A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Nicanor Parra

Nicanor Parra

Inicio » Archivo de Nicanor Parra

A QUÉ TANTO BUSCAR [Mi poema]
Nicanor Parra [Poeta sugerido]

MI POEMA...de medio pelo

 

Yo te busqué
entre las palabras raras de un crucigrama,
las salidas imposibles de un laberinto,
hurgando en los muros medievales de la catedral de Burgos,
las casas de hombres y mujeres desafectas
donde el puro placer tiene su altar,
los pernios oxidados de puertas trancadas a cal y canto,
los bajos fondos donde se trafica con el lavado de cerebros,
la droga y con la plata de los siglos venideros,
las historias que nunca se han contado,
o se encuentran debajo de los sueños,
debajo de la razón de las guerras frías,
allí donde los abrazos se pierden,
se entierran las ilusiones,
en la bazofia putrefacta de algunos restaurantes
y en bares de carreteras secundarias,
y en la paz pactada de los cementerios,
donde todo se ignora,
donde el mal y el bien empiezan y se acaban,
en las intensas emociones de un balón de fútbol,
en las rendijas por donde entran y salen las sabandijas
e incluso en las notas musicales que saltan al cantar.

Juro que te busqué.
Allí donde la tarde se pierde en la lontananza,
en los cantos rodados de un río sin agua, desangelado,
en el alma de los que no tienen alma,
que están a punto de morir en el cadalso,
de los que saben que el sueño es la píldora de un placebo,
un sucedáneo de la realidad,
una mentira piadosa,
una lágrima en los ojos de aquellos a los que ya se les secaron,
y en fin, en los pedazos rotos de un espejo partido en mil pedazos
en que me quise mirar, todos ellos con mi cara,
todos con la misma mueca
burlándose
repitiéndome
si nunca has de encontrar
a qué tanto insistes en buscar, ¡so lelo!
©donaciano bueno

#De qué sirve buscar si nunca lo vas a ver...? Compartir en X

MI POETA SUGERIDO:  Nicanor Parra

(Premio Nacional de Literatura (1969) y el Premio Miguel de Cervantes (2011)

Manifiesto.

Señoras y señores
Ésta es nuestra última palabra.
-Nuestra primera y última palabra-
Los poetas bajaron del Olimpo.

Para nuestros mayores
La poesía fue un objeto de lujo
Pero para nosotros
Es un artículo de primera necesidad:
No podemos vivir sin poesía.

A diferencia de nuestros mayores
-Y esto lo digo con todo respeto-
Nosotros sostenemos
Que el poeta no es un alquimista
El poeta es un hombre como todos
Un albañil que construye su muro:
Un constructor de puertas y ventanas.

Nosotros conversamos
En el lenguaje de todos los días
No creemos en signos cabalísticos.

Además una cosa:
El poeta está ahí
Para que el árbol no crezca torcido.

Este es nuestro mensaje.
Nosotros denunciamos al poeta demiurgo
Al poeta Barata
Al poeta Ratón de Biblioteca.
Todos estos señores
-Y esto lo digo con mucho respeto-
Deben ser procesados y juzgados
Por construir castillos en el aire
Por malgastar el espacio y el tiempo
Redactando sonetos a la luna
Por agrupar palabras al azar
A la última moda de París.
Para nosotros no:
El pensamiento no nace en la boca
Nace en el corazón del corazón.

Nosotros repudiamos
La poesía de gafas obscuras
La poesía de capa y espada
La poesía de sombrero alón.
Propiciamos en cambio
La poesía a ojo desnudo
La poesía a pecho descubierto
La poesía a cabeza desnuda.

No creemos en ninfas ni tritones.
La poesía tiene que ser esto:
Una muchacha rodeada de espigas
O no ser absolutamente nada.

Ahora bien, en el plano político
Ellos, nuestros abuelos inmediatos,
¡Nuestros buenos abuelos inmediatos!
Se retractaron y se dispersaron
Al pasar por el prisma de cristal.
Unos pocos se hicieron comunistas.
Yo no sé si lo fueron realmente.
Supongamos que fueron comunistas,
Lo que sé es una cosa:
Que no fueron poetas populares,
Fueron unos reverendos poetas burgueses.

