A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

Manuel Altolaguirre

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LOS HIJOS DE PAPÁ [Mi poema]
Manuel Altolaguirre [Poeta sugerido]

MI POEMA... de medio pelo

 

Los hijos de papá, los que presumen,
los mismos que no han dado un palo al agua,
escasos, muchos de ellos, de cacumen,
que apenas si soportan un resumen,
herreros sin oficio en una fragua.

Exacto, los que te hablan y se estiran,
y observan al pasar y pavonean,
aquellos tan valientes que alto mean,
y si algo hay que lograr nunca suspiran
seguros de alcanzar si no pelean.

Los hijos de papá, maleducados,
ninguno de los cuales tiene abuela,
negados a esforzarse en una escuela,
y un día si se encuentran obligados
no dudan en clavarte a ti su espuela.

Pues dicen que nacieron señoritos,
disfrutan cuando encuentran quien da coba
y al resto los contemplan cual escoba
que esperan que les sirvan sus mojitos,
comiendo siempre están la sopa boba.

Y un día cuando menos se lo esperan,
la vida que ya a trozos se han comido,
despiertan con el rostro compungido
desnudos aunque así no lo quisieran,
por todos los gusanos carcomido.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Manuel Altolaguirre

Amor, sólo te muestras…

Amor, sólo te muestras
por lo que de mí arrancas,
aire invisible eres
que despojas mi alma
manchando el limpio cielo
con suspiros y lágrimas.
Al pasar me has dejado
erizado de ramas,
defendido del frío
por espinas que arañan,
cerradas mis raíces
el paso de las aguas,
ciega y sin hojas la desnuda frente
que atesoró verdores y esperanzas.

Beso

¡Qué sola estabas por dentro!

Cuando me asomé a tus labios
un rojo túnel de sangre,
oscuro y triste, se hundía
hasta el final de tu alma.

Cuando penetró mi beso,
su calor y su luz daban
temblores y sobresaltos
a tu carne sorprendida.

Desde entonces los caminos
que conducen a tu alma
no quieres que estén desiertos.

¡Cuántas flechas, peces, pájaros,
cuántas caricias y besos!

Abandono

¡Qué dulce dolor de ancla
en el corazón sentías!
Tu corazón reteniendo,
duro coral, mi partida.

Ahogada en amor, tu amor
como un mar me sostenía.
Altos vientos me empujaron
solitario a la deriva.

Si mi nave se fue lejos
más profunda quedó hundida
tu dura rama de sangre,
rota el ancla de mi vida.

Solo, entre las grises nubes
que mis sienes acarician,
sin ti voy por entre nieblas
recordando tu agonía.

Al ver por donde huyes…

Al ver por donde huyes
dichoso cambiaría
las sendas interiores de tu alma
por la de alegres campos.
Que si tu fuga fuera
sobre verdes caminos
o sobre las espumas
y te vieran mis ojos,
seguirte yo sabría.
No hacia dentro de ti.
donde te internas,
que al querer perseguirte
me doy contra los muros de tu cuerpo.
No hacia dentro de ti,
porque no estemos:
tú, pálida, escondida;
yo, como ante una puerta
ante tu pecho frío.

Amor

Mi forma inerte grande como un mundo
no tiene noche alrededor ni día
pero tiniebla y claridad por dentro
hacen que yo, que tú, vivamos.
Mares y cielos de mi sangre tuya
navegamos los dos. No me despiertes.
No te despiertes, no, sueña la vida.
Yo también pienso en mí cuando te sueño
y robo al tiempo todas mis edades
para poblar mis íntimas moradas
y acompañarte siempre, siempre, siempre.

Amor oscuro

Si para ti fui sombra
cuando cubrí tu cuerpo,
si cuando te besaba
mis ojos eran ciegos,
sigamos siendo noche,
como la noche inmensos,
con nuestro amor oscuro,
sin límites, eterno…
Porque a la luz del día
nuestro amor es pequeño.

Cerrando los ojos

Huyo del mal que me enoja
buscando el bien que me falta.
Más que las penas que tengo
me duelen las esperanzas.

Tempestades de deseos
contra los muros del alba
rompen sus olas. Me ciegan
los tumultos que levantan.

Nido en el mar. Cuna a flote.
La flor que lucha en el agua
me sostiene mar adentro

y mar afuera me lanza.
Cierro los ojos y miro
el tiempo interior que canta.

Contigo

No estás tan sola sin mí.
Mi soledad te acompaña.
Yo desterrado, tú ausente.
¿Quién de los dos tiene patria?

Nos une el cielo y el mar.
El pensamiento y las lágrimas.
Islas y nubes de olvido
a ti y a mí nos separan.

¿Mi luz aleja tu noche?
¿Tu noche apaga mis ansias?
¿Tu voz penetra en mi muerte?
¿Mi muerte se fue y te alcanza?

En mis labios los recuerdos.
En tus ojos la esperanza.
No estoy tan solo sin ti.
Tu soledad me acompaña.

Estoy perdido

Profeta de mis fines no dudaba
del mundo que pintó mi fantasía
en los grandes desiertos invisibles.

Reconcentrado y penetrante, solo,
mudo, predestinado, esclarecido,
mi aislamiento profundo, mi hondo centro,
mi sueño errante y soledad hundida,
se dilataban por lo inexistente,
hasta que vacilé cuando la duda
oscureció por dentro mi ceguera.

Un tacto oscuro entre mi ser y el mundo,
entre las dos tinieblas, definía
una ignorada juventud ardiente.
Encuéntrame en la noche. Estoy perdido.

