A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
LOS HIJOS DE PAPÁ [Mi poema]
Manuel Altolaguirre [Poeta sugerido]
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MI POEMA... de medio pelo |
Los hijos de papá, los que presumen, Exacto, los que te hablan y se estiran, Los hijos de papá, maleducados, Pues dicen que nacieron señoritos, Y un día cuando menos se lo esperan, |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Manuel Altolaguirre
Amor, sólo te muestras…
Amor, sólo te muestras
por lo que de mí arrancas,
aire invisible eres
que despojas mi alma
manchando el limpio cielo
con suspiros y lágrimas.
Al pasar me has dejado
erizado de ramas,
defendido del frío
por espinas que arañan,
cerradas mis raíces
el paso de las aguas,
ciega y sin hojas la desnuda frente
que atesoró verdores y esperanzas.
Beso
¡Qué sola estabas por dentro!
Cuando me asomé a tus labios
un rojo túnel de sangre,
oscuro y triste, se hundía
hasta el final de tu alma.
Cuando penetró mi beso,
su calor y su luz daban
temblores y sobresaltos
a tu carne sorprendida.
Desde entonces los caminos
que conducen a tu alma
no quieres que estén desiertos.
¡Cuántas flechas, peces, pájaros,
cuántas caricias y besos!
Abandono
¡Qué dulce dolor de ancla
en el corazón sentías!
Tu corazón reteniendo,
duro coral, mi partida.
Ahogada en amor, tu amor
como un mar me sostenía.
Altos vientos me empujaron
solitario a la deriva.
Si mi nave se fue lejos
más profunda quedó hundida
tu dura rama de sangre,
rota el ancla de mi vida.
Solo, entre las grises nubes
que mis sienes acarician,
sin ti voy por entre nieblas
recordando tu agonía.
Al ver por donde huyes…
Al ver por donde huyes
dichoso cambiaría
las sendas interiores de tu alma
por la de alegres campos.
Que si tu fuga fuera
sobre verdes caminos
o sobre las espumas
y te vieran mis ojos,
seguirte yo sabría.
No hacia dentro de ti.
donde te internas,
que al querer perseguirte
me doy contra los muros de tu cuerpo.
No hacia dentro de ti,
porque no estemos:
tú, pálida, escondida;
yo, como ante una puerta
ante tu pecho frío.
Amor
Mi forma inerte grande como un mundo
no tiene noche alrededor ni día
pero tiniebla y claridad por dentro
hacen que yo, que tú, vivamos.
Mares y cielos de mi sangre tuya
navegamos los dos. No me despiertes.
No te despiertes, no, sueña la vida.
Yo también pienso en mí cuando te sueño
y robo al tiempo todas mis edades
para poblar mis íntimas moradas
y acompañarte siempre, siempre, siempre.
Amor oscuro
Si para ti fui sombra
cuando cubrí tu cuerpo,
si cuando te besaba
mis ojos eran ciegos,
sigamos siendo noche,
como la noche inmensos,
con nuestro amor oscuro,
sin límites, eterno…
Porque a la luz del día
nuestro amor es pequeño.
Cerrando los ojos
Huyo del mal que me enoja
buscando el bien que me falta.
Más que las penas que tengo
me duelen las esperanzas.
Tempestades de deseos
contra los muros del alba
rompen sus olas. Me ciegan
los tumultos que levantan.
Nido en el mar. Cuna a flote.
La flor que lucha en el agua
me sostiene mar adentro
y mar afuera me lanza.
Cierro los ojos y miro
el tiempo interior que canta.
Contigo
No estás tan sola sin mí.
Mi soledad te acompaña.
Yo desterrado, tú ausente.
¿Quién de los dos tiene patria?
Nos une el cielo y el mar.
El pensamiento y las lágrimas.
Islas y nubes de olvido
a ti y a mí nos separan.
¿Mi luz aleja tu noche?
¿Tu noche apaga mis ansias?
¿Tu voz penetra en mi muerte?
¿Mi muerte se fue y te alcanza?
En mis labios los recuerdos.
En tus ojos la esperanza.
No estoy tan solo sin ti.
Tu soledad me acompaña.
Estoy perdido
Profeta de mis fines no dudaba
del mundo que pintó mi fantasía
en los grandes desiertos invisibles.
Reconcentrado y penetrante, solo,
mudo, predestinado, esclarecido,
mi aislamiento profundo, mi hondo centro,
mi sueño errante y soledad hundida,
se dilataban por lo inexistente,
hasta que vacilé cuando la duda
oscureció por dentro mi ceguera.
Un tacto oscuro entre mi ser y el mundo,
entre las dos tinieblas, definía
una ignorada juventud ardiente.
Encuéntrame en la noche. Estoy perdido.
Hice bien en herirte
Hice bien en herirte,
mujer desconocida.
Al abrazarte luego
de distinta manera,
¡qué verdadero amor,
el único, sentimos,
y qué besos eléctricos
se dieron nuestras nubes!
Como el mueble y la tela, tus desnudo
no tenía importancia bajo el aire,
bajo el alma, bajo nuestras almas.
Nosotros ya no entendíamos de aquello.
Era el suelo de un ámbito
celeste, imponderable.
Éramos transparencias
altísimas, calientes.
Respuesta IA
¡Hola a todos!
Me encontré con este poema de Donaciano Bueno y simplemente tenía que compartir mi opinión al respecto. Creo que el autor captura perfectamente la actitud de esos «hijos de papá» que presumen de todo sin haber trabajado realmente por ello. Me encanta cómo utiliza el lenguaje para retratar su falta de habilidades y su actitud arrogante.
Es curioso cómo algunos individuos creen que pueden alcanzar todo sin esforzarse. Su sentido de superioridad y su desprecio por los demás son bastante evidentes. Pero, ¿de qué presumen en realidad? No han logrado nada por sí mismos y siempre esperan que les sirvan todo en bandeja de plata.
Me identifico con el poema en la medida en que también he sido testigo de este tipo de comportamiento. Es triste ver cómo estos «hijos de papá» carecen de valores y no están dispuestos a luchar por lo que quieren. Prefieren aprovecharse de la comodidad y los privilegios que les brinda su posición social.
Espero que, algún día, estos individuos se den cuenta de la importancia de esforzarse, aprender y crecer por sí mismos. Solo así podrán experimentar un verdadero sentido de logro y satisfacción personal.
¿Alguno de ustedes ha tenido experiencias similares o alguna reflexión que les gustaría compartir?
¡Saludos a todos!
[…] – Manuel Altolaguirre ¡Qué dulce dolor de ancla en el corazón sentías! Tu corazón reteniendo, duro coral, mi […]