Hay que decir las cosas como son:
Sólo uno que otro
Supo llegar al corazón del pueblo.
Cada vez que pudieron
Se declararon de palabra y de hecho
Contra la poesía dirigida
Contra la poesía del presente
Contra la poesía proletaria.

Aceptemos que fueron comunistas
Pero la poesía fue un desastre
Surrealismo de segunda mano
Decadentismo de tercera mano,
Tablas viejas devueltas por el mar.
Poesía adjetiva
Poesía nasal y gutural
Poesía arbitraria
Poesía copiada de los libros
Poesía basada
En la revolución de la palabra
En circunstancias de que debe fundarse
En la revolución de las ideas.
Poesía de círculo vicioso
Para media docena de elegidos:
Libertad absoluta de expresión.
Hoy nos hacemos cruces preguntando
Para qué escribirían esas cosas
¿Para asustar al pequeño burgués?
¡Tiempo perdido miserablemente!
El pequeño burgués no reacciona
Sino cuando se trata del estómago.

¡Qué lo van a asustar con poesías!

La situación es ésta:
Mientras ellos estaban
Por una poesía del crepúsculo
Por una poesía de la noche
Nosotros propugnamos
La poesía del amanecer.
Este es nuestro mensaje,
Los resplandores de la poesía
Deben llegar a todos por igual
La poesía alcanza para todos.

Nada más, compañeros
Nosotros condenamos
-Y esto sí que lo digo con respeto-
La poesía de pequeño dios
La poesía de vaca sagrada
La poesía de toro furioso.

Contra la poesía de las nubes
Nosotros oponemos
La poesía de la tierra firme
-Cabeza fría, corazón caliente
Somos tierrafirmistas decididos-
Contra la poesía de café
La poesía de la naturaleza
Contra la poesía de salón
La poesía de la plaza pública
La poesía de protesta social.
Los poetas bajaron del Olimpo.

Es olvido

Juro que no recuerdo ni su nombre,
Mas moriré llamándola María,
No por simple capricho de poeta:
Por su aspecto de plaza de provincia.
¡Tiempos aquellos!, yo un espantapájaros,
Ella una joven pálida y sombría.
Al volver una tarde del Liceo
Supe de la su muerte inmerecida,
Nueva que me causó tal desengaño
Que derramé una lágrima al oírla.
Una lágrima, sí, ¡quién lo creyera!
Y eso que soy persona de energía.
Si he de conceder crédito a lo dicho
Por la gente que trajo la noticia
Debo creer, sin vacilar un punto,
Que murió con mi nombre en las pupilas.
Hecho que me sorprende, porque nunca
Fue para mí otra cosa que una amiga.
Nunca tuve con ella más que simples
Relaciones de estricta cortesía,
Nada más que palabras y palabras
Y una que otra mención de golondrinas.
La conocí en mi pueblo (de mi pueblo
Sólo queda un puñado de cenizas),
Pero jamás vi en ella otro destino
Que el de una joven triste y pensativa
Tanto fue así que hasta llegué a tratarla
Con el celeste nombre de María,
Circunstancia que prueba claramente
La exactitud central de mi doctrina.
Puede ser que una vez la haya besado,
¡Quién es el que no besa a sus amigas!
Pero tened presente que lo hice
Sin darme cuenta bien de lo que hacía.
No negaré, eso sí, que me gustaba
Su inmaterial y vaga compañía
Que era como el espíritu sereno
Que a las flores domésticas anima.
Yo no puedo ocultar de ningún modo
La importancia que tuvo su sonrisa
Ni desvirtuar el favorable influjo
Que hasta en las mismas piedras ejercía.
Agreguemos, aún, que de la noche
Fueron sus ojos fuente fidedigna.
Mas, a pesar de todo, es necesario
Que comprendan que yo no la quería
Sino con ese vago sentimiento
Con que a un pariente enfermo se designa.
Sin embargo sucede, sin embargo,
Lo que a esta fecha aún me maravilla,
Ese inaudito y singular ejemplo
De morir con mi nombre en las pupilas,
Ella, múltiple rosa inmaculada,
Ella que era una lámpara legítima.
Tiene razón, mucha razón, la gente
Que se pasa quejando noche y día
De que el mundo traidor en que vivimos
Vale menos que rueda detenida:
Mucho más honorable es una tumba,
Vale más una hoja enmohecida.
Nada es verdad, aquí nada perdura,
Ni el color del cristal con que se mira.

