A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Sofía Casanova

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EL PLACER DE DIVULGAR [Mi poema]
Sofía Pérez Casanova [Poeta sugerido]New

MI POEMA... de medio pelo

 

No tiene más razón el que más chilla
ni más rico es aquel que más consume,
y menos es mejor quien más presume
de esqueje, ser de palo tal astilla.

Ni es más listo, ni más inteligente
quien su ciencia precisa predicar,
o tenga que subirse hasta el altar
y unir a su virtud algún creyente.

Que todo deberá de transitar
lo mismo que lo hiciera la corriente
tan suave, tan tranquila, dulcemente
salpicando, arribando a la alta mar.

Y el camino regar, regar, regar
a quien sed tenga de agua y la precise,
obviando si hay alguno hay que le sise
gozando del placer de divulgar.
©donaciano bueno

Vive de tal manera que nunca te avergüences si se divulga por todo el mundo lo que haces o dices aunque lo que se divulgue no sea cierto. Richard Bach.

MI POETA SUGERIDO: Sofía Pérez Casanova

Anhelo

Cuando dejé mi Patria llevaba la quimera…
Del juvenil ramaje de la huerta…
El búho
El caballero de la espada. Cuadro del Greco
Es para mí una gracia inesperada…
Llegaba vencedor pero enojado…
Napoleón
Poesía del destierro
Quiero, Galicia, en tu adorado seno
Seguid la carretera que tendida…
Varsovia
Y juraslo, la mano sobre el pecho valiente…

El caballero de la espada. Cuadro del Greco

Sofía Casanova
Y juraslo, la mano sobre el pecho valiente,
pronta –si a dudar llego– por la cruz de la espada,
que tu historia no es esa que divulga la gente
rufianesca, una historia como pocas menguada.

Enfloreciste –afirmas– timbres de tu linaje,
que del Rey confidente fuiste por cortesano,
que al Santo Oficio un tiempo rendiste vasallaje
cual corresponde a un noble piadoso castellano.

Que de Dios en defensa tus manos se tiñeron
con sangre de los moros y judíos serviles…
que tus labios prudentes si un secreto vendieron,
fue de Dios en provecho destruyendo a los viles…

delación no se nombra la verdad proclamada,
quemar a los herejes es deber, no mancilla,
solo cuando sus huesos blanqueen la llanada,
del Cid y de nosotros será digna Castilla.

Así dice en la estancia difusa y silenciosa,
la voz queda, sin tonos, del bello personaje
de la erguida cabeza, y la barba sedosa
en la gola que afina negruras del ropaje.

Y la mano que afirma lealtad y proezas,
temblor tiene de ataque, de terror o partida…
la lividez del rostro pérfida sutileza,
y la mirada tiene serenidad fingida.

¿Quién eres? Te pregunto con ansiedad, atado
mi espíritu al misterio de tu frente inmutable,
dilo, aunque la certeza no vale lo ignorado,
ni hay atracción más fuerte que la de lo insondable.

Y yo vengo movida por extraño conjuro
a saber lo que hiciste, a saber cómo fueres,
a adorar tu hidalguía si no fuiste perjuro,
a execrarte, si hiciste llorar a las mujeres.

Nadie sabe tu historia, nadie donde naciste,
si te honraron por justo, si has sufrido destierro:
en Toledo la sacra, ¿cuántos años viviste?
¿Del de Orgaz no recuerdas el histórico entierro?
*
Tu secreto me has dicho; ya conozco tu historia,
gran señor toledano, mal herido de amores…
cruel has sido y valiente, y a tus días de gloria
no les falta grandeza, pues les sobran dolores.

El Greco en una hora de poder sobrehumano
echó a tus nobles plantas la red del maleficio,
y hechizado, me miras mi triste castellano,
y esperas que te salve de tu horrendo suplicio.

Más de dos siglos hace que te quejas sin queja,
que el temblor de tu mano es esfuerzo inaudito
por romper tus prisiones, y algente te deja
prisionero en un cuadro prodigioso y maldito.

