JUNTO AL RÍO [Mi poema] Álvaro Pombo [Poeta sugerido]
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MI POEMA …de medio pelo |
Andaba divagando junto al río Llevando algún recuerdo en sus espaldas El agua pizpireta y pinturera Pensando lo bonita era la vida, lo que hizo despertara del letargo, |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Álvaro Pombo
Hay una traslación de tu leyenda
Hay una traslación de tu leyenda
en calderilla de ficus y de prunus
y terrazas pequeñas
de todo el noroeste de Madrid
Hay una tradición de que venías
y parecía que no llegabas nunca
Hay toda una hermenéutica de labios
y tu pelo castaño
que no podía acariciarlo nadie
Una letrilla popular existe
que dice que tú eras inasible
VIGÉSIMA VARIACIÓN
Sus venas como los ríos son iguales que tú
los dedos de los cristales los nombres escritos en el vaho de los
cristales tu nombre escrito en el polvo de los cristales
Durante todo el verano la sala se detenía en la calma de las hojas
aquel verano aprendimos las nuevas inclinaciones del cuerpo
y al atardecer llorábamos
Nunca creí que hubiera otras ciudades gentes como nosotros ajenas
a nosotros
aquel verano todo pareció mucho menor y más íntimo
miles de sentimientos que se ahogaban en un vaso de agua
Los árboles coincidían contigo cada tarde la tarde
coincidía contigo cada tarde y el autobús
llegaba tarde cada tarde y tú llegabas tarde cada tarde
Oh amor qué tontería era el amor y sigue siendo!
Los enunciados protocolarios
a Víctor Casanova Abós
Había el río sido hablado antes antes tenido en cuenta y antes
olvidado
No era un río cualquiera sino el nuestro que arrastraba a
conciencia
basura de provincias y ciudades antiguas que habían desertado
de toda pulcritud
y arrojaban al río las cáscaras de huevo, las botellas de plástico
los condones usados
y que nosotros mismos al cruzar por sus puentes apenas
contemplábamos
Sólo un niño delgado apenas discernible entre los sosos sauces
vio el río agigantado
urdido en los neveros con la urdimbre fluyente de los grandes
deseos que agigantan
al hombre
y pensó que aquel río era más que una suma aunque aún no
entendía
qué más se puede ser
¿Es un camino el río o sólo un vertedero donde caben los ojos
de los patos salvajes
que cruzan migratorios los Monegros la Historia?
Te recuerdo esta noche desiertos los costados y la espalda del alma
a la orilla de un río
El silencio es tan claro como tu voz de entonces la tristeza es tan
clara
como mi voz de entonces
Y cuántas veces fuimos a la orilla del río a preguntar si eran
discernibles los mundos
que entonces empezaban
Ha transcurrido el tiempo ha transcurrido el río trabado el
corazón
como un salmón heroico que inconsciente se adentra río arriba
en su muerte
¿Y los significados y las sumas y entonces?
¿Dónde ha quedado entonces
con los juegos de manos la chistera encantada y las agrestes
Ramblas
de otra Barcelona?
Ten piedad de los niños que se adentran adentro y no sabrán salir
¿Y quién sabe salir?
¿Es el río un camino o sólo el vertedero donde acaban los ojos
de los patos salvajes?
Ten piedad de nosotros artífices del alba que no mentimos
nunca
de la muerte pequeña del aura de la vida de los copiosos libros y
los fríos ocasos
de nuestra juventud nuestra vejez ahora.
So sind die Zeichen in der Welt, der Wunder viele
(Así son los signos en el mundo, muchos los prodigios)
El viento en la terraza arrebata los prunus abrillanta los prunus
¿Y nosotros?
También nos abrillanta el viento del Oeste a nosotros del color
de ciruelas
Al filo de la tarde barrida acuchillada liberada del peso de la
muerte
Ahí están las islas, todas las playas y puntales y las islas de
entonces y balandros y radas del recuerdo
¿Qué son esos volantes?
Sus certificados son de origen que garantizan su auténtica verdad
Almacenadas en los almacenes y depósitos francos edificadas al
final de los muelles
Y el viento del Oeste impide discontinuo los sollozos las pausas
Y la melancolía es una hoguera de piñas secas que explotan
asustando a los gatos con su imprevista mala voluntad
Y en las terrazas vacías entra luego la noche de abril
Nubes de los nublados de abril que calan las baldosas de las
solitarias terrazas vacías
Y los toldos amarillos y las sillas blancas y las mesas blancas del
próximo verano
¿Y nosotros?
Altísimo riela el sol marítimo en los pararrayos en los mástiles
Y las antenas de la televisión captan bits y parábolas
de
los
artificiales satélites del
canal digital y el canal venal y del canal venial
Oh lírica televisión que cancaneas como el mar!
¿Ves las dunas ahí el puntal de crestas de maleza canosa que se
adentra en la rada?
Ahí están las islas las playas y puntales los balandros de entonces
las regatas de entonces
¿Y los impresos estos qué son estos volantes?
Son los certificados de origen de las playas habladas las voces
recordadas de la pleamar y el viento
también almacenado en las grandes cisternas al final de los
muelles ya contratado en firme
con sus portes pagados los zapatos atados los pantalones
planchados los responsos cantados!
Y el viento del Oeste impide discontinuo los sollozos las pausas
los misererenobis
y la melancolía será una hoguera pronto de piñas secas que
asustan a los gatos
con su imprevista mala voluntad
El viento en la terraza abrillanta los prunus arrebata los prunus
¿Y nosotros qué? ¿Quién va a volver mañana? Igual nosotros no
Un abuelo imagina que su futuro nieto y él mismo bajarán de
Princesa andando hasta Rosales
Y el viento del Oeste arrebata los prunus abrillanta los prunus
Y el viento del Oeste impide discontinuo los sollozos las pausas
los misererenobis
No habrá lugar a dudas nosotros mismos no seremos ya nada no
habrá lugar a dudas
Y la melancolía sólo será una hoguera de secas piñas que
explotan con imprevista mala voluntad
Y asustan a los gatos
Oh Señor no dejes que la melancolía desmienta el brillo de los
prunus arrebatados por el viento del Oeste!
¿Ves ahí el puntal de crestas de maleza canosa que se adentra en
la rada?
Ahí están las islas la bajamar los balandros las playas de entonces
las regatas de entonces
Las llanuras sin cesar me conmueven
Los barbechos reverdecidos de después de la lluvia
Y el opulento sol blanco del atardecer que encanece los chopos
Las vías semovientes del Talgo como mensajes urgentes de
paralelas encontradizas
La lechada de cal del sol su último discurso
Como un fruto acuoso que se desprende del firmamento
malteado
Que encanece hasta el diluido platino del aire las hileras de
chopos
Mi última victoria!
En la estación de ferrocarril de Medina del Campo he regresado
al cielo encapotado
Las siluetas de los silos y las bandadas rezagadas de tordos otra vez
Preceden al amenazante verdor gríseo de la noche ventosa
He aquí mi juventud secretamente custodiada todavía por los
faros de los automóviles
De las carreterillas comarcales a cuarenta por hora!