Hoy es un día azul de primavera,
Creo que moriré de poesía,
De esa famosa joven melancólica
No recuerdo ni el nombre que tenía.
Sólo sé que pasó por este mundo
Como una paloma fugitiva:
La olvidé sin quererlo, lentamente,
Como todas las cosas de la vida.

Cronos

En Santiago de Chile
Los
días
son
interminablemente
largos:

Varias eternidades en un día.

Nos desplazamos a lomo de luma
Como los vendedores de cochayuyo:
Se bosteza. Se vuelve a bostezar.

Sin embargo las semanas son cortas
Los meses pasan a toda carrera
Ylosañosparecequevolaran.

Cambios de nombre

A los amantes de las bellas letras
Hago llegar mis mejores deseos
Voy a cambiar de nombre a algunas cosas.

Mi posición es ésta:
El poeta no cumple su palabra
Si no cambia los nombres de las cosas.

¿Con qué razón el sol
Ha de seguir llamándose sol?
¡Pido que se llame Micifuz
El de las botas de cuarenta leguas!

¿Mis zapatos parecen ataúdes?
Sepan que desde hoy en adelante
Los zapatos se llaman ataúdes.
Comuníquese, anótese y publíquese
Que los zapatos han cambiado de nombre:
Desde ahora se llaman ataúdes.

Bueno, la noche es larga
Todo poeta que se estime a sí mismo
Debe tener su propio diccionario
Y antes que se me olvide
Al propio dios hay que cambiarle nombre
Que cada cual lo llame como quiera:
Ese es un problema personal.

Hay un día feliz

A recorrer me dediqué esta tarde
Las solitarias calles de mi aldea
Acompañado por el buen crepúsculo
Que es el único amigo que me queda.
Todo está como entonces, el otoño
Y su difusa lámpara de niebla,
Sólo que el tiempo lo ha invadido todo
Con su pálido manto de tristeza.
Nunca pensé, creédmelo, un instante
Volver a ver esta querida tierra,
Pero ahora que he vuelto no comprendo
Cómo pude alejarme de su puerta.
Nada ha cambiado, ni sus casas blancas
Ni sus viejos portones de madera.
Todo está en su lugar; las golondrinas
En la torre más alta de la iglesia;
El caracol en el jardín, y el musgo
En las húmedas manos de las piedras.
No se puede dudar, éste es el reino
Del cielo azul y de las hojas secas
En donde todo y cada cosa tiene
Su singular y plácida leyenda:
Hasta en la propia sombra reconozco
La mirada celeste de mi abuela.
Estos fueron los hechos memorables
Que presenció mi juventud primera,
El correo en la esquina de la plaza
Y la humedad en las murallas viejas.
¡Buena cosa, Dios mío!; nunca sabe
Uno apreciar la dicha verdadera,
Cuando la imaginamos más lejana
Es justamente cuando está más cerca.
Ay de mí, ¡ay de mí!, algo me dice
Que la vida no es más que una quimera;
Una ilusión, un sueño sin orillas,
Una pequeña nube pasajera.
Vamos por partes, no sé bien qué digo,
La emoción se me sube a la cabeza.
Como ya era la hora del silencio
Cuando emprendí mi singular empresa,
Una tras otra, en oleaje mudo,
Al establo volvían las ovejas.
Las saludé personalmente a todas
Y cuando estuve frente a la arboleda
Que alimenta el oído del viajero
Con su inefable música secreta
Recordé el mar y enumeré las hojas
En homenaje a mis hermanas muertas.
Perfectamente bien. Seguí mi viaje
Como quien de la vida nada espera.
Pasé frente a la rueda del molino,
Me detuve delante de una tienda:
El olor del café siempre es el mismo,
Siempre la misma luna en mi cabeza;
Entre el río de entonces y el de ahora
No distingo ninguna diferencia.
Lo reconozco bien, éste es el árbol
Que mi padre plantó frente a la puerta
(Ilustre padre que en sus buenos tiempos
Fuera mejor que una ventana abierta).
Yo me atrevo a afirmar que su conducta
Era un trasunto fiel de la Edad Media
Cuando el perro dormía dulcemente
Bajo el ángulo recto de una estrella.
A estas alturas siento que me envuelve
El delicado olor de las violetas
Que mi amorosa madre cultivaba
Para curar la tos y la tristeza.
Cuánto tiempo ha pasado desde entonces
No podría decirlo con certeza;
Todo está igual, seguramente,
El vino y el ruiseñor encima de la mesa,
Mis hermanos menores a esta hora
Deben venir de vuelta de la escuela:
¡Sólo que el tiempo lo ha borrado todo
Como una blanca tempestad de arena!