Se retuerce abrasado mi espíritu por darte
libertad, vida, y siento mi impotencia de muerte…
¿Qué frase es la que tiene el poder de salvarte?
¿Qué acto puede a la vida redivivo volverte?

Beldades juveniles que adoráis la leyenda
de aquel Príncipe rubio por amor encantado
en la copa de un pino, o en la oscura vivienda
de una bruja muy blanca que lo tiene embrujado,

venid al caballero que ha hechizado un artista
y romped el conjuro que lo oprime inclemente,
con la frase enigmática que os inspire su vista.
con un beso que roce la calma de su frente.

Que sus ojos perciban la boca que lo nombra,
que sean vuestras frases emoción y fragancia,
que alguien diga: imposible, y aureolando la sombra
un acento se escuche que murmure: constancia.

Que el aroma de rosas, cual incienso de ofrenda,
le corone las sienes, le acaricie la mano,
y trazad en el aire, cual dice la leyenda,
dos cruces con la rama de un almendro temprano.

Cada cual de nosotros el poder atesora
de romper cautiverios, de salvar corazones,
de despertar el sueño que en otras almas mora,
de dar alas y ritmo de vida a las ficciones.

Y todo lo podemos, si solo el bien ansiamos;
la vida ante nosotros ensanchará el camino
si, para conquistarla, conscientes avanzamos
con las únicas armas que vencen el destino.

El amor que perdona, la intuición que guía,
la pasión en acecho, mas el pecho encalmado…
la voluntad vibrante y atenta la alegría
en el presente oyendo sentencias del pasado.

Beldades juveniles: oíd atentamente
de vuestros corazones el murmullo sagrado,
y la fórmula mágica hallaréis que potente
libre de sus prisiones al príncipe encantado.

Pulsad del sentimiento la lira intensa y varia,
y cercad con un canto de amor al caballero
que una vez, en un lance de gloria legendaria
rompió ante su enemigo, por no herirle, el acero…

Se retuerce abrasado mi espíritu por darte
caballero sin tacha, la vida de tu muerte…
¿Qué frase es la que tiene el poder de salvarte?
¿Qué acto puede a la vida redivivo, volverte?
Cancionero de la dicha, 1911

El búho

Del juvenil ramaje de la huerta
las palomas su vuelo han levantado,
un búho en el pinar se ha recatado
ciego, que ya el crepúsculo despierta.

El caballejo con mirada alerta
para la noria, el cuco se ha callado,
una gata se esconde en el tejado
y un can aúlla tras cerrada puerta.

Silencio. Pasa un hombre lentamente
baja la testa, el capuchón caído
cual si buscara en torno algo perdido.

Y el búho se lanzó del hombre enfrente
el disco de sus ojos encendido…
Y está la luna de la noche ausente.

Poesía del destierro

Cuando dejé mi Patria llevaba la quimera
del amor y del triunfo cual musa compañera
y allá en las soledades de la nieve murió…
Pero de su alba forma vi surgir florecida
La verdad —la experiencia— que es la voz de la vida,
Y ella fue quien a España viva me reveló.

Anhelo

Seguid la carretera que tendida
entre prados está
como inmenso reptil de fina escama
parado a descansar,
y una plaza, antesala de una aldea,
por fin encontraréis
donde la vieja iglesia está orgullosa
de su misma vejez.
Y allí donde agrupadas las acacias
al declinar el sol
parecen los guardianes que se estrechan
para velar mejor;
allí donde las brumas misteriosas
flotan entre la luz;
donde corta el escueto campanario
el horizonte azul;
allí donde las negras cordilleras
parecen a mi afán
negras perlas formando de los valles
el sombrío collar,
está la pobre aldea que idolatro
porque en ella nací,
cuando el otoño descolora impío
de la selva el matiz.
Mi hogar perdido en la olvidada aldea
contemplad con amor
y en su iglesia rezad, que allí he rezado
mi primera oración.
¡Mi aldea! Quiero verla, quiero sola
sus playas recorrer
y aspirar en sus auras nueva vida,
la vida de la fe.
¡Llevadme, por favor! Busco armonías
que sólo encuentro allí,
secreto de sus noches y sus olas
que cantan al gemir.
Quiero, Galicia, en tu adorado seno
mi tristeza cantar,
tú, que vives, cual yo, desventurada,
tú me comprenderás.
Quiero en tus soledades dar al mundo
mi postrimer adiós…
y en tu iglesia rezar entre mis lágrimas
mi postrera oración.

