CADA DÍA YO ALGO APRENDO [Mi poema]
Francisco Layna Ranz [Poeta sugerido]

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MI POEMA… de medio pelo

 

Aprendo. Cada día yo algo aprendo,
que nunca yo echo nada en saco roto.
Cada día me monto en esa moto,
a aquel que no se monta no le arriendo
ganancias al piloto.

Cada día yo pienso. Habrá otro día.
Que mañana, quizás si es que hay mañana,
en esta gran nación llamada España
al nacer, si pudiera yo pondría
mi tienda de campaña.

De todo lo que he visto es lo mejor.
Y puesto que yo soy un gran viajero,
a todo aquel que estimo le sugiero
que observe a lo que existe alrededor
y póngase un babero.

Se sabe, si se tiene no se aprecia
que objeto ya es ausente de deseo,
mas miro en el espejo y no me creo
por fuera como el frío siempre arrecia
y aquí siempre es recreo.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Francisco Layna Ranz

Color y lenguaje son insuficientes

Hay una orfandad ineludible,
su tenue parentesco
con las cosas que en
apariencia refiere.
También lo contingente
se entumece,
y ahí
surge
el miembro fantasma,
un panorama meloso
entre lo real y lo irreal.

Cai´n mata a su hermano Abel
a la salida de un gran club.
Su rostro se vuelve blanco,
igual que se decolora un tejido,
y toda su descendencia
es blanca desde entonces.

Siguiente consideración, apartado primero:

cuando el clan llega
y hay lumbre para todos
y la vieja Donde
cierra los ojos,
cuando eso sucede
Nathaniel Mackey
se levanta y como
mago sin piel ni silueta
une canción y cansancio.

Silver Jews habla del agua americana y David Berman envejece en Nashville cada vez que un número se olvida de sí mismo

Error es una
palabra
antigua.
Sus iniciales
dan lugar,
localizan.

Pero esto
no quiere
decir
que
el código postal
sea una idea.
No lo es
por mucho
empeño
que ponga.

Tampoco dice
nada del día
que tal vez,
por qué no,
un hombre
siempre tiene
sudor bastante.

Cuando alguien
desaparece
la tiza es de
color amarillo.

En ese suelo
el cuerpo
es un buen
ejemplo.

Y la prohibición
alude a lo
que sucedió.

En 1576
proclamaba
el escéptico
que nada
se sabe.
La mera
descripción
del accidente.

Diga usted
en dos
palabras
el nombre
del hongo
más venenoso.
Y si fracasa
tendrá que
regresar.

La ergástula
del regreso
la prepararán
muchachos
con los dedos
entablillados.

Prohibido
que
sepan.

No queda
mucho tiempo
y llueve en
lo sucio y
todo adopta
la brisa
provisional,
almendrada,
de venta en
cualquier
oficina en
mitad del
calor.
La palabra
parabrisas
fue la primera
después de
rostro, manga,
error.

Es una evidencia
que no admite
otra vez
en el lenguaje
la pérdida
de líquido.
Avergonzarse
debiera ser
el verbo de
aquel dios.

Semejante amargura
solo es posible
en el país
que desconoce
el álgebra de
los antiguos
y de los
que creen.

Es hora de
incendiar
la calle
principal.

Tenemos, por tanto,
que estar de acuerdo
en la urgencia
de impulsar
el argumento.

No sé muy bien
la razón ni
tampoco
el modo
de decirlo.
Pero es
urgente.

Lo particular

La Aubane habla de los amantes que se separan.
Bastante menos rotunda es la Serenade,
canción que intenta la solvencia y remedio.
Dos movimientos lentos y dos minuetos
y todas las hermanas del planeta se recrean.
Pero hay que considerar, amiga Zoë,
que una se canta en la claridad que abre,
y anochece en la otra cuando algo no ha ido bien.

1346: el Concilio de París decreta
el rezo del avemaría al oscurecer.
La Encarnación supone que todo
suceda de un punto a otro.
Nada hubo excepto el suceso.

Adiós, adiós, adiós.
Lo análogo es un manotazo,
un estribillo en la amplitud,
¿Sirve decir reloj en posición
no necesariamente vertical?
¿Por qué y por qué también
se dice broche de oro
en lugar de decir arena?

Todo el mundo debería amar la arena,
sin excepción alguna y sin biografía.

En ese intervalo Zoë Hitzig admiraba a los
árboles porque allí el vapor parecía un velo.
Ahora, por contra, prefiere no pronunciarse.

En el último carromato, Matthew Dickman
le contesta: “tengo dos monedas de oro
en el bolsillo. 25 centavos de Nebraska y 5
centavos de ninguna parte, una para cada ojo”.
Tiene un hermano vivo y un hermano muerto,
si bien Zöe prefiere no pronunciarse.

Se resume en que el periodo solo
es posible si estamos nosotros
y el corazón y el hígado se nos rompen.

La ciencia forense obtiene ADN del despojo.
Por eso alguno de estos gitanos jóvenes
prefiere confundir la página y el escenario
y hacer de la hilera negra revuelo y hambre,
saltarín en la hoguera geométrica o saturnal.

La caravana se detiene, ayuda al barro.
Relumbra el frío con lealtad porque se necesitan.
Timothy Donnelly ofrece vodka y lee
en voz alta su poema “La nueva inteligencia”.
Trata de lo particular como resultado de la nada
con la que alguna vez nos conformaremos.

