A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
FRENTE AL ESPEJO [Mi poema]
Marco Fonz de Tanya [Poeta sugerido]
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MI POEMA ... de medio pelo |
Desnudo estoy mirándome al espejo ¡Santo y seña, señor! oigo gritar ¡Vil espejo de vidrio tan banal! Sin alma pues no tienes corazón, Mas no podrán tildarte de bribón, Así impida entender tu apreciación Y así admita no tiene solución |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Marco Fonz de Tanya
DE AMOR BAJO LA LUNA
De amor bajo la luna
En ese jardín donde no nos separaron como a Eloísa y
Abelardo
creamos el amor bajo el lado descarnado de la luna.
Las brujas me besaban mientras tú cerrabas los ojos
los duendes te besaban a ti y mis ojos huían
despiertos.
Dentro de la vegetación la noche era el monstruo
y ahí no llegaba el lamento del hombre
ni el de Tristán ni el de Isolda.
Dentro sólo llegaba el sonido del fraternal abrazo
entre
el vacío y el espanto.
No cometimos el error de nuestros primeros padres
que la piedra lleva en su memoria
y cuenta a las nubes sobre el primer jardín humano.
Y odiamos estar en estos cuerpos.
Y amamos el haberlos conocido.
Pues mi cuerpo es lo deforme del espíritu
y el tuyo la espina del alma.
Valiente aire nocturno consejero de amantes
tímida tierra espantada por el deseo.
Fuego que fue habla en el sudor de Eva
y Adán, hambriento de Lilith,
cuenta que cuenta la historia de Romeo y Julieta.
En ese lejano jardín de nuestra
historia
Novalis cantó a Sofía y Fausto a Margarita.
Entre simetrías de vuelo
Dante vio por vez primera a Beatriz,
Werther se suicidó
y yo te
agarré por la cintura como un demonio abraza
un sueño.
No puedo decir qué tan lejos estábamos de la
perfección.
Y odiamos tener boca y
sexo.
Y amamos el aprender a nombrarlos.
Pues mi sexo es la inspiración del caos
y tu boca el principio de mis palabras.
Es ese jardín lloramos nuestro nacimiento
que era el comienzo de nuestra muerte.
Y concientes del destierro
nos amamos entre tritones y sirenas
gárgolas y arpías
el dedo índice y el medio
entre Chiapas y el infierno.
Después
El cuerpo es el patíbulo,
la horca, el garrote vil,
la Dama Angustia.
El cuerpo es Los fusilados
se hizo el otro silencio
se cercenaron las manos
y de los muñones se asoman búhos
con curiosidad demencial.
El cuerpo es la lengua azul del ahogado
con olor de incendio de bruja
y del humo verde nacen flores
con boca de sabor a grito
con grito que empuña diamantes.
El cuerpo es la bolsa de plástico
que asfixia lo valioso del polvo.
Por el mediodía
Sobrevivir a la sombra
ya que tiene más de uno que uno mismo
monstruo de papel de china
duplica su tamaño y su maldad
en una profundidad tal que parece superficie
y camina abismándonos los pies
y se arrastra serpentina ofreciéndonos
la vanidad de ser más grandes,
más anchos, más cuerpos gigantes
del pequeño carne, ofreciendo
más luna encajada en la tierra
negra por el veneno de ella
salir vivo después de mirar la sombra
poza de un Narciso impresionista
labor de ciegos, labor de ciegos.
Instante
Entre los dedos la cabellera
que cae como cien trompas de elefantes negros
alas de ángeles dentro de un pozo.
La seda es curiosidad de cocineras
el aliento entre las manos del campesino
es una bailarina de tul en una cueva.
Jalón de este a oeste
en la mirada de un chino
donde el sudor lo hace rey del tornasol.
La inquieta mano del sastre
busca agujas y olfatea orificios
la nariz es la flecha de la destrucción.
Tiempo de borrachos
La palabra viaja más rápido que su significado
mi paso es vacilante y ya estoy en la esquina
la luz es lenta con su procesión de imágenes
nada me susurra al oído un pastor de sonidos
y de repente la mar de ruidos me lanza sus olas
y mi sonrisa idiota es sabia porque nace virgen
siento un beso arrancándome los labios
y la botella es la respuesta semiótica
a lo desarrapado de la lengua
Pasa mi calle en sentido inverso
y lo real es un aforismo
y un aforismo es hormiga en el cosmos.
Tiempo para el mago (Joan Brossa)
¿Es usted el mago?
No, yo soy el conejo del mago,
la luz y su huevo
el huevo del nacimiento multiplicado
y la sed de la chistera en el escenario.
Momentos
Vuela y pregunta a San Francisco de Asís
si su amor perdona
las ansias de la sangre
los desvelos de la carne
la premura de su instinto.