A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
LA MUERTE DE LA CONCIENCIA [Mi poema]
Juan de Beatriz [Poeta sugerido]
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MI POEMA... de medio pelo |
Y se nos fue la luz, la que alumbraba Se fue como los viejos trashumantes Hastiado ya de tantas amenazas Que hoy nace el nuevo dios, el algoritmo, |
El catecismo del padre Astete, que de niños estudiamos, en el que se decía sobre la fe que es creer lo que no vimos.
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Juan de Beatriz
MI ABUELA NO LEE A BATAILLE
¿Quién te hizo filósofo elocuente
siendo pastor de ovejas y de cabras?
Garcilaso de la Vega
El amor es escaso, pero existe.
No entiende de tratados,
florece donde menos se le espera
y al igual que la dignidad
también se aprende.
Como mi abuela,
que no escribe su nombre
pero parió una familia
y cita sin saberlo a un tal Bataille:
amar es afirmar
la vida hasta en la muerte.
No vive entre nosotros
aquel que ella más quiere.
La baba que se cae
y unos ojos azules.
No me suena tu cara,
¿has guardado los chotos?,
mañana daban agua
y el macho se ha escapado
en medio del salón.
Hijo de penia y poros,
esto viene de antiguo,
el amor es un diamante que brilla
en la miseria.
Sin libros, ella
ha aprendido a leer,
cuántas noches despierta,
gratitud en la lengua del silencio.
Abuela,
enséñame tú ahora,
¿cómo se dice vuelve
a quien se fue tan lejos sin marcharse,
qué mano es la que siega
la pobre rosa cana de haber sido?
APOCALÍPTICOS E INTEGRADOS
Seis mil horas de trabajo al servicio del instante.
David Leo García
me gustaría saber
si los muertos conservan un cierto sentido del humor.
Juan Luis Panero
ahora tantos otros (como yo) que también
escriben sus poemas
muy a principios del siglo veintiuno
serán serenamente
olvidados, la Red sepultará
años de tradición occidental
y letra escrita
igual que las mayúsculas,
lo eterno en Internet carece de sentido
allí jamás verás placitas con estatua
de nada servirán tu practicada
pose de bohemio, tu foto
cenicienta, el nardo solitario
en la solapa o las horas larguísimas
frente al laptop fieramente entregado
al noble y viejo oficio
de inventar otras vidas sobre un folio
el más alto tributo, Juan de Beatriz,
—nombremos lo importante–
es que la Red convierta tu rostro púber
en un solemne meme posironic
(un alma literaria —qué desgracia–
tornada vulgarmente trendig topic)
poeta digital como Fernández Mallo,
no esperes que Pidal glose tus rimas
y acepta otros Parnasos más humildes
la gente que te quiere,
y alguna amiga tuya, regará
las flores que se suban
a tu perfil de Facebook tras tu muerte.
NEOCOPLAS A LA MUERTE DE SU ABUELO
En mis ojos se agolpa repentina la luz.
Como si tú, de pronto, volvieras a la vida.
José Ángel Valente
Ya no será más la tierra entre tus dedos,
caballones de sal
abriendo surcos por tu frente
o aquel brillo cansado del sol en tus costillas.
No escucharás ya más
el ulular solar de las calandrias,
ni brotará tan fuerte
el cepellón de esparto en la ribera.
Tendido en el secano,
cuando llegue la noche,
no volverá a pesar
sobre tus ojos niños
distante orfebrería derramada:
el brillo enmudecido de los astros.
Ya no hervirá la sangre
de las mulas salvajes por tus venas.
Cuando te marches
se detendrá por siempre, en un instante,
la savia enloquecida
que ordena y da su quicio a los planetas.
De ti nos quedará todo lo cóncavo.
El hueco, la hondonada, el socavón
de pronto en la costumbre. Y lo más nimio:
un trajín de tomillo brotando en tu sillón.
Resulta que
el milagro de estar vivos sucede
solo una vez, si es que sucede,
y no hace ruido.
Nacemos caminando
derechos a lo nadie que seremos
como una silenciosa e inevitable demolición.
Sin embargo,
ensayando tu adiós supe el negocio
y tal era su enigma:
vivir es meditar el precipicio,
andar la negra suma que nos mengua.
Esta ínfima pavesa
encendida es la muestra,
el fiel de la balanza que atestigua
que al parecer fue cierto
y aquel rumor lejano era la vida.
VERSOS BLASFEMOS
A las mujeres maltratadas
No soy hombre
¿soy Dios?
con mis llagas,
mis heridas
¿soy Dios?
con mi espalda
apaleada
¿soy Dios?
con mis cuestas,
mis subidas,
con mi búsqueda de paz
¿soy Dios?
con mi espíritu
que es santo
¿soy Dios?
con mis pañales
y mi pesebre,
con mis panes y mis peces
¿soy Dios?
con el amor incondicional
hacia mis hijos,
con mi empatía
¿soy Dios?
con mis dudas
y mi rabia
en el mercado
¿soy Dios?
con mi muerte
y con mi vida
¿soy Dios?
con esta cruz a cuestas
¿soy Dios?
con mi cabeza coronada
de silencio
¿soy Dios?
con mis lágrimas de sangre
¿soy Dios?
con mi resurrección
¿soy Dios?
con mis milagros
¿soy Dios?
soy,
soy,
soy.
Soy Mujer.