A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
TERTULIANOS SABELOTODO [Mi poema]
Ricardo Yáñez [Poeta sugerido]
¡Descubre, sigue y comenta haciendo click en el botón de la izquierda!
MI POEMA... de medio pelo |
Ayer escuché a una tal, Es frecuente y muy habitual De recetas visionarios |
Tertulianos: reuniones informales y periódicas, donde se congrega gente interesada en muchos y diversos temas para debatir, informarse y compartir opiniones, se conocen como tertulias. Se trata de una costumbre española que fue muy frecuente en sus colonias independizadas hasta mediados del siglo XX. En la actualidad, los contertulios o tertulianos (tal como se los llaman a los asistentes) suelen ser personas de diferentes ámbitos que participan en programas adhoc en radio o televisión. Opinan sobre muy diversos y diferentes temas sin tener en muchos casos ni puñetera idea.
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Ricardo Yáñez
Poema
Tenemos que rodear este tiempo de pájaros, dijo la prima Eva,
que sabía
de la inutilidad de todo esfuerzo, por lo cual
-ella agónica- me sorprendió. ¿Te acuerdas que
reía?, musitó
como en fiebre
y fue cuando el relámpago partió en dos su árbol.
Partía ella
hacia el fondo de sí, hacia la sangre
ya nunca apresurada. Nadie muere después de nadie.
Nadie -le
iba yo diciendo
desde el avión- vive, después de todo. Vamos, pues,
como dices
a rodear
esta espuma de pájaros, esta risa que dices que
reías
y consolémonos de tu adiós con el fuego de tu aún
estoy llegando.
Poema (1)
Qué es cantar
sino saberse vivos para siempre
qué reírse
sino florecer desaliñadamente
igual que en los llanos
la manzanilla
la coronilla
el girasol
En fin qué es estar vivos
sino cantar reunidamente
abriendo y cerrando la estrella
de la certidumbre.
Ni lo que digo
El amor es esa estrella filosa
y el desamor quién sabe qué carajos
pero yo no soy yo
ni este aire mi aire
Es un tambor el miedo
y la paz un tejido frecuentado
pero en mi corazón hay un cangrejo
y alguien está torciendo mi pescuezo
¿Qué es el atole blanco?
¿Qué los cigarrillos faros?
Pero a quién le interesan esas cosas
cuando uno se muere de sí mismo.
¿Qué son los huevos fritos, por ejemplo?
¿Qué son los buenos días?
Los vecinos arrían la bandera
de la felicidad, pero quién se los festeja?
quién se los critica?
Sólo los que se aman los comprenden.
Se está tirando el bóiler. Hay que apagarle.
Se encordó este reloj. Hay que arreglarlo.
Hizo frío por la noche.
No lo olvides.
A veces es una araña la palabra amar
una araña en las vigas de la casa
y uno es la mosca la tonta mosca
A veces el amor es una aspirina
vieja olvidada en el botiquín
y uno no el dolor de cabeza sino el aburrimiento
A veces el amor es una botella de tequila
escondida en el fondo del ropero
y uno la mano oscura y el trago rápido.
Si me emborracho pienso en ti.
Si me viene el amor a las palabras, a los ojos, al llanto
a los cigarrro alas, al tequila sauza,
¿en quién voy a pensar?
Hay un Ricardo Yáñez que me pega, que todo el día me pega,
y hay un Ricardo Yáñez que te ama. Ese es el bueno.
No me detengas
No me detengas, Amor, la mano
cuando a la espina de tu rosa acerca
su torpeza impoluta.
Es que quiere sangrar con tu color.
Es que quiere herir de tu esperanza.
Amor, no por su daño temas, se lo busca.
Amor, no la detengas, que es su vida.
Los hombres azules
Los hombres azules
en el agua brillante
los hombres negros
en el agua
y los peces saltando
en el aire
por sus cabezas
los peces de mercurio y plata
(Del libro de reciente aparición Estrella oída,
coeditado por El Aduanero y la UAM Azcapotzalco.)
Deshojamiento el aire respirado
Deshojamiento el aire respirado
lengua dolida luz el pensamiento
y llave de ceniza el pedimento
de que el fuego nos diga iluminado
Rebalse de luciérnagas el vado
vaharadas de ámbar y el aliento
arborescencias habla soy y siento
en murmurio aquel tiemblo abandonado
Coruscación y asombro de la brisa
que cuatrocientas voces cristaliza
pajarillo sajado del instante
noventa y nueve veces el diamante
se dice sin decirse en claridades
soplo de oro por vientos de verdades
(Del libro Si la llama, por aparecer en coedición
de Trilce y el Instituto Politécnico Nacional)
Bebiera un día
Bebiera un día
la estrella de mi sueño
el que seguía
Bebiera un día
el venado del agua
voz herida
Bebiera un día
el tiempo de lo eterno
que ya perdía
Bebiera un día
las palabras del agua
a mediodía