No creo en la vía pacífica

no creo en la vía violenta
me gustaría creer
en algo pero no creo
creer es creer en Dios
lo único que yo hago
es encogerme de hombros
perdónenme la franqueza
no creo ni en la Vía Láctea.

Si te gusta #Nicanor_Parra... Compartir en X

¿QUÉ COÑO ES LA HISTORIA? [Mi poema]
Nicanor Parra [Poeta sugerido]

MI POEMA ...de medio pelo

 

Que el mundo ya la historia no digiere,
mejor es se atraganta,
se escapa un buen relato a su garganta
mostrando solamente lo que quiere,
aquello que a él le encanta.

La historia es cada día más extensa,
ninguno hay la detenga,
y un día ha de olvidar de donde venga
dejando en mal lugar a alguna prensa
que a él no le convenga.

La historia llena está de sarpullidos
causándole un eccema,
cada uno ha de salvarse de la quema
los gritos, los clamores, los aullidos,
que causan su dilema.

La historia, esa señora, es presumida
que muestra sus encantos,
seduce con sus risas con sus llantos
a veces bien vestida o desvestida,
la historia es de unos cuantos.

La historia lleva a cuestas sus mochilas,
verdades y mentiras,
de ingenuos dibujantes de esas tiras,
de sabios, de escritores meapilas
que alguno hay con sus iras.

La historia ya es pasado, ya no existe,
¿pues qué coño es la historia?
Apenas si me alcanza hoy la memoria.
No creas lo que dicen, si no viste
son frutos de la euforia.
©donaciano bueno

#¡Qué historias! Compartir en X

MI POETA SUGERIDONicanor Parra

Cartas a una desconocida

Cuando pasen los años, cuando pasen
los años y el aire haya cavado un foso
entre tu alma y la mía; cuando pasen los años
y yo sólo sea un hombre que amó,
un ser que se detuvo un instante frente a tus labios,
un pobre hombre cansado de andar por los jardines,
¿dónde estarás tú? ¡Dónde
estarás, oh hija de mis besos!

SENSACIONES

I. ENSUEÑO
Los ojos rebosan de plumas cansadas
y yo voy dilatándome
cual la niebla olorosa se dilata en la sombra.
Los caminos se están diluyendo en los parques
y una acequia está quieta.
Yo no sé si es que parto o que llego
si es que hablo o que callo.
En las puertas distantes y opacas
los amigos de antaño
se están envolviendo en la tenue penumbra
de las plumas que llueven.
Hay paisajes de bronce en los charcos
y en los acantilados
suenan rondas de niños de palo
y de niñas de mármol.
Caminando por las avenidas y llanos
yo dejé mis recuerdos guardados
en los charcos de bronce.
Me quedé con la risa brincando
en la lágrima helada
mientras cruzan la tenue penumbra
los amigos de antaño.
Entretanto le busco el manubrio
a mi bicicleta
que da volteretas de cien pejerreyes
sobre un cometa torcido.
He llegado cargado de plumas risueñas
al portón de mi casa.
Y no sé si volver o quedarme
si quedarme o seguir.
Yo me siento bajo un eucaliptus
mientras pasa a mi lado
equilibrando un remolino en la cabeza
una gallina de cristal.
Mi madre me trae en tres ampolletas de plumas
un puñado de pepas menudas.
Yo me vuelvo hacia atrás.

REMOLINO INTERIOR

Me gusta que no me entiendan
y que tampoco me entiendan,
camisa de seda tengo,
pero también tengo espuelas.

Si digo que yo te quiero
no es cierto lo que dijera,
y acaso no te saludo
no es cierto que te aborrezca.

Cuando recorro la plaza
me gusta que no me entiendan,
pastillas de menta compro
para corretear la pena.

