MI IMAGINACIÓN [Mi poema]
César Young Núñez [Poeta sugerido]
César Young Núñez [Poeta sugerido]
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MI POEMA …de medio pelo |
Por mucho que te insista no me creas Es cierto eso de que uno no debe fiarse ni de su sombra? Share on X |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: César Young Núñez
Soneto para que lo escribas en tu diario
¿Quién te hablará de mí cuando te vayas
con tu diadema de hadas por el mundo?
¿Quién va a reconocer el mar profundo
si regresas al viento y te desmayas?
¿Quién me dirá si viajas por las nubes
y llevas una alondra de la mano?
-aun cuando el mar parece tan lejano
hay un cielo de amor por donde subes… –
No quisiera volar aunque volara
con recuerdos de amor y de tristeza
y un libro en el invierno retratado.
Ni acordarme sin ti aunque me acordara
de este tiempo de luz y de belleza
donde eres tú el espejo y lo soñado.
Soneto con pañuelo
Te dejaré mis versos y el encanto
del mismo mar en que se mira el cielo.
Y encontrarás impreso en tu pañuelo
este soneto que te quiere tanto.
Sabrás que no te escribo cuando escribo
toda la magia que el laurel inventa,
y la misma poesía se atormenta
si el fulgor de tus ojos no describo.
Te dejaré mis versos y al encontrarte
llenaré el dulce reino de tu nombre
con el juglar que evoco ilusionado.
No quisiera pensar que al celebrarte
con la fama de un poeta de renombre,
me olvidara que nunca te he olvidado.
Testamento por si las moscas
Desde el asilo de Charenton
les escribo estas líneas
Repartan mis calzoncillos entre los pobres
Donen mis libros al Club 20-30
Mi trabajo en la compañía de seguros
deberá ser ocupado por Ernest Hemingway
Un último y cariñoso recuerdo
a la mujer que más quise en este mundo
A madre y mis hermanos
que me envíen un par de medias
Quiero morir con las medias puestas….
Elogio del Zapato
1
Yo me dejo llevar por mis zapatos
y no permito que me siga el otro
(cuando quiero bailar en un solo pie).
Lo cortés no me quita los zapatos,
si me encuentro en la calle con mujeres,
como ven, les presento mis zapatos.
El zapato es un método de viaje.
(Le choco a mis amigos los zapatos).
Y yo no le doy cuerda a mis zapatos
y ellos se levantan a la misma hora.
Pensar que Eva andaba sin zapatos,
y hay muchos niños con los pies desnudos,
se me ponen de punta los zapatos.
Por eso yo me voy a los infiernos,
porque según ya sé de muchos siglos,
no se usan zapatos en el cielo.
2
Es increíble la vida del zapato,
si se pierde uno ya no existe el otro,
es como un matrimonio hasta la muerte.
No aguanto que me pisen los zapatos,
le declaro la guerra a quien lo haga,
y le pongo el zapato de sombrero.
(Y si hay algo que anda mal en este instante
-Yo no sé si estoy viendo las estrellas-
es que me han dado duro en la cabeza
con un zapato que vomita rabia).
Que me digo! Esto es un paréntesis.
Es que no sé por dónde voy pisando,
y se me están saliendo los zapatos.
Por demás hoy luzco zapatos nuevos,
oh ven maravillosa amiga mía,
puedo tomarme un trago en tu zapato,
puedo bailar con tu zapato un tango.
3
Mis mejores amigos los zapatos,
deben llevarme presto hasta mi casa,
que ya perdí contacto con la tierra,
y de un momento a otro sin pensarlo
voy a estar haciendo aguas en la luna.
Oh que se han hecho mis zapatos nuevos?
(Llamo a mis zapatos por teléfono).
Vengan a buscarme en helicóptero!
Y por favor, no olviden los cordones.
-Al fin han llegado mis dos zapatos!-
-Barman!, zapatos para todo el mundo!
YO PAGO!
La poesía tiene alas de papel
Solté el poema de mis manos
y el poema voló.
En una jaula de oro
pendiente de un balcón
estaba una calandria
cantando una canción
y el poema voló y voló y voló.
Calle de Salsipuedes
Calle de Salsipuedes
Calle con pulseras de vientos
y colinas y laberintos
Calle inclinada
como el delicado cuello de un cisne
Calle estrecha como el túnel de un bambú
tal como una jarra llena de monedas
crece tu música en mí
tus palabras que corren
como una llamarada de perros
el sol que llega y saluda con halago
los buhoneros y sus voces
rayadas con el amor a la vida
la billetera con anillos de sueños en las manos
la empleada que va al mercado
con un ojo colgado de la calle
y el otro del cielo
Calle que chupas aguardiente
y con mil piernas llegas a la casa
vamos a echarnos un trago
harto ya de hacer muecas
a la miseria que pasa
Heme aquí con mi corbata de lunas
y mi paraguas color de tiburón
Calle subdesarrollada
Calle donde la vida caminó descalza
con pregones en la madrugada
Calle donde le fabricamos
un ataúd a la amargura
y nos quedamos con sus hijas
para alimentarlas cada día
Calle orgullosa esplendor del mundo
bazar suelo mercado blanco
donde “Chorrera” el amigo de la infancia
vende pañuelos ganchos
peinillas con música de pájaros
y cordones espejos juguetes para la vida
y souvenirs y baratijas
Abandonado cielo dulce calle
que sin saber te quieren echar a la calle
quieren que te vayas
como una huérfana a ninguna parte
te quieren hundir y que te ahogues
destruir tus carretillas con naranjas
tus cintas de colores tu corazón de papel
tus chicharrones llenos de sol
y tu sonrisa con verduras y limones
te quieren echar a la calle
esos hijos con tripas de culebras
Calle deslumbrante
que paseas el domingo por la tarde
tan seria como un juego de bingo
que te dejas retratar
por un fotógrafo ambulante
con esas cámaras trípodes en cajas de madera
Oh nunca me olvidaré de esas fotos
donde luces un lazo rojo en la cabeza
ó una franela a rayas
y gorro de marino
Mi calle sin nubes mi biografía
Esta mañana estoy hablando de ti
en la panadería
con tus personajes famosos
Madindín
El Loco Tín
Capitán Velorio y Pata ‘e Loro
Oh debieran enrojecerse de vergüenza
si te alejaran de mí
decretando tu exilio. . .
Sonatina – Rubén Darío
La princesa está triste… ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida.)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe,
(La princesa está pálida. La princesa está triste.)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!
-«Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-;
en caballo, con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con un beso de amor».
Rubén Darío explicaba que había escrito el poema con la intención de retratar la espera del amor por parte de una joven, y que, en este sentido, el poema era una alegoría de las ansias amorosas de las jóvenes.
El título, “Sonatina”, por su parte, alude a una forma musical parecida a la sonata, pero más breve y fácil de ejecutar, puesto que la musicalidad es un aspecto muy importante en la poesía de Rubén Darío y en la estética modernista. El poema está compuesto por versos de catorce sílabas, también conocidos como alejandrinos. Tiene ocho estrofas, de seis versos cada una, llamadas también sextinas. Emplea rima consonante en un patrón AABCCB.