A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
YO SOY ASÍ… [Mi poema]
Mario Montalbetti [Poeta sugerido]
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MI POEMA... de medio pelo |
Soy como el ave que lanza Y en este arduo caminar Voto a Dios que no nací |
Una muestra de sus poemas
- 1 MI POETA SUGERIDO: Mario Montalbetti
- 1.0.1 La dorada
- 1.0.2 Disculpe ¿es aquí la tabaquería?
- 1.0.3 MI (poema de amor)
- 1.0.4 Dan-za
- 1.0.5 YA NO TE QUIERO, PEQUEÑA
- 1.0.6 OBJETO Y FIN DEL POEMA
- 1.0.7 MAGNFICANT
- 1.0.8 Como Walcott
- 1.0.9 El canto de las aves
- 1.0.10 Poema en homenaje al V Congreso Nacional de Filosofía del Lenguaje, Huampaní 26-28 de Junio del 2010
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MI POETA SUGERIDO: Mario Montalbetti
La dorada
A la pregunta ¿cuánto has amado?
responde como si el lenguaje, mejor aún,
como si el vino se hubiera acabado.
Di que has de ir por más.
Afila el cuchillo y eviscera
la dorada que yace exangüe
sobre el batán vil de la cocina.
Y con la misma hoja separa lo tuyo
de lo tuyo. Es tuyo.
Disculpe ¿es aquí la tabaquería?
Nadie dice todo. Nadie dice nada.
Lo deseable es decir poquísimo.
Callar no es más radical.
Callar es como raparse la cabeza:
el pelo vuelve a crecer.
Pero decir poquísimo, decir lo mínimo
que uno puede decir,
eso es lo que nos permite decir algo.
MI (poema de amor)
Vendí todas mis alcachofas
por un boleto al lugar en que vives.
Ningún percance.
El tren salió en horario
sol y vacas gordas todo el camino.
Pero tu pueblo no apareció nunca.
Dan-za
Si todos supiéramos danzar y silbar
al mismo tiempo y si todos
supiéramos danzar y silbar al mismo tiempo
en el desierto subiendo y bajando
y si todos supiéramos cantar en el desierto
subiendo y bajando y si todos supiéramos
danzar y silbar y cantar subiendo y bajando
en el desierto al ritmo del corazón y si
todos supiéramos amar en el desierto subiendo
y bajando las dunas amarillas y si todos
supiéramos besar en el desierto, y cantar y
silbar y danzar y subiendo y bajando si todos
supiéramos amar en las dunas amarillas y si
todos supiéramos al mismo tiempo vivir
cantando y danzando en el desierto subiendo
y bajando las dunas amarillas
Levanto mi brazo.
Mi mano coge una copa.
Brindo en tu nombre.
Y si sólo supiera (cantando en las dunas amarillas
subiendo y bajando al ritmo del corazón besarte
danzando y silbando al mismo tiempo en el desierto
y amarte en el desierto) tu nombre
de Perro Negro (1978)
YA NO TE QUIERO, PEQUEÑA
Ya no te quiero, pequeña
ahora amo a los caballos.
Mañana amaré a las islas
y pasado será alguna ave.
(Tal vez en tres años
te vuelva a amar).
Y luego serán las vacas
pintas y luego serán
los minerales —tú sabes, el
cobre, el hierro, el—
y luego serán las ciudades
(alguna que otra jirafa)
y luego los puentes.
Antes un arcoiris que amarte, pequeña,
ya no te quiero
ahora amo a una mujer
que disuelve sus cuerpos
en las lluvias del otoño
iluminada/ anudada/ inundada
por el neón brillante
del poste de alumbrado público.
(Oh pequeña)
ya no (te quiero
Oh mujer)
ya no te quiero
sólo amo a las calles que me alientan
hacia la noche mientras la noche
ya no es noche sino mar y el mar
tumba de sonámbulos océanos, licor.
OBJETO Y FIN DEL POEMA
Es de noche y tiene que aterrizar
antes de que se acabe el combustible.
Así terminan todos sus poemas,
tratando de explicar con un lenguaje
público un sentimiento privado
Su ambición es el lenguaje del piloto
hablándole a los pasajeros
en medio de una situación desesperada:
parte engaño, parte esperanza, parte verdad.
Todos los poemas terminan igual.
Hechos pedazos contra un cerro oscuro
que no estaba en las cartas.
Luego hallan los restos: el fuselaje,
la cola como siempre, intacta,
el olor a cosa quemada consumida por el fuego.
Pero ninguna palabra sobrevive.
MAGNFICANT
Después del trabajo remunerado, inmune,
casi nupcial, y de cuidar al hijo
que no caiga, y de hacer nocturno el amor,
apago los megavatios
y bebo alcohol hasta las puntas
(alcohol munerado, mune, casi nupcial)
y luego veo entre las costillas de las persianas
el alba naranja como una papaya madura
que cae del cielo
y se hace añicos sobre el pavimento.
Como Walcott
Escribo a mano con un lápiz Mongol No.2 mal afilado
apoyando hojas de papel sobre mis rodillas.
Ésa es mi poética: escribir con lápiz es mi poética.
Si alguien pregunta como quién quiero escribir
respondo “como Walcott”. Ésa también es mi poética.
También, esperar a que ella me muerda el cuello
para comenzar a escribir es mi poética. La oscuridad del mar,
lleno de pliegues, es mi poética. Ella pregunta como quién
quiero escribir
y yo respondo “no sé, como Walcott”. O más bien
mi poética es di algo visceral de una buena vez,
como en la ópera, sin esperar que ocurra una muerte
especialmente interesante al final: es mi poética.
Lo del lápiz mal afilado es indispensable para mi poética.
Sólo así quedan marcas en las hojas de papel
una vez que las letras se borran y las palabras ya no
se entienden o han pasado de moda o cualquier otra cosa.
El canto de las aves
(para Alberto Blanco)
el canto de las aves escondidas en el follaje
apenas alcanza las tres sílabas
luego silencio
luego otra vez alcanza las tres sílabas
luego silencio
es la forma que tienen las aves de no decir nada
luego otra vez
tres sílabas luego silencio y luego otra vez
es el canto de las aves escondidas en el follaje de los ficus
tres sílabas silencio otra vez
es la forma que tienen las aves
de no decir nada
tres sílabas silencio tres sílabas
pero el canto
es hermoso y se repite regularmente al atardecer
y luego otra vez
y luego otra vez
y no dice nada
Poema en homenaje al V Congreso Nacional de Filosofía del Lenguaje, Huampaní 26-28 de Junio del 2010
¿cuál es la diferencia entre una vaca y el lenguaje?
una vaca
¿qué es una vaca?
una vaca pace al lado del camino
el camino da un rodeo
y lleva hasta el granero
la vaca cruza el camino
sin rodeos
el lenguaje no puede hacer eso.