A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
SONETO DE LA DESPEDIDA [Mi poema]
Manuel Rivas [Poeta sugerido]
MI POEMA... de medio pelo |
Hace tiempo lo sé, que ser felices, De nada servirá el hacer reproches Habremos de aceptar lo que es palpable, en ser uno con otro más amable |
MI POETA SUGERIDO: Manuel Rivas
BLUES
Sólo la noche es el paraíso: duermen los hombres.
Los sueños abren las ventanas
y se lamen las heridas en las playas y en las orillas
de los ríos.
Los sueños cantan con la garganta helada.
Como esclavos, hacen sonar los tambores.
DESPEDIDA
Puedo estar orgulloso.
Se cae la casa
pero mis hijos huyeron al bosque
con la cabeza llena de pájaros.
(De Un millón de vacas, Barcelona, Ediciones B, 1990).
SOMOS LO QUE SOÑAMOS SER
Somos lo que soñamos ser
Y ese sueño, no es tanto una meta
Como una energía
Cada día es una crisálida
Cada día alumbra una metamorfosis
Caemos, nos levantamos
Cada día la vida empieza de nuevo
La vida es un acto de resistencia y de reexistencia
Vivimos, revivimos
Pero todos esos tienen la memoria
Somos lo que recordamos
La memoria es nuestro hogar nómada
Como las plantas o las aves emigrantes
Los recuerdos tienen la estrategia de la luz
Van hacia delante
A la manera del remero que se desplaza de espaldas para ver mejor
Hay un dolor parecido al dolor de muelas
A la pérdida física
Y es perder algún recuerdo que queremos
Esas fotos imprescindibles en el álbum de la vida
Por eso hay una clase d melancolía que no atrapa
Sino que nutre la libertad
En esa melancolía como espuma en las olas
Se alzan los sueños.
Viudas de vivos
Ellas escribían cartas
con amaneceres de miel y bizcocho
y llegaban postales con trolebuses encarnados,
jardines de acuarela,
muñecos de peluche,
y una pareja absurdamente feliz
encima del puente de Westminster.
Cuento
Yo leía el periódico y el niño rebullía.
Decidí adormecerlo con el cuento de un caballo.
Se lo repetí dos veces.
Otra vez, dijo el niño. Sólo otra vez
el cuento del caballo.
Y lo miré marchar,
sin poder hacer nada,
en su caballo,
por los llanos inmensos.
Camposanto
Fue en el entierro de Antón Avilés de Taramancos
en la parroquia de Boa.
El sitio le ha de gustar: tiene buena vista
-dijo la anciana de ojos enrojecidos,
cuando la tierra llamó al ataúd con los nudillos.
¿Quién dijo que el pueblo no reconoce a sus poetas?
MI POETA INVITADO: Lorenzo Roal
ENTRE BAMBALINAS
Se vuelven anodinos los aplausos que escuchas
desde los altavoces del vestuario, otros
compañeros conversan, comen, escuchan música,
medio vestidos medio de calle y de teatro;
en escena la magia, aquí abajo el misterio
de la espera, del límite entre ser uno y otro,
los segundos perfectos para la poesía.
VIRUTAS
Qué hacer con el silencio que regalas
cada vez que tus ojos se posan en los míos?
Cómo vivir cuando me has descubierto
todo el amor del mundo en un abrazo?
A qué escribir si cada vez que hablas
se vence un anaquel en mi cerebro?
Ahora, entre la hierba de esta casa
que lleva un año dándome segundos,
dejo que los minutos nos alcancen
mirando las virutas de la luz
entre las hojas, esas pecas de oro
que bailan con el viento como agua
brillando en tus mejillas. Esto es,
un poco de Sorolla y de Regoyos,
el arte puro. Aquí. Este momento.