
el poeta con razón que
los dioses se han ido hace
años y nos han dejado solos
en el juego este de «ayer
les tocó a los buenos
y hoy a los malos»,
aunque sé que es peligroso.
ACONSEJAN
los confucianos
que cuando el gobierno es malo
hay que correr a las colinas
y huir de la humillación
en un retiro a la pintura,
no de grandes cuadros
colgantes, sino de
pequeños pero largos
rollos que pueden ser
admirados en la
contemplación privada
de un paisaje
de apacibles colinas
quizás o también de
trágicas caídas
de aguas o de rocas
venerables robles o encinas
de sabia cobertura.
¿Dónde pudiera hallar
en mi monte interior o colina
ya encina alguna?
RECORDANDO A MONTEJO
Hace tiempo me dijo el poeta
del perdón
y de la nieve.
Entonces pensé en los pardos
y en los poemas que quedan
más allá del perdón y de la nieve.
Pero hoy, perdóname poeta,
si no alcanza para una mueca
sobre lienzo pardo o blanco
¿qué digo en gris cartón
del rencor de este
mi confuso otoño?
SOLO TRES LAURELES
acartonados,
verde seco esperanza,
imprecisa, te dedico,
poema, amigo,
porque coronas,
así sean de espinas,
le quedan solo a mis poetas
y sus antiguas alabanzas.
PERO
¿Si me propusiera en serio
y como terapia
saber por fin del país
de mis abuelas, mi madre?
O más exactamente,
¿sobre mis madres que
fueron país? Pero
sé tan poco casi nada
de eso porque
¿quién no le teme
al país de las madres
como al lobo?
DESCONOCIMIENTO
Dije ayer que me desconocía
y hoy no puedo desdecirme
tampoco.
Me he desconocido
todos esos años de infancia
y juventud.
Ni en esta madurez
me fue dado el saber
de las sombras cuevas
y bisontes. Sigo a ciegas
y sin iluminaciones.
¿Y la poesía?
Gran desconocida. Como
tampoco sé ya de nuestros gentiles
monstruos mastodontes.
PAÍS O POEMA
Algo como súbita
inspiración me
llevó la punta seca
sobre este metal
pero luego el
ácido borró
todo sentido
y quedó
la última frase
apenas legible:
esto nunca será
un país o
un poema.
Postdata:
probaré
de nuevo.
La infancia, la edad de la inocencia, es la mejor época de la vida