A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
Solo poesía
«Estado de ánimo que se caracteriza por un sentimiento de dolor o desilusión que incita al llanto».
La infancia va muriendo lentamente
al ritmo con que pierde la inocencia
y dicen va adquiriendo la conciencia,
la infancia no se acaba de repente.
¿Y qué más da si yo no entiendo nada,
por qué será que siempre me confundo,
por qué la mar conmigo es despiadada
y ahora el viento me arrecia ya iracundo?
¡Qué frustración don Mariano!
Estoy harto ya de excusas,
que además que de mi abusas
quieres darme por el ano.
Los que un día te votamos
pedimos tu explicación,
basta ya más de reclamos,
danos una solución.
Poemas de sinrazón y hedor pudriente,
de amigos que han pasado a mejor vida,
o de otros que tuvieron mejor suerte,
por todos son historias revividas.
Y aquí eso qué más da, ¿quién lo valora
quién tiene la medida de los hechos
quedando como están todos maltrechos
debiendo de arreglarlos sin demora
tratando de impedir queden desechos?
Los que ven el pasado de soslayo
y critican con voces prepotentes,
esos mismos, tan pobres, esas gentes
pido aquí hoy a Dios les parta un rayo.
Fue un día de enero,
que al amanecer,
sacaba el cabrero
el rebaño a pacer.
Contaba las cabras
todas una a una
para que ninguna
pudiera perder....
Si escuchas que es humano desconfía,
no hay ni uno trigo limpio que se sepa,
político es hablar de regalía,
se pasan tus consejos por su chepa.
Mi vida va pasando casi sin darme cuenta,
entre sueños, suspiros, entre risas y llantos,
desde aquel veintidos de junio del cuarenta
en el que vine al mundo de los hijos el cuarto.
Hay amores que se van,
amores que ya se han ido,
los amores que ahora están
posiblemente se irán
por donde antes han venido....
Un día de marzo muchos ciudadanos de su lar salieron apoyando el pié izquierdo.
Un día de marzo en la estación de Atocha volaban los cuervos.
Un día de marzo,¡qué pena, qué lástima, qué triste recuerdo!
Yo vi la noche oscura…
¡qué dichosa aventura!
preñada de misterios, repleta de silencios, cargada de leyendas,
caballos que cabalgan sobre nubes oscuras y de sombras inquietas
El viento sopla suave en estos lares,
a orillas de mi Duero junto al río,
los chopos van silbando a su albedrío,
las hojas van soltando sus pesares.
Era de abril un día muy lluvioso,
triste, en aquella tarde gris, tarde plomiza,
-amenazantes las nubes de ceniza,
en el momento justo en que el cielo se oscurece,
todo el ambiente se transforma en luctuoso-
atisbo, el haz de luz desaparece.
Hospitales de dios, donde la muerte
echando va un envite con la vida;
actuando de fiscal está la suerte
quien puede decidir en la partida.
Y así encogido de hombros estoy en el paraje
repasando el camino, ya harto de caminar,
el andén solitario, yo ausente de equipaje,
¡para qué las alforjas para tan corto viaje!
el que es hombre de paso, como vino se va.
Para pensar y soñar
y para escribir, poeta,
hay que subirse al altar
y en el mismo profesar
la soledad del asceta....
Al puente de ese río que, sin agua,
haciendo va de tripas corazón,
no alcanza a comprender por qué razón,
lo mismo que sucede con la fragua,
hoy todo va bailando en otro son.
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