Solo poesía
«Relacionado con este Movimiento artístico que intenta buscar y representar una creación y realidad subconsciente, onírica, imaginaria e irracional más allá de la realidad física».
La tierra se ha tragado mi memoria
coincide con que un día desgraciado,
me quiso recordar que soy escoria,
que debo de olvidarme de mi historia
pues nunca yo logré lo que he soñado.
Pues nunca fuisteis novia en ningún baile,
sabido es que la gente hoy os ignora,
debisteis de nacer en mala hora,
ungidos de humildad cual la de un fraile
que sois la parte baja una andadora.
Nacer, vivir, morir,
soñar o imaginar que estás soñando,
vivir esta movida sin vivir,
saber que has de morir sin saber cuando....
Me angustian los que sufren de penurias
o que andan algo escasos de sustentos,
y afligen afectando a sentimientos
al ver como soportan las injurias.
Mas siempre si es preciso yo denuncio,
en tanto a mis prebendas no renuncio.
Vivir yo hace ya un tiempo que no vivo,
quizás sobrevivir es más preciso.
Mi vida está morando en un inciso.
Quizás solo me tiento cuando escribo.
Te cuento. Ni te cuento. ¿Qué te cuento?
Que ayer llegué a soñar que estaba ciego.
Por poco me descuido y me la pego.
Mas todo fue el despiste de un momento
muy propio de un borrego.
Mi tierra no es mi tierra es nuestra tierra,
que haber nacido allí no es un derecho,
ni es justo que se intente sacar pecho.
Y aquel que a circunstancia tal se aferra
que tenga buen provecho.
Juguemos a ejercer de plañideras
aireando nuestro aspecto de buenazos,
llorando al ver el mundo hecho pedazos,
obviando que nosotros somos fieras,
y a ratos son ficticios los abrazos.
Pongamos que estoy muerto. Supongamos.
sabemos no es verdad, que eso no es cierto.
Lo noto pues me toco, estoy despierto.
La vida es esa cosa que tocamos.
La vida tiene un ciclo y el ciclo se ha cumplido,
que el resto es añadido y al fin se acabará.
En tanto llegará ya el tiempo no le mido,
y espero agradecido cuanto se alargará.
Triste y sola en el fondo de una armario
una mota escondida y solitaria
va a la espera que acabe su mal fario
descontando una fecha al calendario
elevando a su dios una plegaria.
Pues yo salí a bailar y no sabía,
después me eché a nadar, casi me ahogo,
me puse allí a cantar con mi osadía,
y un tonto al contemplar como sufría
me dijo deja ya, no hagas el bobo.
De joven yo estudiaba el esperanto,
ponía mi ilusión, intento vano,
de hacer que todo el mundo hable en cristiano.
Tan poco ello duró que el camposanto
muy pronto lo arrastraba de la mano.
Hay formas de morir, morir matando,
morir porque ya el cuerpo no te aguante,
morir de amor queriendo a cada instante,
hartando de reír no respirando,
colgado de un buen libro en un estante.
Se dice, se repite, se comenta,
que aquí si eso es verdad nunca se sabe,
en tanto que el prestigio se socabe,
se ignora en qué principios se sustenta.
Estoy leyendo un libro, no me acuerdo
del nombre de su autor,
y aun menos de la fecha, el editor,
y en medio de la trama ya me pierdo,
dudando si yo fuera un buen lector.
El alma del papiro en que yo escribo
es blanca, ella es muy limpia y transparente,
mantiene una actitud muy complaciente
con todo lo que ve no es de recibo,
pues nunca dice no, que siempre asiente.
Lo nuestro es separar,
separan las costumbres, separan los idiomas,
lo mismo que separan los puntos y las comas,
un paso al caminar,
distinguen los colores, los gestos diferentes,...
