A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
¡MALDITO ADOCTRINAMIENTO! [Mi poema]
Yenny León [Poeta sugerido]
MI POEMA... de medio pello |
(París 13-11-2015) Mas tú no eres culpable, vil fantoche, Ellos son y sólo ellos los culpables Que un día llegará y los tribunales #Adoctrinar a un niño es como arrancarle las entrañas, abusar de la posición dominante del maestro? Share on X |
Comentario del autor sobre el poema: Los profesionales de la educación cuya función es tan loable, algunos, en vez de dedicarse a FORMAR a los niños para ser futuros conciudadanos honorables, que aprendan a discernir, lo que hacen es DEFORMAR: adoctrinarles y trasmitirles sus obsesiones. Los radicalismos nacen en las escuelas y sólo ahí pueden evitarse.
MI POETA SUGERIDO: Yenny León
RUPTURA
No llevas puesto nada encima
salvo el misterio de tu primera piel
la lección de que el tiempo
madura en el mar
mides a pasos el cielo
y moldeas con lo perdido
el pie de estrella
obligado a bajar sin calma
ninguna forma
separada al elevarse
forja el incendio
la ruptura
siempre va hacia la noche
oscureciéndose ante ti
mientras absorbe de tu boca
el gesto anudado
al sueño.
SOL ENDURECIDO
Vuelvo el rostro humedecido hacia la pizarra
mis dedos son cortos
y juegan al otro lado de la vida
soy niña:
bebo en un tazón de barro
un sol endurecido.
DEL OTRO LADO
A la altura de quien está frente a la puerta
se adecúa el viento
ante la vela, arbusto nómada, se enraízan los dedos
cargado de reflejos cambia el umbral
porque hay demasiado del otro lado
más allá del horizonte seco que se desmaya
crece una gota ininterrumpida
más tarde, algo acelerado por la pena
extraerá la ceniza
que se fuga de la muerte.
DE NIEVE Y DE NIEVE
Escribir en las cenizas del lenguaje.
Paul Celan
Hay que sufrir este tiempo
anota el padre de las cartas
que se adelantaron
a todos los detalles
en sus cobres
sufre, quiebra el zumbido
frente al ahogo
renueva los puntos
antiguamente grabados
sobre el futuro
tres gotas
de la misma sustancia
salpican su bastón
la metáfora enmohecida
la palabra nombra lugar y paisaje
sobre el aliento derrotado
inaugura el último verso
quema
un invierno hecho de nieve y de nieve.
CADA LATIDO
es un autoataque:
el corazón golpea contra el corazón
con el árbol
ocurre algo distinto
su corazón
por encima del agua corrompida
es fuego meditativo
hambre congelada.
EL ÁRBOL BORDEA el cielo
mientras la cuerda
larga y pesada
se hunde en la
sombra quejumbrosa de la rama
aquello que ha caído al suelo
es irrecuperable
sin línea
la montaña que eleva
a la piedra
desenfunda sus raíces.
CAMINANTE EN LA HENDIDURA de la luz
silencio que se retrae entre el espejo y la guarida
árbol:
ceniza desesperación
sol imaginario.
UNO A UNO
los badajos del campanario
se reducen
rocas como gotas
incendian
el esqueleto de la tierra
la nube tensa sobre la lluvia
el trueno lejano y su temblor
cumplen su vida
cuando el eco del pájaro
sostiene la piedra.
LAS FLORES encanecen
en el invierno desmayado
tras un precipicio de cielo
el tronco de un árbol perdido
se calcina
en una lenta conspiración de sonidos
cuando el hilo de la vida pende sobre el lago
cuando los ojos sufren el hambre de quedarse ciegos.
Mujer de agua
Soy la mujer sentada
a la orilla de todos los lagos.
Los restos del árbol están impresos
en las yemas de mis dedos.
Me resbalo por la piel de la cigarra;
con mi delantal abanico el alma de la hoja.
Cruzo mis gruesos tobillos; busco selva la luna.
Me repito seis veces dentro de mí misma
en el umbral donde los mundos se funden.
Creo el huevo en la mitad de dos manos
que se abrazan sin tocarse.
Mientras dibujo el último círculo, aparece una segunda vida;
maraña de brazos, piernas y bocas.
No tengo otro papel sobre el cual escribir,
que la roca sobre la cual naufrago.