Voy a sentarme a la plaza
de pena, de pena, pena,
y acaso a la plaza llego
la plaza, plaza me alegra.

Si digo que por las piedras
circula una voz de seda,
quiero decir que en el río
me bebo la luna llena.

Y como quiero que nadie
sepa lo que me interesa
me pongo a amansar potrancas
celestes sobre la arena.

Y como Chile es mi fundo
me gusta seguir la cueca,
con una chaqueta corta
y un pañuelito de menta.

Al viento lo voy siguiendo
con un chicote de abejas,
el viento, viento se esconde
detrás, detrás de las puertas.

Si vendo a mi negra vendo
todo lo que a mí me queda,
pero la vendo y la vendo
para que nadie me entienda.

Y acaso quiero que nadie
me pida mi yegua yegua,
le digo que si es de noche
se asusta de las estrellas.

Y acaso es de día claro
se asusta de las espuelas,
yo quiero que nadie entonces
me entienda ni que me entienda.

Cuando me subo a los árboles
es luna mi calavera,
me gusta, me gusta, gusta,
me gusta que no me entiendan.

Pero hablando en serio serio
que nadie me niega niega
que cuando subo a caballo
me pongo mis dos espuelas.

IMAGEN DE MI PADREZ

Yo tenía un fiel amigo
de lento mirar cansado
triste como un jardinero
y puro como un relámpago.

Tenía las manos suaves
como el corazón de un pájaro
al andar casi danzaba
y hablaba casi cantando.

Como ríos paralelos
vagábamos por los campos
yo lo confundía a veces
con la sombra de algún árbol.

El cielo que lo cubría
no podía ser más alto
y el nardo azul de su alma
no podía ser más nardo.

Si hubiera sido de agua
¡qué compañero tan claro!
serenos como sus ojos
nunca se verán dos lagos.

Amigo dulce dormido
que nunca será olvidado
ni en el día en que se cierren
para mí todos los astros.

XII

Que mi salud es débil,
Que no resisto los rigores del trabajo intelectual,
Que mi pensamiento es inestable y que a menudo me
equivoco en mis apreciaciones sobre la verdad de las
ciencias y las magias del arte,
Que soy descuidado para con mi persona,
Que no me baño con regularidad
Y que mis cabellos y mis uñas crecen sin control,
Que he derrochado mi hacienda en beneficio de los pobres
de espíritu,
Que he favorecido más de lo justo y necesario a los
enfermos,
Que he permanecido largas horas en los cementerios
Disfrutando paganamente de la soledad y del silencio
consagrado a los muertos,
Que en momentos de desesperación y orgullo he escupido
el rostro de los ídolos,
Que he vuelto ebrio al templo y caído dormido en los
bancos de las plazas y en los tranvías,
Y que gasté mi juventud en viajes inútiles y estudios
innecesarios.

CATALINA PARRA

Caminando sola
Por ciudad extraña
Qué será de nuestra
Catalina Parra.

Cuánto tiempo ¡un año!
Que no sé palabra
De esta memorable
Catalina Parra.

Bajo impenitente
Lluvia derramada
Dónde irá la pobre
Catalina Parra.

¡Ah, si yo supiera!
Pero no sé nada
Cuál es tu destino
Catalina Pálida.

Sólo sé que mientras
Digo estas palabras
En volver a verte
Cifro la esperanza.

Aunque sólo seas
Vista a la distancia
Niña inolvidable,
Catalina Parra.

II

AUTORRETRATO

Considerad, muchachos,
Esta lengua roída por el cáncer:
Soy profesor en un liceo obscuro,
He perdido la voz haciendo clases.
(Después de todo o nada
Hago cuarenta horas semanales.)
¿Qué os parece mi cara abofeteada?
¡Verdad que inspira lástima mirarme!
Y qué decís de esta nariz podrida
Por la cal de la tiza degradante.

En materia de ojos, a tres metros
No reconozco ni a mi propia madre.
¿Qué me sucede? -Nada.
Me los he arruinado haciendo clases:
La mala luz, el sol,
La venenosa luna miserable.
Y todo para qué,
Para ganar un pan imperdonable
Duro como la cara del burgués
Y con sabor y con olor a sangre.
¡Para qué hemos nacido como hombres
Si nos dan una muerte de animales!

