UNA AÑADA MUY ESPECIAL [Mi poema]
Manuel Mora Serrano [Mi poeta sugerido]

Inicio » Fecha especial » UNA AÑADA MUY ESPECIAL [Mi poema] Manuel Mora Serrano [Mi poeta sugerido]

¡Gracias por leer esta publicación, ¿deseas comentar?  haz click en el botón de la izquierda!

MI POEMA …de medio pelo

 

Aquel año las uvas maduraron
más pronto de lo que era allí habitual
cuidando de evitar el vendaval
de forma que en el pueblo celebraron
mezclado con el mosto el bien y el mal.

Se cuenta y es verdad de aquella añada
que el vino resultó muy prematuro
cual fuera todo el fruto de un conjuro
que quiso bendecir siendo agraciada
por Baco y así fuera en el futuro.

De entonces a esta parte allí las uvas
se cogen celebrando el carnaval,
la música no para, es natural,
y empiezan a bailar hasta las cubas
mostrando su alegría al personal.

Que insisto, la vendímia es una fiesta,
racimo el personaje principal,
el vino el campeón, como es normal,
la viña el escenario en la floresta
y todos a libar del manantial.
©donaciano bueno

Alguien se acuerda hoy de los vendimiadores trashumantes? Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Manuel Mora Serrano

LA SOLEDAD DEL QUE AMA

La soledad del que ama aquello que no debe ser.
Del que ama su soledad pero anhela verla compartida,
es la más cierta, la más absoluta soledad.

Si bastara pronunciar un nombre para materializar un beso,
si bastara imaginar lo que pasó para que ocurriera de nuevo,
¡qué hermosa y deseable, que plena y rotunda
/ sería mi soledad!

En vano alargo las manos para aprisionar la
/sombra imaginada.
En vano me revuelvo en el lecho frío buscando
la huella de su cuerpo,
sólo la noche y la lluvia peregrinan en tomo a mi soledad.

Doy vueltas en ese carrusel sombrío hasta el
/cansancio total
y siento que te vas entre las sombras absolutas
uando retoma, y me cerca y abruma la verdadera soledad.

Resplandor de leche y de rocío

Por estar esperando como la esperé
no sé lo que daría. Por mis presentimientos,
por la angustia del conocimiento y las torpezas
quisiera volver con ella al mismo sitio de ayer.
Estuve al acecho de su desnudez.
Cuando el traje negro que la cubría cayó
y la estatua advino ante mis ojos, me di cuenta
que a ella le cabe en todo el cuerpo la palabra mujer.
Iba a ser mía, pero temía tocarla, temía muchas cosas.
Pensaba que un beso podía transformarla
y yo quería que siguiera siendo como eran sus carnes:
un resplandor de leche y de rocío
La fiesta de la posesión suele ser mortal.
Esa muerte súbita y hermosa de la vida.
Labios y cuerpo, pecho y profundidades
abruman al amante cada vez.
Es la prueba de fuego. En pocos minutos
hay que ir armado a la batalla
de la violenta ternura, con la suave violencia
de la lucha feroz de las entregas.
Cuerpo a cuerpo un cuadro cubista se construye
con aspas que son brazos, molinos como labios
moliendo en el río del goce
hacia las cataratas del olvido.
Y al final de esa lucha evitando la muerte
la muerte real que espera siempre afuera
surge de entre las sábanas manando leche y rocío
totalmente desnuda: la palabra mujer.

Disipación de los atardeceres

Necesito tener el consuelo de tu olvido
o la consolación de tu desprecio
si no hay esperanza de eternidades
amar no tiene sentido
Todo dolor paga su precio
Toda compañía anhela soledades

La memoria es tan vana como los sueños
Y el sueño no es más que un resplandor
Vanos son los recuerdos y las edades
¡Ay! Ni de nuestras soledades somos dueños
Lo único que nos pertenece es el error
de creer que existen las verdades

Todo se disipa en los atardeceres
para surgir titilando por las noches
convertido en materia de los sueños
Nada es más hermoso que esos seres
que del silencio hacen derroches
creyéndose grandes siendo tan pequeños

Yo te colocaría en la ribera
de todos los olvidos y de repente
no sabría si existes o no existes
Porque solo es preciso que haya primavera
y la conjugación del verbo amar en el presente
Todo lo demás existe si persistes

Nada se abandona Todo se recupera
El vacío se llena de sí mismo
No basta la eternidad No es suficiente
En el fondo del ser vive una fiera
que se alimenta del germen del abismo

Los destinos suculentos

Si ahora en tu madurez quieres sentirte niña otra vez.
Si quieres que vuelvan a ser tus carnes jóvenes y tiernas,
cierra los ojos y deja que te bese,
cierra los ojos y deja que yo estriegue
tus suculentos destinos con mis manos.
Si quieres regresar a tu hermosa adolescencia
y que canten en tu piel nuevas melodías,
deja que te acaricie lentamente,
deja que entre en ti el fervor tibio
con que entra al pan caliente el hambre mía.
Si quieres ser más joven y bella que como eras
cuando ninguno de los dos nos conocíamos,
si quieres ser la inefable doncella que fuiste,
bastaría que dijeras: Abrázame amor
y milagrosamente se aromarían
los oscuros rincones de tu carne
donde crecen los sollozos.
Porque si en verdad deseas estas cosas,
si estás decididamente dispuesta a ello,
si anhelas esos milagros prodigiosos,
cierra los ojos y deja que te bese,
cierra los ojos y deja que yo estriegue
tus suculentos destinos con estas manos.

Una muchacha cualquiera

Me quedé mirándote. Sin esas ropas hubieras sido

Autores en esta página

Si te gusta mi poema o los del poeta sugerido, compártelo. Gracias
Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

Artículos: 2971
Subscríbete!
Notificar a
guest

0 ¡Ardo en ascuas por conocer tu opinión! ¡Anímate a comentar!
El más votado
El más nuevo El más antiguo
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Echa un vistazo a la siguiente publicación
Es tanta la miseria de este mundoque un…
0
Me encantaría tu opinión, por favor comenta.x

Descubre más desde DonacianoBueno

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo