A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
CUANDO YO ME VAYA [Mi poema]
Miguel Ángel Contreras [Poeta sugerido]
MI POEMA... de medio pelo |
Seguirán viviendo, cuando yo me vaya, Y después me muera vendrán nuevos vientos, Y se irán mis hijos, y se irán mis nietos, Y así sin descanso, ni pausa ni tregua Que aquí todo pasa, nada se detiene |
MI POETA SUGERIDO: Miguel Ángel Contreras
«Ciudad abierta»
Seguiré sentado entre tus piernas, apoyada
una mano en tu rodilla; desnudo entre la espuma
de los cuerpos… desnuda seguirás junto a.mi espalda.
Compartes con mi carne los fluidos, notando
la quietud tras la batalla. Te toco con dos dedos
una mano y siento en ti sudar la piel que rozo.
Y enredo mi otra mano en tus cabellos, dejando
que me embriague nuestro aroma. Descubro
entre los gestos de tu rostro
instintos de animal y fuego ardiente.
«Los puertos del deseo»
Deseo entrar en tu cuerpo ensimismado
atracando por tus puertos de placer:
por tu boca que bebe de mi esencia
jugando con la lengua en los sentidos,
por tu pubis desnudo y brasilero
lubricado en pasión y fantasías,
tras tu espalda donde pierde en sí su nombre…
Atracar en tu puerto es mi destino.
(XIV)
[EL DESIERTO SE LLAMA PETRA “LA ANTIGUA”]
El desierto se llama Petra “la antigua”.
Y Cartago, Akki, Saraf y Samarcanda –ayer y hoy–.
También Madrid, Berlín, París, Londres, Múnich,
Praga, Barcelona y Roma… Y donde todos
los caminos te lleven.
De Libro de precisiones (Bartleby, 2012)
[HE VISTO PERDIDA EN EL DESIERTO]
He visto perdida en el desierto
a una de esas míticas cariátides
que sobre su cabeza soportan
la pesada carga de una condena:
vaivén, presión y soledad…
Una de esas mujeres anónimas
que bajo la complicidad de la noche
me ha revelado que se llama igual
que la diosa protectora de su ciudad
y casi de forma idéntica a la ciudad misma.
De Libro de precisiones (Bartleby, 2012)
(XX)
PARA UNA DIOSA SEDENTE
Llevas aguardando dos milenios
a que te saquen sedente,
esperando impertérrita el rescate
de ese subsuelo de escombros
que fue Akki en la antigüedad.
Y ahora que a la luz te descubren
te encuentras en manos de un absurdo
que toca tu mármol asustado
para lanzarte de nuevo al soterramiento,
recubierta por un plástico esta vez
y sellado todo en lacre de hormigón.
El desierto es el subsuelo de escombros
donde sigues esperando un rescate
sentada sobre un tiempo que no existe.
De Libro de precisiones (Bartleby, 2012)
(XXIII)
VARIACIONES EN LA PIEDRA
La piedra todo lo atrapa, lo acoge
y lo esconde todo… Soledad de la materia
entre sus poros, grano del desierto en la ciudad.
De Libro de precisiones (Bartleby, 2012)
(XXIV)
SOBRE EL MOLDAVA
Por el puente de Carlos la soledad es infinita,
cientos y cientos de personas encubiertas
persiguen a sus sombras o a las sombras de otros.
No hay mayor soledad que la de los puentes
de los ríos caudalosos, cubiertos de estatuas
y habitados por miles de transeúntes que se saben perdidos.
De Libro de precisiones (Bartleby, 2012)
(XXIX)
EL PEQUEÑO COSMOS DEL HOMBRE
Vuelvo hacia adentro, donde siempre he estado,
donde está todo y nada es concreto; donde somos
los mismos. Vengo a los paisajes fractales del subsuelo,
a rincones sumergidos que se esconden tras paredes
de vísceras y entrañas. Cruzo por arterias del más frío
y oscuro anonimato: reconozco a un niño que me mira
asustado y a un adolescente arrogante que me increpa,
y quizás a ese viejo profesor. Las arterias lo son todo,
lo cruzan todo: los cuerpos, las ciudades… Siempre están
en todas partes. Y me apoyo –al sumergirme– en el osario
que aguanta y da firmeza a mis insomnios.
De Libro de precisiones (Bartleby, 2012)
(XXXVIII)
BAJO LOS TILOS
La avenida Unter den Linden
y Bib-Rambla
se encuentran a la sombra de los tilos.
Y bajo sus árboles existe
la aparente tranquilidad
que pudiera ofrecernos
una plácida tarde de agosto.
Pero Unter den Linden y Bib-Rambla
aún guardan soterrados los horrores
que ocultan en la piedra sus ciudades:
el ruido espeluznante de los cueros,
los humos de la carne y de los libros…
Unter den Linden, Bib-Rambla,
las sombras de los tilos y sus hojas
no son capaces de acallar del todo
los gritos que atraparon vuestros muros.
De Libro de precisiones (Bartleby, 2012)
(XL)
Declaración de principios
De la piedra he podido aprender
que el corazón manda. Luego,
escrutando nuevamente en sus poros
supe que alguna vez tuvo grabada
una inscripción que decía: mi destino
es mi origen. Pero el camino y los años
me han mostrado que no hay destino
que no se venza con el desprecio.
Y aunque confieso que también
compré los barcos hundidos,
no dejo de sentir cada mañana
que lo mejor siempre está por llegar.
De Libro de precisiones (Bartleby, 2012)