DEL SEMBRAR Y DEL ESCRIBIR [Mi poema]
Jorge Daniel Tejeda Palafox [Poeta sugerido]
Jorge Daniel Tejeda Palafox [Poeta sugerido]
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MI POEMA …de medio pelo
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Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Jorge Daniel Tejeda Palafox
Estrella
Érase una vez
El 10 de octubre de 2012.
miércoles por la tarde
Una criatura especial me estaba esperando.
nunca me lo esperé
Fue un dia normal
Otro día tedioso de la universidad.
Así que caminé desde allí hasta casa.
Abrí la puerta
y ahí estaba ella
Su nombre es Estrella, dijo mamá.
Ella ladró y orinó. Una bebé Schnauzer muy divertida y linda.
Decidí respetar el nombre de bautismo.
La depresión y la terquedad invadieron mis días.
Pero cuando llegó Estrella
Todo eso desapareció inmediatamente.
Su nombre tiene un significado, “Luz de rescate o Salvación”
Ella fue desde ese día hasta ahora la luz en mi vida.
No sólo una perra, sino una compañera verdadera.
Yako
Esta es la breve historia
en un poema
Sobre el estelar Schnauzer blanco estelar llamado
Yako,
Un perro solitario de un año aproximadamente
Vagando por las calles
Sin un hogar para estar a salvo
Hasta el miércoles por la tarde,
9 de abril de 2013
Mamá, mi hermano y yo lo vimos.
La gente se atrevió a patearlo.
Entonces vino a mí con gracia y ternura.
Lo tomé sin pensarlo dos veces.
Y mamá condujo el auto con todos nosotros adentro.
Un nuevo amigo para nosotros,
para Estrella y Kika la vieja caniche albina.
Yako, diminutivo de Jacobo (“suplantador”,
“a ser seguido”), es el regalo que me envió el cielo.
Dios me bendijo con un perro macho.
Kid (Nino)
La gente dice que los gatos son criaturas especiales.
Como misteriosos y espirituales
La vida decidió darme
un gato bebé
Cuyo sexo se desconocía luego de tres meses de cuidados
Primero, fue "Katie".
Se corrigió y en realidad
se renombró como “Kid” para un gato macho.
“Kid”* como variante de la palabra “Niño” en inglés.
Juguetón, alegre
Y, sin embargo, bastante enigmático,
Kid es el 'Gato Estelar’ para mí
La astucia es su principal virtud.
Y su presencia siempre envuelve.
Brilla como una estrella celestial.
Nota: *El nombre “Kid” al ser “Niño” como sustantivo genérico, pasa al término “Nino”, como un nombre propio.
A Dios
Padre del Universo
Señor del Mundo
Dueño del oro
Mi creador
Aquí tienes mis palabras.
Con amor
Con fe
Con esperanza
con fuerza
con justicia
Con prudencia
Con templanza
Todo es tuyo, el poder y la gloria
por los siglos de los siglos, mi amado Señor.
Gracias, gracias, gracias.
Cuando el tiempo apremia
Cuando el tiempo empiece a empujarte a hacer lo inevitable
Es porque
Ese evento ha de ocurrir
Y sin miedos ni vergüenzas
A tomar acción y agarrar coraje
Para hacer de lo desconocido en algo que te pertenece por derecho divino
Sí, suena emocionante y nacen en ti diferentes sensaciones
Solo déjate llevar y no pienses en las consecuencias
Disfruta el proceso y agradece
Todo pasa, todo mejora
Hoy después del ayer
Cuando despedí el ayer
Y el reloj marcó las doce de hoy
Agradecer a Dios fue lo primero que hice
Una oportunidad más otorgada
Y empezar un nuevo reto más
Pensé en intentar algo nuevo
Y al decir intentar
Era olvidar si funcionaría o no
Lo que era importante era hacerlo
Sin expectativas
Dejé el ayer
Y hoy tomé las riendas del caballo
Y marcho hacia un destino distinto
Otro camino
Otra alternativa
Y disfrutar
Coleccionar experiencias
Coleccionar memorias
Hoy después de ayer
Recordar que vuelvo a vivir
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[/su_noteMI POETA INVITADO: Ismael Cabezas
Música que escucharé cuando hayas muerto
MADRID
(Fragmento)
Vine a Madrid para morir,
pues si el azar dispone dónde nacemos,
no siendo conmigo en exceso generoso,
morir es el acto final de la tragicomedia,
nuestra última y más íntima obra de arte.
Vine a Madrid para morir,
allí conocí aunque fuese por breve tiempo
algo parecido a eso que llaman felicidad,
el caprichoso don del poema fue otorgado
y hubo gestos silenciosos y cálidos
de hombres cuyos nombres desconocía,
quizás ese caprichoso y extraño misterio
de reconocerse el uno al otro en las palabras
como en un antiguo y desconchado espejo.
La primera vez
La primera vez que desnudas por dinero
tu frágil cuerpo en una habitación
sucia y fría de la Calle Montera,
la primera vez que escribes un mal poema
y juegas ante todos a ser Baudelaire,
la primera vez que en aquella casa abandonada,
entre escombros y ruinas clavas la aguja
en la piel aún tan blanquecina y joven,
la primera vez que mezclas cocacola con ginebra
a los dieciséis y crees que el tiempo no existe,
la primera vez que estás solo en la oscuridad
de una celda de viejas paredes desconchadas
y rezas una oración que apenas recuerdas,
la primera vez que sentado en una silla vencida
por el peso de los cuerpos de tantos otros,
aguardas turno en el pabellón de psiquiatría,
la primera vez que en mitad de una madrugada
de noviembre, piensas en anudar una soga a tu cuello,
la primera vez que con tu primer hijo haces cola
una soleada mañana de enero en el comedor social
del barrio donde una vez fuiste niño,
todas esas veces que en un solo instante,
cambiaron para siempre nuestras vidas.
Poética
Para Domingo F. Faílde, in memoriam
La dependienta de la tienda de una gasolinera
abierta las 24 h, que mira con ojos vacíos
las luces traseras de los coches
a las cuatro de la madrugada,
el yonqui en rehabilitación que enseña
una cicatriz que le recorre todo el vientre
y cuenta que ha conseguido trabajo
para un par de meses,
la cuarentona que lleva quince días
divorciada y pregunta por algún libro
en la sección de autoyuda,
los ojos de un niño de apenas dos años
llenándose de la luz que penetra
por la ventanilla del autobús,
la cabeza de una vieja gitana dormida
caída sobre el pecho arrugado,
quemado de tanto sol, y una bolsa
con unas sucias pertenencias a sus pies,
no se trata de postestructuralismo
de Foucault o Derrida
o de hiperrealidad,
sino de un simple y ligero ejercicio
de la mirada, de observar a fin de cuentas
todo eso que a veces,
como las lágrimas y la sangre,
hemos acordado en llamar vida.
Palabra y Ceniza