Por el exceso de trabajo, a veces
Veo formas extrañas en el aire,
Oigo carreras locas,
Risas, conversaciones criminales.
Observad estas manos
Y estas mejillas blancas de cadáver,
Estos escasos pelos que me quedan,
¡Estas negras arrugas infernales!
Sin embargo yo fui tal como ustedes,
Joven, lleno de bellos ideales,
Soñé fundiendo el cobre
Y limando las caras del diamante:
Aquí me tienen hoy
Detrás de este mesón inconfortable
Embrutecido por el sonsonete
De las quinientas horas semanales.

EPITAFIO

De estatura mediana,
Con una voz ni delgada ni gruesa,
Hijo mayor de un profesor primario
Y de una modista de trastienda;
Flaco de nacimiento
Aunque devoto de la buena mesa;
De mejillas escuálidas
Y de más bien abundantes orejas;
Con un rostro cuadrado
En que los ojos se abren apenas
Y una nariz de boxeador mulato
Baja a la boca de ídolo azteca
-Todo esto bañado
Por una luz entre irónica y pérfida-
Ni muy listo ni tonto de remate
Fui lo que fui: una mezcla
De vinagre y de aceite de comer
¡Un embutido de ángel y bestia!

Si te gusta #Nicanor_Parra... Compartir en X

LOS NUEVOS BANDOLEROS [Mi poema]
Rafael Góchez Sosa [Poeta sugerido]

MI POEMA ...de medio pelo

 

He oído decir, hackers les llaman.
Son tipos que van dando por el culo
sin recato, piedad, ni disimulo,
y al que encuentran si pueden se la clavan
cual putas pignoradas por un chulo.

Si el ser malo tenía pocos nichos
otros hay que han nacido pa' jodernos,
no usan rabos, tridentes mi usan cuernos,
que acechan a distancia como bichos
para hundirnos y enviar a los infiernos.

Son esos que descifran algoritmos
sin ojos ni caras, son anónimos,
--de malas personas son homónimos-,
los mismos hijo-putas, esos mismos
de falsos perfiles con seudónimos.

Cual meros malhechores tras los setos
al acecho bordeando los caminos,
van a aldeanos robándoles los tinos,
gozando de ponerles en aprietos,
tratando sin piedad como gorrinos,

Son autores del verbo hackear,
se mueven en el agua como peces,
cuidado con sus heces, no tropieces
contaminan el tufo allende el mar
ni dios te ha de librar así le reces.
©donaciano bueno

Los nuevos #tramposos Compartir en X

MI POETA SUGERIDO:  Rafael Góchez Sosa

Medio camino

Y sea indulgente con los hombres
Que envejecen
Rilke

Cuando el llanto mojó las amapolas,
Cuando el invierno me tendió su mano,
Voz y trueno movieron un verano:
Verano antiguo de las piedras solas.

Y fue la soledad música en olas,
Delgado silbo, nocturnal, cercano;
Desde entonces me siento más anciano,
Más amigo de musgos y corolas.

Estoy a medio andar, medio camino.
Mi anciana juventud —ave del trino;
Pide concordia, comprensión, colmenas.

Estoy a media cruz, medio sustento.
Reclamo, compañeros, un momento
Para explicar esta vejez de penas.

La lluvia

La lluvia tiene duendes y sonidos.
Tiene voces, cristal, arquitectura
De asombro desmayado, presentidos
Alfabetos de llanto y de ternura.

Porque en la lluvia los recuerdos crecen.
Y la escuela y Toñín y el barrilete;
Los barcos de papel, ¡Cómo se mecen!
Y aquel domingo que robé un juguete.

(Lejos. Siempre que llueve estoy de viaje.
Me voy con mi palmera y mi lenguaje
A los dominios de la hierba amada)

La lluvia tiene ramazón de infancia,
Cabellera de ríos, sol, distancia,
Y un perfume de tierra liberada.

Oración

Oro por todos los que sufren. Pido
Por aquellos que llevan la agonía
De ser más tristes que la luz del día
Cuando llega el minuto del despido.

Ruego por el injusto perseguido,
Por el que halló la muerte en la porfía,
Por la mujer que abandonó su cría,
Por el que sueña auroras, oprimido.