Hice bien en herirte

Hice bien en herirte,
mujer desconocida.
Al abrazarte luego
de distinta manera,
¡qué verdadero amor,
el único, sentimos,
y qué besos eléctricos
se dieron nuestras nubes!
Como el mueble y la tela, tus desnudo
no tenía importancia bajo el aire,
bajo el alma, bajo nuestras almas.
Nosotros ya no entendíamos de aquello.
Era el suelo de un ámbito
celeste, imponderable.
Éramos transparencias
altísimas, calientes.

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JUGANDO A SER POETA [Mi poema]
Margarita Hickey [Poeta sugerido]

MI POEMA... de medio pelo

 

De niño yo jugaba a ser poeta
haciendo con palabras malabares,
después ya comprendí, lloviendo a mares,
anduve entre la mar en bicicleta
de sueños a millares.

Sentí que el desencuentro de las prisas
te lleva con frecuencia al precipicio,
haciendo a la razón un maleficio,
torciéndole el cimiento a las premisas
y así perdiendo el juicio.

Y así comienza el fin, vienen las dudas,
y fui saliendo a flote de algún foso,
a veces simulando ser mimoso,
palabras fluorescentes y otras mudas,
o haciéndome el gracioso.

Y aun hoy que ando perdido entre las grietas
de aquella que entendí que era mi casa,
lo poco que me ocurre desengrasa
y mando hasta el averno a hacer puñetas,
pues finjo y no me abrasa.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO:  Margarita Hickey

Al oído

Déjame penetrar por este oído,
camino de mi bien el más derecho,
y, en el rincón más hondo de tu pecho,
deja que labre mi amoroso nido.

Feliz eternamente y escondido,
viviré de ocuparlo, y satisfecho…
¡De tantos mundos como Dios ha hecho,
este espacio no más a Dios le pido!

Ya no codicio fama dilatada,
ni el aplauso que sigue a la victoria,
ni la gloria de tantos codiciada…

Quiero cifrar mi fama en tu memoria;
quiero encontrar mi aplauso en tu mirada;
y en tus brazos de amor toda mi gloria.

De bienes destituidas…

De bienes destituidas,
víctimas del pundonor,
censuradas con amor,
y sin él desatendidas;
sin cariño pretendidas,
por apetito buscadas,
conseguidas, ultrajadas;
sin aplausos la virtud,
sin lauros la juventud,
y en la vejez despreciadas.

Definiendo el amor y sus contrariedades

Borrasca disfrazada en la bonanza,
engañoso deleite de un sentido,
dulzura amarga, daño apetecido,
alterada quietud, vana esperanza.

Desapacible paz, desconfianza,
desazonado gozo, mal sufrido,
esclava libertad, triunfo abatido,
simulada traición, fácil mudanza.

Perenne manantial de sentimientos;
efímera aprehensión que experimenta
dolorosas delicias y escarmientos.

Azarosa fortuna; cruel, violenta
zozobra; sinsabor, desabrimientos,
risa en la playa y en el mar tormenta.

Que el verdadero sabio, donde quiera…

Que el verdadero sabio, donde quiera
que la verdad y la razón encuentre,
allí sabe tomarla, y la aprovecha
sin nimio detenerse en quién la ofrece.

Porque ignorar no puede, si es que sae,
que el alma, como espíritu, carece de sexo.
Pues cada día, instantes y momentos,
vemos aventajarse las mujeres
en las artes y ciencias a los hombres,
si con aplicación su estudio emprenden.

Romance

Aprended, flores, de mí,
lo que va de ayer a hoy…;
de amor extremo ayer fui,
leve afecto hoy aún no soy.
Ayer, de amor poseída
y de su aliento inflamada,
en los ardores vivía:
del fuego me alimentaba.
Y, a pesar de la violencia
con que sus voraces lamas
cuanto se opone a su furia
arden, consumen y abrasan,
como pábilo encendido,
cual cantada salamandra,
solamente hallaba vida
entre sus ardientes ascuas,
y hoy, en tan tibios ardores
yace o desfallece el alma,
que el frío carbón apenas
da señas de que fue brasa.
Ayer, los fieros volcanes
de amor no solo halagaban
el pecho, sino que amante
fuera de ellos no se hallaba;
y, sin ellos, decadente
y exánime, desmayaba
y moría, y parecía
como el pez fuera del agua.
Y hoy, no solo, temeroso
y pavoroso, se espanta
de la más leve centella
que en el aire corre, vaga,
sino que el horror y miedo
que a la luz la fiera brava
tiene imitando, a cualquiera
resplandor vuelve la cara.
Ayer, por poco, el incendio
en que amante me abrasaba
vuelve en pavesas el mundo
todo, y en humo le exhala;
y en una hoguera la hermosa
máquina del transformada,
por poco vuela en cenizas
de mi ardor comunicadas.
Y hoy, apenas de que ha habido
lumbre dan señas escasas
tibios rescoldos: ¡tan muertas
yacen ya, y tan apagadas!

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Manuel Altolaguirre

ABANDONO -

¡Qué dulce dolor de ancla
en el corazón sentías!
Tu corazón reteniendo,
duro coral, mi partida.

Ahogada en amor, tu amor
como un mar me sostenía.
Altos vientos me empujaron
solitario a la deriva.

Si mi nave se fue lejos
más profunda quedó hundida
tu dura rama de sangre,
rota el ancla de mi vida.

Solo, entre las grises nubes
que mis sienes acarician,
sin ti voy por entre nieblas
recordando tu agonía.