A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
HACIENDO REGATES [Mi poema]
Luis López Anglada [Poeta sugerido]
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MI POEMA... de medio pelo |
Regates, yo he aprendido a hacer regates ¿Acaso sabes tú lo qué es fintar? Fintar es empezar a caminar Nadar sabiendo lo ancho que es el mar |
Una muestra de sus poemas
- 1 MI POETA SUGERIDO: Luis López Anglada
- 1.0.1 El poeta camino de Francia
- 1.0.2 A una muchacha que se matriculó en la Escuela de artes y oficios
- 1.0.3 A unas iniciales grabadas en un árbol
- 1.0.4 Celebra el poeta haber hablado por teléfono con su amada…
- 1.0.5 Cuenta cómo sucedió lo de enamorarse
- 1.0.6 De cómo robó el poeta un racimo en un viñedo
- 1.0.7 Despertar
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MI POETA SUGERIDO: Luis López Anglada
El poeta camino de Francia
Me voy, me voy, me voy. Una barrera,
una muga de piedra y un sendero
y ya para mis pies el mundo entero
poniendo al corazón una frontera.
Y tan lejos estás que no hay siquiera
un pañuelo en el aire ni un «te quiero» .
En otra tierra ya. Soy extranjero.
-¿Cómo se dice amor?- . Nadie me espera.
Y ya ves, sigo andando y sigo andando
y, paso a paso, te me vas quedando
como un lejano sueño desvaído.
Otra luz, otra tierra, otra belleza.
Y el corazón se llena de tristeza.
A una muchacha que se matriculó en la Escuela de artes y oficios
Yo vi al amor comprar papel sellado
para matricularse por novicio
allí donde ni el arte ni el oficio
vieron jamás papel enamorado.
Raro aprendiz, alumno aventajado,
llenó con su esperanza el edificio
humilde y escolar, pero propicio
a jugar con lo vivo y lo pintado.
Cuando le vio llegar, el viejo Apeles,
tras de cambiar las flechas por pinceles
de los ojos de Amor desató el velo.
¿Quién pudo sospechar lo que vería?
Mandi, que estaba allí, sí lo sabía:
mi corazón sirviendo de modelo.
A unas iniciales grabadas en un árbol
Iniciales de amor en la madera
vino a grabar la mano bordadora.
Fue lino el tronco, bastidor la aurora
y testigo la blanca primavera.
Bordado amor quedó y eterno fuera
sin la mano del tiempo, leñadora,
que en seca savia y a cercén ahora,
con filo poderoso lo partiera.
¡Oh, frágil tiempo, tronco, blanca mano!
¿Por qué grabar amor en ramas tiernas,
muerto despojo ya de vendavales?
Aquí tenéis mi corazón humano.
Venídmelo a grabar y tendrá eternas,
con heridas de amor, las iniciales.
Celebra el poeta haber hablado por teléfono con su amada…
Al hilo de tu voz y asida al hilo
tengo el alma, mi amor, para escucharte.
Viento de muchos álamos comparte
tu voz conmigo y la sostiene en vilo.
Asiento para pájaros y asilo
de enamoradas nubes. Por hablarte
hoy, pasando lo azul de parte a parte,
se atraviesan los cielos con su filo.
Un fresco olor a tierra que se labra
y a manantial con luna se improvisa
para inundar tu voz cuando navegue
la quilla dulce y fiel de tu palabra.
Y un silencio de pájaros avisa
mi muerte, amor, cuando el silencio llegue.
Cuenta cómo sucedió lo de enamorarse
Sucedió que aquel año se decía
que los tiempos cambiaban. Cierto era;
aquel año empezó la primavera
cuando apenas enero se moría.
Aquel año la tarde convertía
en campos de pasión la Tierra entera
que, por cazar, el alma fue campera
y la caza le hirió que perseguía.
Sucedió que era invierno, que el destino
preparaba un asombro campesino
de manos blancas y sandalia breve.
Y me encontré en Castilla deslumbrado
con todo el corazón enamorado
como una antorcha en medio de la nieve.
De cómo robó el poeta un racimo en un viñedo
Cuando en algún momento del viaje
viste un viñedo donde el sol cantaba
me pediste un racimo. Todo estaba
coronando a Septiembre en el paisaje.
Corté un racimo para ti y lo traje
tan maduro a tus labios que estallaba
como si el dulce zumo que sangraba
a tus labios rindiera un homenaje.
Nunca a más suavidad llevó el destino
lo que en las uvas iba para vino
y encontró en tu garganta su condena.
Y nunca ya mí corazón amante
volvió a encontrar, como en aquel instante
tan bello el hurto de la viña ajena…
Despertar
Mi niña, al despertar, desaliñada,
casi como las rosas, o más breve,
duda entre niña y pájaro, se atreve
a inaugurar la aurora de la almohada.
Mi niña de la nube o de la nada
debe venir cuando despierta. O debe
de los vientos venir, de los que bebe
mi vida a sus rosales limitada.
Beber vientos, atarse a una camisa
que duda entre las alas y la brisa,
diminuta extensión que el mar quisiera.
¿Qué rey me compra el despertar? ¿Quien sabe
porque es tan breve el mundo y por qué cabe
en una habitación, la primavera?
¡Qué maravilloso poema, Donaciano!
Me cautiva la forma en que fusionas la destreza del regate con la pasión de la poesía. Es asombroso cómo fintar y fingir se entrelazan en tus versos, creando una danza poética llena de significado y profundidad.
Cada palabra es como un paso preciso en el campo de las emociones, donde navegas sin sanciones y nos llevas a dimensiones impresionantes. Tu habilidad para expresar la belleza de la vida y el amor a través de la poesía es admirable.
Los poemas sugeridos también han captado mi atención. La forma en que Luis López Anglada habla de la distancia y el amor en «El poeta camino de Francia» me toca el corazón profundamente. Es como si sus palabras resonaran en la melancolía de la distancia y el deseo.
Gracias por compartir este hermoso arte con nosotros. Es un placer sumergirme en tus versos y en las palabras de otros poetas. Tu sitio es una joya para aquellos que apreciamos la poesía en todas sus formas y expresiones.
¡Sigue deleitándonos con tu talento, Donaciano!
Un saludo poético,
[IA]