Oro por el dolor del campesino,
Por la negada mesa del obrero,
Por los necios que nunca se enamoran.

Imploro por la paz. Por el camino
Del himno sin fronteras, verdadero.
Pido por todos los que nunca lloran.

Mi patria es este mundo

El que canta soy yo. Que no te asombre:
Viajo en horas de fuego, sin partido,
No pertenezco a sectas. Soy olvido,
Presencia. Mi desvelo es por el hombre.

Están mis huesos indios saturados
De universalidad. Llevo en la frente
Estrellas y caminos, refulgente
Vegetación de los ilusionados.

Mi patria es este mundo a veces lleno
De maldades, a veces bueno, bueno,
Pero siempre dispuesto a la porfía.

Mi cielo están en el suelo donde habito,
Donde la noche enciende su infinito
Para causar la anunciación del día.

Luz y sombra

(Poema a la sombra de la luz)
Preguntad
qué es la luz y veréis que nadie sabe.
Es tan difícil llegar a los conceptos.
Por ejemplo, luz
puede ser el instante que pronuncio
sin mencionar razones.
luz el ámbito cruel del perseguido. Luz
la búsqueda, el surco,
los desvelos.
Luz la sombra del árbol contra el hacha.
Preguntad a las piedras
y su rostro de siglos encenderá silencios.
La luz
en ellas
tiene más sentido
que en los rótulos de neón.
Preguntad al niño, y el niño
reirá.
Preguntad al ciego, y el ciego
alumbrará vuestras
tinieblas.
Preguntad a cuanta cosa habite,
gire y calle.
(Hay luz hasta en el moho,
la pátina,
en oquedades de olvidados nombres).
Preguntad, por ejemplo, a mis deformes huesos,
y mis huesos os dirán
que hay luz en ellos,
aunque esa luz -a veces-
me duela
como llaga irrenunciable.

De la palabra al fuego

Ahí está la palabra.
Recogedla.
Haced con ella
el agua poderosa, establecida
desde el rocío anunciador
de la esperanza, hasta el brazo de los mares
o del llanto.
La palabra era. Ha sido siempre.
Estuvo con el hombre
primitivo
y está en el primitivo anhelo de entendernos.
Está en las vértebras del frío, derrotada,
pero está.
Vedla en el silencio
volcánico del pueblo. Miradla
historiando el barro
en el muslo de nuestra
raza y viento.
La palabra vive, conduce.
Prologa las edades.
Se toca en la herida del desvelo
lo mismo que en la luna
jubilosa de los sueños.
Se intuye la raíz de su distancia
en el puerto
de la sangre.
En todo.
Aquí.
En el ángulo inexacto de los cementerios;
en el sexo tropical
del vientre
púber;
en suelos agotados, sin emblemas;
en simientes de paz, guerra o cansancio;
en la pátina cruel
de los olvidos; en las islas
del loco; en el pecado;
en la sed; en las uñas del miedo;
en los escapularios del invierno,
en esto, en aquello, en todo: ¡la palabra!
¡Recogedla, señores de la siesta,
y haced con ella las sandalias
para llegar al fuego!

Si te gusta #Rafael_Góchez_Sosa... Compartir en X

POETAS INVITADOS:  Nicanor Parra

Discurso del buen ladrón

Acuérdate de mí cuando estés en tu reino
Nómbrame Presidente del Senado
Nómbrame Director del Presupuesto
Nómbrame Contralor General de la República.

Acuérdate de la corona de espinas
Hazme Cónsul de Chile en Estocolmo
Nómbrame Director de Ferrocarriles
Nómbrame Comandante en Jefe del Ejército.

Acepto cualquier cargo
Conservador de Bienes Raíces
Director General de Bibliotecas
Director de Correos y Telégrafos.

Jefe de Vialidad
Visitador de Parques y Jardines
Intendente de la Provincia de Ñuble.

Nómbrame Director del Zoológico.

Gloria al Padre
..................... Gloria al Hijo
........................................ Gloria al Espíritu Santo
Nómbrame Embajador en cualquier parte
Nómbrame Capitán del Colo-Colo
Nómbrame si te place
Presidente del Cuerpo de Bomberos.

Hazme rector del Liceo de Ancud.

En el peor de los casos
Nómbrame Director del Cementerio.