A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...
BENDITO HUMOR [Mi poema]
León Félix Batista [Poeta sugerido]
MI POEMA... de medio pelo |
Al humor con frecuencia yo recurro ¿Qué sería la vida sin humor? El humor debe ser sutil y fino, Que esta vida a menudo es puñetera. |
Esa bendición que dios nos ha dado para compensar los momentos malos de este valle de lágrimas. ¡Ay de aquel que no sepa aprovecharlos!
MI POETA SUGERIDO: León Felix Batista
conversación en tiempo de bolero
Traspones el umbral mesándote una sien y por
tercera acción elogiar el arabesco de
su bata de batista. Descifras allá atrás aquel bolero rancio
como supervivencia del abismo medieval. Inestable
de ver negro, su debacle de matices, mixturas en un
vaso quebraduras de agua helada y espesor de un
carburante; reclinas la cabeza. La observas
prolongando a brochazos el fulgor: la quemazón
del bosque, la desaparición (extraña) del sentido en
favor del sinsentido y en gruesos astillones, por
afán calefactor.
es la última farra de mi vida
Supón que lo aniquilan registros de saudades, y que
puede (con un disco) remediarlas (en cierto bar de
Brooklyn en pino de Oklahoma): esferas como
aquella mixtura la ciudad, materia de un orate y
extravío. Y que ves cómo resalta (el resorte que tú
eres) contra el cielo raso recto, por sus tonos
intangibles; y que luego se rasura, solicita su
calzado, tantea las urdimbres y radio de su
miembro. Entonces dale elipsis, describe su
derrumbe. Habrá quien paute el coágulo que deje.
casi casi salaz
Una noche tumultuosa. Callejón de bajos
fondos. Como al raspar los líquenes frenéticos
de un muro las fachadas de la historia toman
cuerpo en el estrago. Lo claro se degrada y (en
tránsito) va urdiendo interminables caracteres.
Resulta que es otoño, aquí, en terreno nulo, y
del riego labio a labio no restan incidentes
(salvo el éxtasis que, rápido, amenaza
derramar). La extremidad se esboza como
plástico artificio eslabonando el cuello. Vocablo
impenetrable, asociación verbal obscena: sin
pensar invento bálsamos –su fundamentación–
que mi víctima desmiente uno por uno. Pero
todo se derrama podrido entre el marasmo y
aceptado en su fermento. Atravieso inanimado
(hematoma) por la anécdota, como residuo
sólido en su río a la cloaca.
libamen
Ingieres ligereza con tus zapatos suecos. El tiempo
desmantelas entre lo indeterminado. Tu vínculo al
instinto, con otra latitud, lo debes a la yerba y al
núcleo de un temblor. El tramo de la recta (lo
“siempre indefinido”) conjura tu vacío con signos
diminutos: cocuyos, anatemas, y rachas de
automóviles a cuyo raudo fósforo estiras hasta el
fondo los cantos del vestido. Lomo a lomo contra
el árbol extirpas un espejo, después el ademán
retrógrado de un lápiz engendra los eclipses –el
rímel se agostó. Por enésima ocasión la vulgar
anacronía y tu asfixia con la baba: qué denso el
pensamiento. La sombra de un cliente, la mano con
puñal, deslíen tu monólogo. La vida es malabar en
el aro de un esfínter.
Para Plinio Chahín, que me ha dado el personaje
en mis días de quimera
Escucho bocanadas, misivas de Albanyá: materia
prima enferma y hasta en código aberrante.
Repaso, silbo sílabas: regreso de leer, y así padezco
el golpe que me decapitara. Todo tiempo es
esqueleto, repite, putrefacto, como descarga ruda
de yeso de las vísceras: que liquen era el viento
profano de noviembre tratando de incendiar con
droga los retablos. Otorgo la razón: ya no se
reproduce la carne-maniquí. Y aquí su umbral
descansa.
Técnicas de estío
En mitad de la vida sucede que llega la muerte
a tomarle medidas a la persona. Esta visita
se olvida y la vida continúa. Pero el traje
se va cosiendo en silencio
Tomas Tranströmer
Esta vida es temporal
que termina mi verano
esta vez será vencida
con saltos en la escena cada vida
cine zombie
tengo tiempo mental y no del otro
neutro
a punto de rompiente
ya yo no muto
más: he muerto
en plástico de tiempo desprendido
elíptica de un cuerpo por desaparecer bajo capas de solsticios
que me escarché de noches
en un cepo crono-cúbico
tratando de acendrar mi decadencia
yo ya no pienso más: jaque mate de la mente
para zafar la psique de
su cepo
darme cuenta de
caer
de no ser yo
de nadie
ceder a lo que tengo sujeto al temporal
si la vida es día a día
dilatarla
un sorbo de ponzoña, y ya:
manteca
como bloque de c-4 por la tráquea
acidez de ser y estar
para hacer mi propia salsa
y dejar de ser: exacto:
yo sólo sé decirlo
el ego es lo que hago:
“yo” está lleno
de no-serenidad
bife de eso que antes fui
mi vida irá a perder
(¿cómo escribo “derrapar”?)
calidad de acometida
entré por cuerpos que yo creía sacros
ensartando corazones descosidos
contra mi parte umbría
se dice “audacia o dosis”
o candela de caída
o fatiga de búfalo bufando
en su universo gasa
al pasar desierto, os digo:
el verdadero sino es un monzón
que, como todos saben, la sal de ser así
ahora y siempre: como era en precipicio
me temo que morir
abstenerse y no tener
por tenso que resulte el correlato
para llagas del ayer ¿no hay yodo
para dragar de logos mis lagunas?
de día cebo un lobo
que la noche devanaba
epifanía pero por farmacopea:
el sujeto está sujeto a su cigoto
y a las cepas de necrosis específicas al cuerpo
una suma de fisuras, y eres sima
es un lago conocido que alguien
más por conocer
eco de carne y hueco
se dice vida a cosechar los hechos
pero el vado de vivir es pedregoso
se pierden muchas ramas en busca de pensar
así como la gente que,
al disecarse, cae en cuanto al eco: es cuanto
yo sé que soy exógeno
yo por ese pasadizo
fui al pasado
en un cero y su fracción
libro a libro en descalabro
don de ser en donde deshacerse:
el objeto se sujeta del sujeto
y a su síntesis llamamos “realidad”
se deshace y ya no existes
poca cosa de cosechas
ensartando los instantes
en el costal están cincuenta estíos
sólo quise cumplir mi precipici
a mis cincuenta quanta
las horas que disuelven
las obras de los hombres
en su permanecer de madreselva
escombro eso que dice que algo fue
cuajándose en un líquido cualquiera
el invierno viene y va pero el estío
queda
rotando, temporal
con su motor remoto
persiste un horizonte
en tanto inexistente
aquí se cuece ocaso
pero después errar
en un estadio estándar
en avalancha de vacío
de segundo a segundo sedimento
así llegué a cincuenta
en la ecuación de ocasos
la deriva temporal del propio cuerpo.