El dolor asegura su aislamiento a través de su resistencia al lenguaje,
y de esta naturaleza inefable se puede concluir un efecto gradual.
Nada hay en el mundo externo que coincida referencialmente.
Donnelly lo ha leído en el libro The Body in Pain de la profesora Elaine Scarry.

Duele. Trocanteritis. Cadera derecha.
Paracetamol 650 miligramos.

“El himno a la vida” es un poema de 16 páginas,
originado en la “Oración” que escribió Lou Andreas-Salomé.
El problema de la mayoría alcanza las 198 páginas,
y procede de Peter Unger, de la dispersión gradual de la lluvia
y de la fecundidad de la mente humana
para imaginar variaciones en el significado.

Casi nueve y media de la noche.
Los gitanos prenden la hoguera, orinan y cenan.

Antiguamente significaba camino
abierto rompiendo los obstáculos,
de ahí el participio pasado.
Más tarde rumbo o senda de campo.

Diálogo de la toalla y el sacrificio

Acto primero

Dice Violencia:

¿Habrá quien sonría en el cielo al oír los suplicios?

Hagan paso a las víctimas: Maloc, dios de los amonitas, espera en el sitial.
Hijos e hijas arrojados al fuego. Son los lugares altos de la consagración.
No conviene olvidarlo, por el bien de nuestras vidas y nuestros nombres.

Holocausto o víctima, según el humor del viento.
Depende de un tenue rictus, una mueca,
el dedo que suave acaricia los ojos del caracol.
Becerro y chivo después, ya en la puerta del tabernáculo.

TOALLA:

El sacrificio puede proporcionar

Olor agradable
Harina sin levadura
Imitación imperfecta
Dicho esto, todos cantan
que lo verdadero está
en el fuego esperado.

Mi vergüenza y mi deseo: esto es lo que yo ofrezco.

SACRIFICIO:

No los devoró.
Prefirió que sus hijos
fueran el placer de
los recién llegados.

Y sí, admito que me
gusta confundir
voluntad y peinado.
Amor y Cervantes
de rodillas, lujurioso.

Vacuno, ovino y ave.

Yo ofrezco eso.

TOALLA:

Sin embargo, yo quisiera ser tijera.

La abnegación sería remedio
si el primogénito tuviese
en la sed las piedras
que Dios olvidó.

Diez mil arroyos
de aceite…

TOALLA CONTINÚA:

Es cosa miserable considerar sucias
las córneas del esquizofrénico.

El agua de sus ojos procede del hielo,
también del alfiler y
de la profundidad
del alfiler.

Sacrificio debería llamarse Soberbia.
Clavícula Sin.
Distancia entre el Tobillo
y la Pasión.

No desea voluntades,
aunque sí otras zonas
del cuerpo.

¿A dónde conduce
todo lo que nunca
será, fue, es?

No hay fruta,
no hay respuesta.
No quedan
en el mundo
olores
rotos…

Dice Violencia:

En el exceso está el nombre. Ya lo dicen los exégetas: no hay ser sin convulsión, se vive gracias a la hostilidad. El ruido del mercurio cae sobre la nieve, y la derrite, es la tortura de una gota permanente. Poca cosa para tanto martirio.

Mientras, la condesa Pizarnik repasa el menú semanal de los escolares.

SACRIFICIO:

En Barcelona los machetes son caros.

Son preferibles
las manzanas
de oro,
oro del
Japón
imperial,

y las promesas.

¿Te escoció el chiste?

Pues lee los historiales, estudia los filósofos, mira los poetas… Gentiles, judíos, cristianos y moros, todos en esta concordia están.

TOALLA:

No sé que significa grano,
menos aún desafío.

No puedo, por tanto,
oponerme a tu
nombramiento,
a la torpeza,
a la foto
de tu garganta.
Al himno.

¿Crees
que es
verdad
lo que digo?

¿Sabías que Mompou
murió en 1987?

¿Quisieras tú escuchar
conmigo el Cant Magic?

SACRIFICIO:

Cuando vuelva.
Cuando tenga frío.
Cuando me convierta
en el sueño de los actores.

Dice Violencia a Voltaire:

Pero ¿quién pregunta, quién habla?

SACRIFICIO

If you want a new towel…

Please place your towel on the floor.

TOALLA

Quiero tener
tres lados
por si
tienes miedo.
Diez mil arroyos
de aceite…

SACRIFICIO

Tal vez si usted
o algún miembro
de su familia
tuviera hueso…

Tal vez
morderlos,
dibujar figuras
geométricas
en sus ojos…

Tal vez en el altar
me cubra y acepte
el lienzo,
me someta rendido
a la paciencia
del objeto.

SACRIFICIO

Lo propio de la historia
es la rebelión y el asesinato.
Otros dirán que la impureza.

Por eso existo,
para calmar el enojo
que supuso el inicio
de la sucesión
y la temporalidad.

TOALLA

El destino de los griegos
es silencioso porque no
hay ley.

Por eso discrepo.
En el oráculo culpa
y maldición son
cuestiones genéticas.

¿Nadie va a preguntarme?

Por ejemplo: cerca de aquí,
un pastor asesina
a sus perros.

Violencia y Voltaire se besan y reniegan del estudio, la explicación y el consejo.

Toalla está en el suelo.

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Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

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