Solo poesía
«Estado de ánimo que se caracteriza por un sentimiento de dolor o desilusión que incita al llanto».
Imagina que en este mundo cruel
las personas vivieran sin abrazos,
sin los besos, saludos y aun codazos
sin poderse rozarse con la piel.
Tú, linda casa que amenazas ruina,
que a forasteros les brindas tu portal,
de aquí sean o de marte te da igual,
que vendes el placer en cada esquina.
A fuer de ser sincero, soy huraño,
que impermeable soy a los te quiero,
y aunque sé que me estoy haciendo daño
trato siempre evitar ser traicionero.
Hoy, aquí, ahora no, tal vez mañana,
el mundo habrá pintado una explosión,
retumbe repicando el mismo son
y al dardo increpe que le dio en la diana.
Con media pierna fuera
observo hoy el vacío,
las lágrimas del río
desbordan la ribera.
Pasó la primavera,
se acerca ya el invierno,
como no soy eterno
no sé lo que me espera.
Algún día, quizás mañana, no sé cuándo
madrugaré, te daré un beso y diré adiós
y me confesaré contigo pues que dios
ha decidido incorporarme ya a su bando.
Encerrado en sus propios pensamientos
sin que nadie se atreva a visitarle
va gastando por horas los momentos
a la espera que lleguen buenos vientos
y no deba a su mente lamentarle.
Seguirán viviendo, cuando yo me vaya,
esos mismos ríos, con distintos peces,
volando otras aves, soltando otras heces,
y otros ciudadanos diciendo memeces,
y nuevos turistas tostando en la playa.
Cuando el alma se encuentra atormentada
y el corazón te dice que no siente,
la vida está sin fe, no dice nada
y el futuro ya oscuro se presiente.
Por mucho que te cuenten,
morir solo, sin una mano amiga,
no es digno de algún dios que fuera bueno,
y aun menos si es Jesús de Nazareno;
y al paso que te pisan te revienten
cual fueras, humillada, alguna hormiga.
Porque la vida huyó despavorida,
desorientada y sin saber por qué
ha tenido que tocarle a él la herida,
nadie lo sabe y tampoco yo lo sé.
La pena es esa cosa que se tiene
y así que no te guste se disfruta,
la pena es la promesa de una puta
que dice has de parar cuando te viene
y no sabes mediar en la disputa.
Yo un día anduve errante en países lejanos,
un día, fue hace tiempo, cuando aún era un niño,
recuerdo, cual si hoy fuera, esos lindos veranos
aún vivo la ternura y el inmenso cariño.
Cuando tengas abierta una herida
y quisieras la pena curarla,
cuando sientas que el alma está huida
y desearas poder encontrarla;
cuando veas que el cielo se ha hundido
y sin remos se ahoga tu barca...
No me preguntes por qué nunca sonrío
pues ya para mí la vida no es como antes,
ni ese rio en que me bañaba ya es mi río
y hoy tus manos desnudas llevan guantes.
Un día llegará que Hacienda quiera,
de la empresa he de hacer tabula rasa,
pondré en un gran letrero: "se traspasa"
o "se vende" por si comprar quisiera,
Soy un viejo ¡qué hacer, no es culpa mía!
perdón no he de pedir por ser ya viejo
ni hundirme deberé en melancolía,
no crean, no me amargo y no me quejo.
Asisto aquí impertérrito a mi muerte
lo mismo que hace el toro que en la plaza
espera del torero no dé caza
y pueda celebrar su buena suerte.
Hola, yo soy Donaciano, y tú?
Bueno, aquí en cada página puedes leer:
