A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
OTRO MÁS, OTRO MENOS (+ -) [Mi poema]
Michèle Najlis [Poeta sugerido]
MI POEMA ...de medio pelo |
Oiga usted señor Mas, usted que piensa Usted, el que esto afirma y que presume ¡Deje a la gente en paz!. Cuando la muerte Que aunque hoy es uno más, será uno menos ¿A qué reivindicarse si tres días Que aquí vivimos todos de prestado, El sino es de los seres cuando nacen Yo que nací en Castilla, castellano, Allí donde usted vive hay mucha gente Pare ya de tocar los pelendengues, |
En una ecuación matemática si sumamos y restamos la misma cifra siempre da cero (o sea, nada). Artur Mas es el Presidente de la Comunidad Autónoma de Cataluña, otro iluminado...más.
MI POETA SUGERIDO: Michèle Najlis
NOS PERSIGUIERON EN LA NOCHE
Nos persiguieron en la noche
nos acorralaron
sin dejarnos más defensa que nuestras manos
unidas a millones de manos unidas.
Nos hicieron escupir sangre,
nos azotaron;
llenaron nuestros cuerpos con descargas eléctricas,
y nuestras bocas las llenaron de cal,
nos dejaron noches enteras junto a las fieras,
nos arrojaron en sótanos sin tiempo,
nos arrancaron las uñas;
con nuestra sangre cubrieron hasta sus tejados,
hasta sus propios rostros,
pero nuestras manos
siguen unidas a millones de manos unidas.
YA TÚ SABES QUE MURIÓ
Ya tú sabes que murió
y sabes dónde está la tumba del hermano,
aquel hermano que no tuvo sepultura.
Tú lo sabes
porque tu corazón es tierra que lo cubre
y nuestros días flores nuevas para florecer su tumba.
QUIERO UN POEMA SENCILLO Y BUENO…
Quiero un poema sencillo y bueno
como el pan,
caliente y oloroso
con ese olor de gente,
de harina,
de manos amasando
y de un gran fuego rojo en el cielo del horno.
Quiero decirte: Ven,
mi pan es tuyo
¿no ves qué manos lo amasaron?
¿no ves que un mismo amor lo ha cocido
y que mis manos y las tuyas
estuvieron juntas en la panadería?
¿No ves que venimos amasando pan
desde el primer grano que sembramos?
Ven:
compartamos el pan y la esperanza
aunque el dolor sea largo
y la angustia infinita.
El viento armado, 1969.
Yo, mujer
Yo, mujer,
terca habitante del planeta
veo llegar el día en que el otoño
bese feliz la primavera.
Espero la vendimia de mi sangre.
Veo tomarse ocres las verdes hojas de mis manos.
Siento crecer la vida que sembré con loco amor
e insensatas alegrías,
mientras fueron pasando, uno a uno,
soles, constelaciones y planetas.
Aprendí a pronunciar los nombres de mis hijos
que me fueron revelados poco a poco
cuando ellos eran apenas
dulces astronautas de mi vientre.
Conocí los secretos de la vida.
Bebí con avidez rachas de viento,
embriagué mi piel con la salobre espuma
dorada por el sol.
Conocí la tormenta en el océano
la perfecta oposición de los astros sobre el mar,
y sentí la pequeñez indómita de este cuerpo que ocupa
apenas un fragmento del tiempo y del espacio.
Yo, mujer,
terca habitante del planeta
he dejado mi huella amorosa en la nube
que pasa ligera.
Ahora espero,
gratia plena,
el día en que el otoño bese feliz la primavera
para compartir
gozosa
este jugo fermentado que es ahora mi sangre.
El eterno canto de las sirenas
¿Qué decía, Ulises, el canto de las sirenas que tu pobre astucia
no se atrevió a escuchar?
¿Qué fue de la armoniosa perfección
que tus naves esquivaron?
¿De qué sirvieron tus viajes, para qué las arenas de Troya,
la victoria a traición,
la embriaguez de Polifemo?
¿Para qué la gloria de los siglos, insensato,
si, hombre al fin, tuviste el milagro al alcance
de tu mano
—más importante que la gloria
más efímero que la fama, y por eso
sólo por eso, eterno—
y te negaste, cobarde, a descifrarlo?
Pero las sirenas, Ulises, son eternas.
Otros son los que escuchan ahora nuestros cantos.
Credo
Creo en el sol aún cuando no brilla
y en la tierra aún si es estéril.
En el trabajo aún si es esclavo
y en las manos aunque no estén unidas.
En el dolor aún cuando nos duela
y en Chile aún cuando agoniza.
En la palabra aún si está en silencio
En la palabra aún si está en silencio
Y en el amigo aún cuando ya no exista.
Creo en el aire aún cuando me asfixio
Y en el amor aún si no regresa.
Solo mi cabeza —«cansada de palabras’
No reposará ya más sobre su pecho.
Mi sueño - Paul Verlaine - (Poemas saturnianos, 1866)
Sueño a menudo el sueño sencillo y penetrante
de una mujer ignota que adoro y que me adora,
que, siendo igual, es siempre distinta a cada hora
y que las huellas sigue de mi existencia errante.Se vuelve transparente mi corazón sangrante
para ella, que comprende lo que mi mente añora;
ella me enjuga el llanto del alma cuando llora
y lo perdona todo con su sonrisa amante.¿Es morena ardorosa? ¿Frágil rubia? Lo ignoro.
¿Su nombre? Lo imagino por lo blando y sonoro,
el de virgen de aquellas que adorando murieron.Como el de las estatuas es su mirar de suave
y tienen los acordes de su voz, lenta y grave,
un eco de las voces queridas que se fueron...