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MI POETA INVITADA: Liliana Luppi Dossola

Se van desolando mis esquinas

Con su lengua insaciable

la muerte trunca a los seres y sus sueños.
Hoy debí despedirme de otro amigo
quien dejó mis esquinas aún más desoladas.
En el otoño de la vida,
tramo inevitable que hoy transito,
me aventuro por veredas azarosas,
agobiadas por marchitas hojas malvas.
Veo derrumbadas querencias a mi paso,
y vividas realidades, ahora transformadas.
Pero me sorprende la ilusión,
esa fuerza sin edad, deidad piadosa,
que aún me lleva a tocar la misteriosa aldaba
de una que otra puerta inexplorada.

DONDE RESIDE LA TRISTEZA

Llevada por las circunstancias,
se adentró en la tristeza,
que es una morada que mucho trató de evitar.

Sabe que la llave para salir es la esperanza,
única forma posible de allí escapar.
Esa casa tiene ventanas abiertas
a un horizonte incierto,
y un fogón, que, crepitando
alimenta los recuerdos.
Al lecho llegan corceles negros
que con el tronar de sus cascos,
anuncian la llegada de los malos sueños.
La hiedra, como la vida, retorcida e intrincada,
trepa el muro del balcón,
donde un pájaro que de ella se apiada,
emite un gorjeo dulce,
canto de consuelo para su desilusión.
Desde entonces quedó presa.
No tuvo suficiente esperanza.
Vaga entre paredes sombrías y el balcón del pájaro,
atrapada allí,
allí donde reside la tristeza.
De: “Capullos en el último tramo de vida” de 2022.

MADRID ME GUSTA [Mi poema]
Sofía Casanova [Poeta sugerido]New

MI POEMA… de medio pelo

 

Que me gusta Madrid, Madrid me gusta,
me gustan Recoletos, la Gran Vía,
su eterno acontecer. La algarabía
del ruido que me azuza con su fusta.

Me divierten sus parques y sus calles,
fisgando el divagar de tanta gente
que pasa sin mirarte, indiferente,
esperando de ti no le avasalles.

Admiro sus estatuas, la Cibeles,
y aprendo a disfrutar en sus museos
el ritmo que acompaña a mis paseos,
sus,rosas, sus petunias, sus claveles.

El encanto de Sol tan variopinto,
que allí hasta los distintos son iguales.
Y esa Plaza Mayor ¡tú si que vales!
que goza de un ambiente tan distinto.

Sus típicos lugares y rincones,
el barrio de los Austrias, La Latina,
la puerta de Alcalá. Y en cada esquina
detalles que me inspiran sensaciones.

El barrio de las Letras, Malasaña,
restaurantes, sus tascas y sus bares,
mis ansias por subirme a sus altares
o el simple degustar de alguna caña.

A Deodato escucho, a Zaratustra,
que salgo a pasear, escribo y leo,
la vida es para mí como un recreo.
que me gusta Madrid, Madrid me gusta.
©donaciano bueno

