A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
SEPTIEMBRE [Mi poema]
Luis Feria [Poeta sugerido]
MI POEMA... de medio pelo |
Miro al frente y encuentro dibujado, Con su calva fragosa observo a un lado En frente un caserón semi-derruido Al pié, un río un susurro cuchicheando Agrimadas las fuentes se han unido Un carro con sus bueyes arreando |
MI POETA SUGERIDO: Luis Feria
A LA LENTA CAÍDA DE LA TARDE
A la lenta caída de la tarde
amar la vida largamente es todo
el oficio del hombre que respira.
Alzar la mano y detener el cielo.
Destino de la luz, nunca te acabes.
LAS PALABRAS
Las palabras están vivas, y por lo
tanto traicionan; lo que expresan
hoy como verdadero y puro mañana
es falso y está muerto.
L. CERNUDA
Acaso no debiéramos escribir nunca más
sobre una página
pues las palabras son
mayores que la vida
y como a ellas tendríamos
que sostenerlas con el brazo
hasta que llegue el día que el cansancio lo
doble.
Las palabras son siempre más anchas que los labios,
mayores que la ausencia y que la infamia.
Tal vez debamos siempre escribir en los aires,
que el sol en los caminos las incendie un momento
y las vuelva a la nada,
al silencio
y al polvo,
las integre a la noche
y a su germen,
intocables y puras como una antorcha viva.
A UNA MUCHACHA
Si alguien sabe qué puede destruir a la muerte,
qué puede cercenar su mano vengativa,
venga ahora y lo diga cuando estamos a tiempo
de rechazar su fuego que cada vez se aumenta.
Si alguien supiera detener al tiempo
lo diga en este instante.
Cuando toque tu piel el daño no hay remedio;
será como el aceite que se extiende
y no puede volver al vaso donde estuvo.
Donde vivió la rosa vivirá para siempre
una raíz callada.
Donde el rumor de guijas por el río
silbará sólo el aire llorando por los huesos.
Que nadie escuche el ruido de lo que se destruye
si nada puede hacer por evitar la ruina.
Mejor venga la muerte y te corte de un tajo
y te transplante así donde nadie te vea
que no este grano a grano deshacer tu hermosura.
POETA ANÓNIMO
No sé quién eras; puede que yo mismo;
fui plural una vez.
Al leerme me leo;
en la rueda del tiempo vuelvo a ser.
Noviembre
Dime cómo es la vida cuando no sé estar vivo,
despójame de sueños, que la tierra no respira.
Que tu empresa y la mía sean sólo el poema
hiélame si algún día no me asombra mi oficio.
De Calendas
Taza rota
¿Qué haré yo sin tu ojal, dónde pongo mi flor,
cómo voy a decirte secretos a la oreja
si ya no tiene asa?
Currita, cuántas cicatrices;
esta vez no podré encolarte.
Pero no temas, no irás a la basura
sin tu leche diaria; toma ten.
Acaricio tu vientre nutritivo,
pongo los labios en tu borde
Con desazón; qué frío. Que se diga:
en su último día fue feliz.
No tiembles. Yo también te quiero.
De Salutaciones
El armario de mamá
Mamá se olvida la llave del armario
Sésamo ábrete: dentro
una gota de agua para verse mejor;
los pétalos que le sobran de la piel,
el pomo del que se unta el sol,
el cascabel para apariencia alegre,
los zapatos gastados de nadar para atrás a joven,
los ojos azules que se quitó porque el mar la perseguía,
sus manos que nos roban del peligro,
y al fondo el fondo al fondo
Yo,
hace mucho, allá lejos, muy antes de nacerme.