QUIERO QUE MI CEREBRO SEA… [Mi poema]
Graciela Baquero [Poeta sugerido]
Graciela Baquero [Poeta sugerido]
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MI POEMA… de medio pelo |
Pretendo mi cerebro me obedezca, Que al ruido de la gente no haga caso, Que prevea, moderado y altruista, Que con maleducados sea esquiva Y puestos ya a pedir, que ponga esmero |
¿Alguien se imagina que nuestro cerebro siempre se dejara guiar por nosotros? Por ejemplo, que dejara de ser influenciable por mensajes o acontecimientos externos?
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Graciela Baquero
El sueño
Todo es luz para los ojos móviles del sueño
bajo los párpados se despliega
la plácida temperatura de una playa
y allí está él y ella que era yo
sin más sonido que la presencia del otro
enfrentados
doblándonos sábanas
haciendo coincidir las puntas del afecto
él y ella que era yo se acercaban y separaban
por la exacta medida de la tela.
Zoofilia
Soy el olfato de ese perro
esa dirección que llega
pone el hocico entre mis piernas
y manso reconoce
Es entonces cuando mi hembra
se queda sin mujer.
Ciudad dormitorio
Al pasar
las construcciones la retrasan
la distraen
sonándose unas contra otras.
Y ahí está el aire
dispuesto a arrastrarla.
El otoño nunca vuelve
esta temperatura ayuda a morir sin espanto.
La mujer busca dónde dormir
en las puertas de las grandes sucursales
y sueña
que realmente duerme.
Observando
uno destruye su casa.
Una jaula salió a buscar un pájaro,
Una jaula salió a buscar un pájaro
Franz Kafka
Una jaula salió a buscar un pájaro,
toda la herrumbre a favor de las heridas,
lugar donde caber, mesura.
Serenidad de la bestia apoyada en los alambres,
sus alimentos simples
su simple convivencia con el cuerpo del maltrato.
Fue ella quien desfiguró la puerta
y perdió el umbral
como quien olvida su perfume
el sabor del azufre
la capacidad del llanto.
Entró en la casa borrando las pisadas
y no hubo más regreso
que el ensueño de su propio centro.
Desfiguró la puerta.
No fue difícil que el lenguaje
se acomodara al espacio.
Un mundo más pequeño,
tal vez más comprensible
allí dentro, donde nadie vive,
ni ella ni el tiempo necesitaron salidas
y entre ambos descuidaron la palabra
afuera.
– – –
Lo más conmovedor de este estado
son los visitantes.
Fisuras del límite, tentación de rompimientos.
De dentro afuera ellos llegan
con todo su paisaje.
Entonces sólo cabe ser una esperanza,
un refugio vivo al borde de su ida.
– – –
Perdidas nuestras lindes
después de toda desmesura,
arrastramos las redes para traer hasta la orilla
a nuestros cuerpos implicados.
– – –
Mantengo los pies hundidos
en el manso lecho
de los días comunes.
No hay queja.
Los pájaros rescatan
de mi sombra su pequeña
alegría.
Ciudad dormitorio
Al pasar
las construcciones la retrasan
la distraen
sonándose unas contra otras.
Y ahí está el aire
dispuesto a arrastrarlas.
El otoño nunca vuelve
esta temperatura ayuda a morir sin espanto.
La mujer busca donde dormir
en las puertas de las grandes sucursales
y sueña
que realmente duerme.
Observando
uno destruye su casa.
Todos los Años…
Todos los años, al comenzar la primavera,
bajamos hasta el río por ver como el suicida
de la dársena siete sale del agua
y lo vuelve a intentar.