Y a quién no? Que en #Madrid nunca eres un extraño Share on X

MI POETA SUGERIDO:  Sofía Casanova

Anhelo

Seguid la carretera que tendida
entre prados está
como inmenso reptil de fina escama
parado a descansar,
y una plaza, antesala de una aldea,
por fin encontraréis
donde la vieja iglesia está orgullosa
de su misma vejez.
Y allí donde agrupadas las acacias
al declinar el sol
parecen los guardianes que se estrechan
para velar mejor;
allí donde las brumas misteriosas
flotan entre la luz;
donde corta el escueto campanario
el horizonte azul;
allí donde las negras cordilleras
parecen a mi afán
negras perlas formando de los valles
el sombrío collar,
está la pobre aldea que idolatro
porque en ella nací,
cuando el otoño descolora impío
de la selva el matiz.
Mi hogar perdido en la olvidada aldea
contemplad con amor
y en su iglesia rezad, que allí he rezado
mi primera oración.
¡Mi aldea! Quiero verla, quiero sola
sus playas recorrer
y aspirar en sus auras nueva vida,
la vida de la fe.
¡Llevádme, por favor! Busco armonías
que sólo encuentro allí,
secreto de sus noches y sus olas
que cantan al gemir.
Quiero, Galicia, en tu adorado seno
mi tristeza cantar,
tú, que vives, cual yo, desventurada,
tú me comprenderás.
Quiero en tus soledades dar al mundo
mi postrimer adiós?
y en tu iglesia rezar entre mis lágrimas
mi postrera oración.

El búho

Del juvenil ramaje de la huerta
las palomas su vuelo han levantado,
un búho en el pinar se ha recatado
ciego, que ya el crepúsculo despierta.

El caballejo con mirada alerta
para la noria, el cuco se ha callado,
una gata se esconde en el tejado
y un can aúlla tras cerrada puerta.

Silencio. Pasa un hombre lentamente
baja la testa, el capuchón caído
cual si buscara en torno algo perdido.

Y el búho se lanzó del hombre enfrente
el disco de sus ojos encendido…
Y está la luna de la noche ausente.

Poesía del destierro

Cuando dejé mi Patria llevaba la quimera
del amor y del triunfo cual musa compañera
y allá en las soledades de la nieve murió…
Pero de su alba forma vi surgir florecida
La verdad —la experiencia— que es la voz de la vida,
Y ella fue quien a España viva me reveló.

Varsovia

I
Es para mí una gracia inesperada
que tu optimismo no pusiera veto
al pesimismo audaz de mi soneto,
chispa en el aire de mi pluma espada.

Es tu optimismo tradición forjada
con libertades y al honor respeto
mas tú y yo conocemos el secreto
de decir: «por aquí no pasó nada».

De una guerra infernal las ondas rojas
de una revolución, que huyas o acojas
nos arrastran, nos llevan al abismo.

Hay que saber perder, solo quien sabe
mirando al cielo conducir su nave,
la salvará quizás, del cataclismo.

II
Hay que saber perder y hemos perdido
una generación de tal grandeza
que es un milagro porque en ella empieza
del profeta el milagro prometido.

Sin armas, pan ni luz han combatido,
fue hospital cada hogar y fortaleza
y nación en fuego y sangre la proeza
que el pasado jamás ha conocido.

La palabra no puede definirla,
hay que sangrar con ella, hay que sentirla
vivir, luchar, morir, vencer en vano

y ver que en cada tumba cada aurora
la Madre que con tantas madres llora
pone una cruz, de luz, su triste mano.

III
Gloria al hecho inmortal de esas legiones
que a Polonia en Varsovia defendieron,
que las cadenas bárbaras rompieron
cantando al pelear sus oraciones.

Nuestras son sus divinas ilusiones,
nuestro cuanto ganaron y perdieron,
mártires, que al partir nos ofrecieron
su corazón a nuestros corazones.

Hoy el triunfo de al ayer es diferente.
Hay que virilizar y unir el frente
y desarmar la pérfida anarquía,

forjar con nuevos hombres nuestra historia
y en paz o por la fuerza, la victoria
la inviolable, ancestral Soberanía.

Quiero, Galicia, en tu adorado seno

Quiero, Galicia, en tu adorado seno
mi tristeza cantar,
tú que vives cual yo desventurada,
tú me comprenderás.

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Por amiga, por amiga.
Sólo por amiga.

Por amante, por querida.
Sólo por querida.

Por esposa, no.
Sólo por amiga.