A BLAS DE OTERO [Mi poema] Ricardo Martell Caminos [Poeta sugerido]
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MI POEMA… de medio pelo |
Que hoy preciso leer a Blas de Otero, De amor, su juego y odio con la muerte Me gusta ver sus ansias de vivir Hablar con él de ayer y del pasado, pagando como él un diezmo al hombre Rindiéndole también tributo al tiempo A una idea cogerle y darle vueltas |
Blas de Otero fue una de las voces más destacadas de la poesía social española de los años cincuenta.
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Ricardo Martell Caminos
SONETO I:
“Florece, sin pensar que con tus rosas
has de dar al minuto un nuevo encanto.
Canta, sin esperar que con tu canto
se clarifique el alma de las cosas.
Teje bajo tus horas silenciosas
tu red de fina luz y negro espanto.
Ensáyate en la risa y en el llanto
y sueña con fantasmas y con diosas…
Qué importa el claroscuro de la senda?
La comba inmensa o la apretada venda?
El puro incienso o el costado abierto?
Todo, todo es fugaz y sin sentido,
y encendido de gloria o adolorido
has de llegar un día al mismo puerto…!”
NÁUFRAGO
Hoy que me queda sólo un mástil muerto
sobre el dolor de envilecida arena,
añoro la onda azul que fue tan buena
y que se evaporó al azul abierto.
Y siento la nostalgia de aquel puerto
donde canté inspirado en una pena
y até mi corazón con fiel cadena
al cruel coral de un sonreír incierto.
¿Dónde encontrar el rumbo hacia el regreso
para llegar hasta el rosado beso
que tuvo la inconstancia de las olas?
Heme aquí sin espacios cardinales,
Sin ángeles, sin rosas, sin puñales,
Para llenarme el pecho de amapolas.
SIN FE, SIN ESPERANZA, SIN AUREOLA
Por la vereda azul que va al ocaso
me voy siguiendo tu angustiada huella.
Muere la luz y la primera estrella
besa el constante ritmo de mi paso
¿Dónde el rosado mármol de tu brazo?
Bajo ¿qué clima estás regando aquella
dulce manera de mirar tan bella?
¿A quién ofreces hoy tu íntimo vaso?
Aunque no pierde frescura mi constancia
aunque en las vueltas del camino siento
que entre los dos se agranda la distancia…
¡Mas, si he de hallar herida la corola,
prefiero regresar sin sol, sin viento,
sin fe, sin esperanza, sin aureola!
CANCIÓN DE LLUVIA Y PÁJARO
Se alegra el corazón oyendo el fino
canto de lluvia nueva en el tejado.
Huele a belfo, a corral y a camino
bajo la tarde azul recién mojado.
Suaves brochazos de un morado-vino
semidiluido en verde-anaranjado
pintan la lejanía donde un trino
florece en el frescor recién brotado.
¡Canción de lluvia y pájaro! Sonrisa
de mirto que sacude blanda brisa
para que sus rocíos tornasolen.
¡Está el alma tan cerca de las cosas,
que viendo revolar las mariposas
se siente el corazón de miel y polen!
De: “Media luz, Dirección de Publicaciones, Ministerio de Educación de El Salvador, 1980.
TU VOZ
¡Tu voz!
Voz de campana
con húmedo badajo de geranios.
¡Voz que arrodilla el alma!
Voz que viene y no llega.
Que llega y no se va…
Que no se sabe si entristece
o nos hace reír y cantar.
Tu voz siembra de rosas los senderos
por donde el corazón corre a buscarte.
Voz que sacude ramos de recuerdos
a orillas del alba.
Ayer y hoy: ¡tu voz!
Mañana:
¡Sólo tu voz ha de marcar la senda
para volver a tu presencia clara!
TRES ELEGIAS A MI PADRE:
ELEGIA III
Padre! Señor humilde!
Hombre cabal, sin mácula, sencillo.
Hoy se por qué la tierra se te daba
con infinito, conyugal cariño.
Por qué todas las voces de la aurora
te llamaban amigo
y por qué el tiempo
estaba siempre fiel a tus designios.
Fue porque tú jamás pediste al tiempo
un solo instante mínimo
para pensar en algo que no fuera
el hoy y el mañana de tu hijo…”
MI POETA INVITADO: Pablo Fuentealba Peñailillo
UNA ESQUIZOFRÉNICA CRIATURA
Ni el más terrible
de los demonios del infierno
se puede comparar
a la malvada y esquizofrénica criatura
que habita en mi interior;
una que se alimenta
de mis miedos e inseguridades
para abrirse paso hacia el exterior
y gritar, a todo pulmón,
en contra de lo que más amo.
EL LASTIMERO AZAR
Desde que recuerdo
que he ido por la vida destrozando
todo aquello que toco
con mis sucias e impías manos;
esa es la maldición
que me ha sido dada,
a modo de castigo,
por el lastimero azar.
Y no por la voluntad sagrada
de algún colérico demonio
como muchos imbéciles,
tan vilmente, han de afirmar.
LA HORRENDA MELODÍA DEL SOLITARIO
Hice de todo para defenderme
de las terribles visiones
que atormentaban mis horas,
y aun así mis intentos no fueron suficientes.
¡Nunca lo son, cuando se está indefenso
ante la inmensidad de la noche!,
la cual suele traer consigo
la horrenda melodía del solitario;
la misma que, lentamente,
termina por destrozar los oídos
de cualquier pobre desgraciado
que titubee ante la muerte.
ENFERMOS TERMINALES
Una mañana en la que vi muerta mi libertad
me deshice de mis ropas y posesiones
para salir al exterior y gritar, a todo pulmón,
en contra de mi creador,
pero no obtuve respuesta.
Desde entonces que para mí los dioses
no son más que una mala caricatura
de una sociedad de enfermos terminales,
que en vez de buscar respuestas
solo se conforman con algo menos de dolor.
Pero no los juzgo:
“¿Cómo podría hacerlo?”,
si el solo hecho de no poder vivir
como otros lo hacen
duele y desgarra profundamente.
Editorial Coverso